Un estudio inédito sobre el arte rupestre precolombino de Venezuela
Una serpiente de más de 30 metros de longitud y con una especie de cuernos, un flautista rodeado de figuras humanas en un probable ritual de renovación y otros paneles que muestran figuras humanas con los brazos levantados y rodeadas de animales. El arte rupestre precolombino de los Raudales de Atures (Venezuela), con grabados o petroglifos de hasta 2.000 años de antigüedad, ya había sido estudiado anteriormente, incluso por naturalistas y científicos como Alexander von Humboldt, pero nunca con tanto detalle. Un equipo del Instituto de Arqueología de la University College de Londres (UCL) ha utilizado la tecnología de drones para fotografiar los grabados, algunos de los cuales se encuentran en zonas muy inaccesibles. El nivel de agua del río Orinoco, históricamente bajo en el momento en que se desarrollaron las investigaciones, ha propiciado una mayor exposición de los grabados, según informó a comienzos de diciembre la UCL.
El arte rupestre había sido estudiado antes por naturalistas como Alexander von Humboldt
Uno de los paneles ocupa 304 m² y contiene, al menos, 93 grabados individuales. Todo el arte rupestre ha sido estudiado en los Raudales de Atures, en una zona del Estado Indígena de Amazonas en Venezuela, un territorio ocupado históricamente por el pueblo de los adoles, según los sacerdotes jesuitas. Ocho grupos de grabados de arte rupestre fueron estudiados en cinco islas en el interior de estos rápidos conocidos como Raudales de Atures. "Mientras que las pinturas rupestres están relacionadas principalmente con sitios funerarios remotos, estos grabados reflejan la vida diaria de las personas: cómo vivían y viajaban por la región, la importancia de los recursos acuáticos y la subida y bajada estacional del nivel del agua. El tamaño de algunos grabados es extraordinario", expresa Philip Riris, el autor del estudio, publicado en Antiquity.