Smart labels: cómo las etiquetas se convierten en parte de la experiencia en retail
El proceso de adaptación del retail a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades de los consumidores ha ido siguiendo varias etapas. Las tiendas necesitan ser mucho más competitivas, mucho más eficientes y mucho más tecnológicas si quieren seguir compitiendo en cierta igualdad de condiciones con el comercio electrónico.
La tecnología no solo les ayuda a responder a las necesidades de unos consumidores cada vez más tech, sino también les posibilita ser mucho más efectivos a la hora de gestionar stocks, de posicionar mejor los productos o de controlar los flujos de clientela.
Y, en ese salto a las nuevas tecnologías y a la conversión del retail en algo mucho más moderno, las etiquetas que se posicionan como el elemento para llegar a los consumidores se pueden convertir en un elemento con muchas aplicaciones. Darles una capa de tecnología ayuda a que sean mucho más que simplemente una etiqueta informativa. Es la era de las smart labels, las ‘etiquetas inteligentes’.
Como explican en un análisis de TechNavio, en el que apuntan hacia dónde van las smart labels y cómo están cambiando la actividad en el retail, estas etiquetas inteligentes «están ayudando a los negocios a conectar mejor con sus audiencias». Las previsiones de esta firma de análisis apuntan a que los cinco próximos años resultarán claves y marcarán el modo en el que las empresas de retail actúan. A las etiquetas inteligentes les espera, por tanto, un lustro que podría ser el que cambiase su posición en el mercado.
Qué son las smart labels
Las smart labels van mucho más allá de ser simplemente un elemento con información sobre el precio del producto y con un código de barras que ayuda a pasar el mismo en caja. Estas etiquetas pueden interactuar con escáneres, ordenadores y smartphones tanto del propio vendedor como del consumidor y convertirse en una fuente de elementos extra.
Las etiquetas inteligentes incorporan tecnología que las conecta en todo momento, convirtiéndolas en un elemento más del internet de las cosas y en un nuevo activo del que pueden echar mano las compañías para ser mucho más efectivas.
Cambiando la experiencia en tienda
Los consumidores se han acostumbrado a los servicios que ofrece el comercio electrónico y se han acostumbrado a la nueva era del consumo conectado, lo que ha modificado sus expectativas. Quieren que las cosas sean mucho más inteligentes, quieren poder acceder a mucha más información y necesitan que las experiencias de consumo sean memorables.
Todo ello hace que las compañías tengan que jugar con nuevas armas en lo que a posicionar sus productos se refiere. Tienen que convertir sus tiendas en espacios de experiencias, en lugares diferenciados y en los que además no solo importe lo que ofrecen en el espacio físico de la tienda sino también cómo esto conecta con la red. Todo tiene que estar vinculado y para ello las tiendas necesitan echar mano de un nuevo formato de trabajo, de un uso más eficiente de la tecnología. Y ahí es donde entran las etiquetas inteligentes.
Estas permiten no solo dar una mejor experiencia al consumidor, sino que además se convierten también en una herramienta para que las empresas sean mucho más eficientes en sus procsos de ventas. Las etiquetas se convierten en una fuente continua de datos, que la tienda puede usar de un modo mucho más activo para comprender mejor qué está ocurriendo en sus tiendas y qué quieren sus consumidores.
Los datos por otra parte no se limitan únicamente a sus tiendas, sino que son una manera de tener controlado al producto desde que este ‘nace’ en fábrica hasta que sale de la tienda, lo que hace mucho más sencillo el control de calidad y el seguimiento de su vida útil como producto en venta.
Y de hecho en esa cadena las etiquetas inteligentes podrían convertirse en el elemento clave para reducir costes y asegurarse de que se cumplen las expectativas. El seguimiento y la información que se recibe ayudará a detectar problemas y a adelantarse a necesidades.