Voigtländer Nokton 40 mm f/1,2 – Toma de contacto
El Voigtländer Nokton 40 mm f/1,2 es uno de las nuevas ópticas clásicas fabricadas por el japonés Cosina para las mirrorless Sony A7, cuyo catálogo para esta montura E va creciendo poco a poco. La disponibilidad de unidades finales para pruebas en su estand de la CP+ 2017 ha sido la ocasión perfecta para una toma de contacto con muestras incluidas.
El diseño de esta óptica de focal casi estándar está seguramente basado en otras de las ópticas clásicas del fabricante, el Voigtländer VM 40 f/1,4 Nokton Classic, en este caso para montura Leica M. El nuevo Voigtländer Nokton 40 mm f/1,2 Aspherical no es tan compacto, pero sí algo más luminoso, y dispone de una distancia mínima de enfoque de solo 40 cm. Bienvenidos son también los contactos electrónicos para transmitir los datos EXIF a la cámara.
Su diafragma está conformado por 10 palas pero, al igual que ocurre con el Voigtländer APO-Lanthar Macro 65 mm f/2, no son especialmente redondeadas, lo que trae consecuencias en la forma del bokeh resultante.
El anillo de aberturas de diafragma es ajustable por clics de 1/3 de paso, pero, además, presionando el aro hacia abajo, podemos desacoplarlo para disponer de un ajuste de aberturas continuo, especialmente útil para grabación de vídeo.
De forma similar a las otras ópticas de Voigtländer presentadas en esta feria, su anillo de enfoque es muy cómodo de usar, y su tacto firme y agradable a la vez, con un diseño acorde a lo esperado para un objetivo de enfoque exclusivamente manual.
Muestras
A continuación, ofrecemos unas cuantas muestras a resolución nativa tomadas con el Voigtländer Nokton 40 mm f/1,2 Aspherical montando sobre una Sony A7R. Empezamos con una primera a muestra a abertura máxima y su distancia mínima de enfoque.
Asimismo, uno de los puntos de interés de esta luminoso objetivo f/1,2 es no solo esa misma luminosidad, sino la capacidad de ofrecer un bokeh armónico también ya en su zona de máximo rendimiento, en torno a f/5,6. A ese efecto, y tomando como referencia la escala de distancias de enfoque del objetivo de muestra que nos ofrecen amablemente en el estand de Voigtländer, ofrecemos tomas desde f/1,2 a f/5,6.
En este terreno, podemos apreciar “luces y sombras”, y así, por un lado, el bokeh nos parece bello a todos los valores probados –sobre todo a f/2 y f/2,8– pero, por otro, al igual que observamos en el caso del Macro-Apo Lanthar 65 mm f/2, nos parece una lástima que el perfil de cada una de ellas impide que se configure una forma global más circular, a pesar de que el diafragma es de nada menos que diez palas, tal como ya comentábamos más arriba.
Nos gusta especialmente el contraste que genera esta óptica ya desde su máxima abertura –f/1,2– sumado al procesado directo de cámara, dan unos JPG bastante óptimos en nitidez y calidad general. Será por lo tanto sencillo mejorar lo presente con nuestro programa de revelado RAW preferido, algo que no procede en nuestro entorno de pruebas pero que sin duda es el flujo de trabajo más habitual.
La alta luminosidad de f/1,2 se deja apreciar, al poder disparar –en un entorno de luz contenida “de feria”– a 1/125 s a 100 ISO. Como contrapartida, también apreciamos, a esta abertura máxima, cierto viñeteo en las imágenes resultantes.