ya ha perdido el 40% de su valor como empresa
Con cada semana que pasa queda más claro que 2018 no está siendo el año de Facebook y que el gigante de las redes sociales no está teniendo – ni de lejos – su mejor ejercicio. 2018 está siendo el año en el que a Facebook todo le sale bastante mal y en el que no dejan de estar en el ojo de la crítica, de los analistas y de las investigaciones periodísticas. Toda esta situación está teniendo un impacto en algo que a Facebook y a sus inversores más les duele: Facebook ha ido perdiendo valor como compañía.
Y ese valor no es el menos tangible de las estimaciones de valor de marca de los estudios (que también) sino algo mucho más concreto. El valor bursátil de Facebook se ha desplomado en los últimos meses y sus acciones han ido acumulando una importante caída.
De entrada, habría que decir que Facebook no está solo en esta situación. Los gigantes de la tecnología, las FAANG (como se llaman por el acrónimo de Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google) han perdido muchísimo valor.
Desde que tuvieron su pico más elevado de capitalización hasta ahora, estas compañías han perdido 1,02 billones de dólares en valor bursátil. Es importante puntualizar que esos billones son españoles: en inglés se habla de trillones. Amazon es quien más ha perdido en términos absolutos (280.000 millones de dólares en valor), pero no quien más lo ha hecho en comparación con el total.
Esa es Facebook. Facebook ha perdido una parte muy importante de su valor bursátil total. En 52 semanas, Facebook ha perdido el 40,6% de su valor en bolsa. El desplome es mucho más claro y evidente si se mira cuánto valían sus acciones cuando estaban en su punto máximo y cuánto valen ahora. En julio, cada acción de Facebook estaba en los 218,62 dólares. Ahora están por los 126.
El grave problema de imagen de Facebook
¿Y qué ha llevado a Facebook a espantar a sus inversores y a ver cómo caían las acciones de la compañía? La clave está en la crisis en la que se encuentra la red social. Facebook tiene un serio y grave problema de imagen y uno muy importante en cómo proyecta su marca y su imagen. Los consumidores empiezan a ser cada vez más críticos con la red social y están empezando a abandonar el barco, al tiempo que expertos empiezan a plantearse hacia dónde va su futuro.
Los anunciantes aún no han dejado a la compañía, pero ya tienen completamente claro que Facebook no tiene moral, como acaba de demostrar un estudio. «Facebook hará lo que sea si implica hacer dinero», decía un directivo de la industria de la publicidad, como recoge FastCompany.
Por tanto, Facebook, en su relación con el mercado de la publicidad, está todavía en una fase que podría convertirse en un problema. Si logra cambiar su imagen y recuperar su credibilidad, podrá abortar a tiempo la situación.
Los escándalos de Facebook
La lista de lo que los consumidores y los analistas han empezado a temer de Facebook incluye varios puntos. El escándalo de Cambridge Analytica fue como una especie de gota que colmó el vaso, pero también la llave que abrió la caja de los truenos. Facebook es ahora muy cuestionado por cómo maneja y respeta la privacidad de sus consumidores pero también por el impacto que tienen las cosas que ocurren en la red social en el mundo que nos rodea. El caso de la influencia en las elecciones estadounidenses es el más conocido y popular, pero no es el escándalo único en este terreno.
Naciones Unidas llegó a citar a Facebook en la investigación sobre los crímenes de odio contra los Rohingya, una minoría musulmana en Myanmar. 700.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares y convertirse en refugiados en el país vecino. Los mensajes de odio se compartían a una velocidad vertiginosa en Facebook, junto con desinformación sobre los Rohingya. Facebook reconocía hace unas semanas que había fallado a la hora de impedir que su plataforma fuese usada para aumentar la división política en Myanmar. Un estudio había señalado que Facebook había sido el arma empleada por quienes difundían los mensajes que incitaban al odio.
Todos estos escándalos son golpes sobre la imagen de la compañía (aunque el caso de Myanmar no ha sido tan popular como el impacto que tuvo en las elecciones estadounidenses), pero no son únicos.
Facebook también se ha enfrentado a escándalos por malas métricas y datos de audiencia incorrectos o por su manera de responder a las cosas. Una investigación reciente de The New York Times destapó cómo habían estado intentando luchar contra la oleada de mala prensa y los ha dejado en peor lugar todavía. Entre otras cosas, Facebook había fichado a una compañía de relaciones públicas para lanzar campañas de ataque a otras empresas tech y de desinformación.