Siete razones por las que hacer fotos de noche resulta tan espectacular
Tradicionalmente la fotografía nocturna suele ser menos practicada, ya que sus evidentes dificultades hacen que muchos fotógrafos se limiten a tomar imágenes durante el día. Sin embargo, con las cámaras actuales hacer fotos por la noche no sólo es más sencillo que antes sino que nos abre la puerta a aprovechar una serie de ventajas que no se dan durante las horas de luz, tal y como os contamos a continuación.
Ciertamente, en la época de la fotografía química las tomas nocturnas resultaban una disciplina complicada. Cada captura costaba dinero en forma de película y procesamiento y no se podía ver en la pantalla lo que se estaba haciendo. Así, no se podían hacer muchas pruebas y, sobre todo, lo normal es que hubiera que esperar bastante antes de comprobar si la sesión nocturna había sido fructífera o no.
Más tarde, cuando ya empezaron a generalizarse las cámaras digitales, el rendimiento que ofrecían en tomas nocturnas era bastante malo, algo que afortunadamente quedó atrás. Así, hoy día la tecnología es nuestra aliada para aprovechar las indudables ventajas que ofrece hacer fotos de noche.
De la técnica necesaria para este tipo de tomas ya hemos hablado en muchas ocasiones (por ejemplo os recomendamos repasar éste sobre cómo iniciarse y éste con consejos para mejorar), así que esta vez vamos a mostraros las razones por las cuales, mientras muchos fotógrafos evitan disparar cuando la luz escasea, nosotros podemos aprovecharlo para obtener efectos prácticamente imposibles de otro modo.
Porque todo resulta mucho más dramático
La gran mayoría de los fotógrafos, y más en los tiempos que corren, tratamos de lograr una foto diferente, algo especial o que destaque entre las miles de fotografías que se realizan hoy día. Fotografiar por la noche puede ayudarnos a lograrlo toda vez que de noche todo resulta más interesante y dramático.
No es que cualquier cosa tenga más interés si la fotografiamos de noche, pero sí que es cierto que muchos lugares que de día parecen más bien vulgares o monótonos, durante la noche pueden tener un aspecto dramático que los hace visualmente más atractivos, aplicando ese refrán que dice que «por la noche todos los gatos son pardos«.
Porque se consiguen cosas imposibles de día
Como bien sabéis, hay determinados temas que son específicos de la fotografía nocturna y por tanto sólo se pueden realizar cuando el sol se ha escondido. Hablamos, claro está, de disciplinas como la fotografía de estrellas o la de fuegos artificiales.
Por otro lado, hay otras tomas también imposibles de lograr por el día pero por razones más concretas. Por ejemplo conseguir fotografiar completamente vacía una calle muy concurrida habitualmente por el día, o lograr una foto de algún animal de esos que resultan muy huidizos y sólo salen de su madriguera durante la noche.
Por la iluminación de los edificios urbanos
Sin duda otra de las grandes ventajas de la noche se da en las ciudades gracias a la iluminación artificial. Así, muchos edificios o puentes que no resultan especialmente atractivos por el día pueden ganar mucho interés (o incluso llegar a ser espectaculares) por la noche si están bien iluminadas.
Otros que de día sí resultan atrayentes, como pueda ser el caso de monumentos o edificios muy conocidos por todo el mundo (la torre Eiffel, el Big Ben londinense, el puente de Brooklyn…), pueden resultar muy diferentes por obra y gracia de la iluminación nocturna. Así, es posible conseguir fotos muy distintas del mismo sitio si lo fotografiamos durante el día y la noche.
Por los efectos que se pueden lograr
Del mismo modo que hay fotos que no se pueden lograr de día, las largas velocidades de obturación que se necesitan normalmente para una exposición adecuada en la fotografía nocturna nos permiten conseguir efectos sencillamente geniales como las estelas de luz, el desenfoque de movimiento o los reflejos lumínicos.
Este tipo de efectos son mucho más asequibles por la noche, entre otras cosas porque se logran gracias al concurso de una serie de luces que, sencillamente, no están encendidas durante el día y permiten obtener muchos efectos que, con algo de práctica, pueden ser espectaculares.
Porque la luz se mantiene estable
Seguro que alguna vez os ha pasado que estáis en un lugar que os gusta pero donde la luz no es la mejor y os dais cuenta de que habría que esperar varias horas para tener las mejores condiciones lumínicas. Pues bien, fotografiando por la noche tenemos la ventaja de que las condiciones de luz son mucho más estables a lo largo de todas las horas nocturnas.
Así, al fotógrafo nocturno normalmente se encuentra con una situación en la que la luz permanece estable por muchas horas, y si acaso hay cambios de luminosidad éstos no son naturales. Por eso, como mucho habrá que tener en cuenta el horario en que los edificios de las ciudades permanecen iluminados, y dependeremos de si pasan coches por las calles o no, pero poco más.
Porque el clima no es tan importante
Al hilo de lo anterior, la fotografía por la noche tampoco depende del clima, desde luego mucho menos que la diurna. Así, el fotógrafo no necesita estar pendiente del cielo y de si esa nube amenazante va a cubrir el sol o no. Por la noche, ya esté limpio o nublado lo normal es que cualquier cielo acabe reflejándose negro o muy oscuro y las nubes es fácil que ni se aprecien.
Esto no significa que por la noche el clima no importe en absoluto, porque una lluvia intensa o una niebla muy densa pueden impedir que salgamos a hacer fotos, pero en general el fotógrafo nocturno no es tan dependiente del tiempo que haga como el que hace sus tomas durante el día.
Porque hay menos cosas que hacer
Por último, otra ventaja de fotografiar por la noche es que es un período de tiempo mucho más libre de obligaciones. Puede parecer de Perogrullo pero teniendo en cuenta que de día normalmente la gente trabaja y tiene muchas cosas que hacer, y los fines de semana tal vez están “atados” a compromisos familiares y otras cosas que nos impiden disfrutar de nuestro hobby preferido, puede que encontremos en la noche el momento ideal para salir a hacer fotos.
Por la noche la familia suele dormir, normalmente no se trabaja y las tiendas están cerradas. Además, por la noche puede que consigas imágenes que otros muchos no están haciendo, simplemente porque se han quedado en casa, pero también porque les parece que este tipo de fotografía es complicada.
Así que ya lo ves, salir a fotografiar de noche tiene evidentes ventajas y permite lograr fotos muy especiales y diferentes a las que se obtienen de día. ¿Y tú cómo lo ves? Seguro que se te ocurren más razones por las que la fotografía nocturna es altamente recomendable y, por supuesto, agradecemos vuestros comentarios.
En Xataka Foto | Así podemos conseguir que nuestros selfies se conviertan en buenos autorretratos
Foto de portada | Óscar Condés
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