Samsung Galaxy Tab S3 y Galaxy Book, primeras impresiones: un tú a tú a la Surface, un puntero estrella y… Un tablet
Si un fabricante se andó con pocos rodeos para la tradicional presentación de aperitivo al MWC es Samsung. Poco nos dejaba a adivinar con una invitación que ya perfilaba algo como un tablet y la confirmación de que no habría buques insignia en cuanto a Smartphones, aunque aún ha habido sorpresas. Tras la masiva presentación de los coreanos, nos hemos sumergido (nunca mejor dicho) en la zona de demos para probar los dispositivos y contaros nuestras primeras impresiones del Samsung Galaxy Tab S3 y del Galaxy Book.
No han sido los dos únicos dispositivos que han anunciado; si habéis estado siguiendo el evento o habéis echado ya un vistazo a los artículos de la noche habréis visto el nuevo Gear VR Controller además del Tab S3 y del Galaxy Book, pero sólo éstos dos últimos estaban disponibles para probar y toquetear. Así lo hemos hecho y os lo contamos con el detalle que permite un primer contacto con los nuevos dispositivos.
Diseño y construcción: predominio del metal, pero viene acompañado
Parece que la operación bikini en los dispositivos está lejos de tener fin y los que nos ocupan en esta ocasión son dos casos más. En ese sentido destaca sobre todo el Tab S3, dado que es «sólo» tablet y se puede permitir esos 0,6 centímetros y 429 gramos, y esto se nota bastante (para bien) al sostenerlo y al uso.
Los agarres, tanto apaisado como en vertical, son bastante cómodos por estas características y por lo redondeado y pulido de los bordes, aunque la comodidad de la escritura dependerá en última instancia del tamaño de tablet al que estemos acostumbrados: es un tablet compacto para ser de 9,7 pulgadas, pero no llega a la comodidad de uno de 8 pulgadas en la escritura en vertical. Todos son bastante finos y disponen de dos botones físicos en el borde para volumen y encendido/apagado, así como la bandeja para SIM.
A esto hemos de sumar el carraspeo de Samsung en cuanto a la construcción: el fabricante ha querido diferenciarse de lo anterior (en cuanto a tablets) y combinar el aluminio de los bordes y chasis con la integración del cristal en la parte trasera. Para gustos, colores, pero la sensación al tacto no es la mejor con este material, sobre todo tras ver que conserva perfectamente todas nuestras huellas dactilares.
Sensaciones similares con el Galaxy Book, que aunque entra fuerte para ponérselo difícil a las Surface el diseño es más bien parecido a los iPad de Apple. Aquí la ligereza es relativa; hablamos de algo más de medio kilo pero también de un 2-en-1, con su chasis, su ventilador y el resto de componentes que Samsung ha logrado comprimir en 7,4-8,9 milímetros (según modelo y configuración). Teniendo en cuenta esto las sensaciones en cuanto a manejo y peso han sido buenas también, sobre todo si nos lo planteamos como alternativa a un portátil.
En cuanto a las fundas, aquí no nos hemos llevado muchas sorpresas. Permiten las habituales posiciones de atril y según sea sólo funda o también teclado encajará de una manera u otra al dispositivo (cara imantada o pequeños pines). El material es un plástico bastante rígido y la pulsación tiene una sensibilidad y una velocidad aceptables y queda dentro de lo esperado.
Algo bastante positivo en común para ambos dispositivos es que no hemos notado un calentamiento en la parte trasera como suele ocurrir en dispositivos delgados de aluminio tras un rato de actividad (sobre todo si se ha jugado o se ha tirado de cámara e imagen). Si bien es cierto que para determinar que no hay un calentamiento exagerado o preocupante lo conveniente es pasar con el dispositivo horas seguidas de actividad, tras la sesión de ansiosas e inquietas manos de cientos de probadores no hemos notado ningún calentamiento.
En cuanto a las cámaras traseras (presentes en el Book de 12 pulgadas y en el Tab S3) han logrado que sobresalgan muy, muy poco y no molestan si apoyamos el dispositivo en su parte trasera sin funda.
Pantalla: más allá de letras y números
Mucha marca de la casa en los paneles y también bastante buena impresión tras reproducir y abrir todo lo que hemos podido. Como es habitual en los productos de Samsung vemos paneles súper AMOLED (salvo el Galaxy Book de 10 pulgadas, que lleva LCD TFT), cuya resolución depende del producto, y con esa dosis de brillo y saturación extra que no molesta, sino que al menos en interiores resultan agradables y satisfactorios. Hemos estado observando tanto la interfaz del sistema como las fotografías y vídeos de muestra, y en ambos casos las sensaciones son muy positivas en cuanto a color, brillo y detalle.
La sensibilidad táctil en ambos casos es correcta y lo mismo con el S-Pen, con un tiempo de respuesta al tap aceptable y sin que el apoyo de la mano interfiera con las pulsaciones con el puntero y con un retraso con respecto al trazo también dentro de lo normal. Sin novedades en los botones táctiles y el frontal físico del tablet, el cual no integra lector de huellas (puede usarse la huella con Samsung Flow mediante el smartphone).
Software: buscando las cosquillas en forma de lag
Los dispositivos presentaban el software justo para que probásemos el arranque de distintos tipos de servicio, app o archivo, así que las sensaciones con la fluidez y el rendimiento quizás son las más entrecomilladas en este primer análisis. Sorpresas positivas aquí también en el caso del tablet donde no hemos experimentado ningún lag a la hora de arrancar multitarea, apps pesadas como videojuegos o alguno de los vídeos. Bastante fluidez al mover los menús, pasar de una app a otra o escribir (con taps o teclado).
Casi lo mismo en el caso del Galaxy Book. Aquí recordamos que tenemos distintas configuraciones en cuanto a procesador y RAM, un m3 en el Book de 10 pulgadas y un i5 en el caso del de 12 pulgadas, y la diferencia de fluidez es bastante notable entre una y otra. No podemos hablar de un lag llamativo, pero sí es cierto que la fluidez en el de 10 pulgadas es bastante menor que en el de 12 y éste último soporta bastante mejor que pongamos a prueba la multitarea con tareas pesadas como reproducciones de vídeo o juegos.
Así, si bien Samsung planteaba una primera división del cliente diana en cuanto a un uso estándar (Tab S3) y uno profesional o de negocios (Galaxy Book), lo que vemos a priori en la práctica es que a su vez podría hacerse una sub-división también del usuario diana por el renimiento y la fluidez, con la idea de que el más exigente optase directamente por el de 12 pulgadas.
Las cámaras también se abren con rapidez y sin retraso en ambos dispositivos. Aquí más allá de píxeles hemos podido probar sólo el ambiente lumínico de la zona de demos (con zonas de mucha luz y zonas bastante oscuras) y el resultado es algo mediocre, más si tiramos de la frontal (el Book de 10 pulgadas sólo tiene cámara frontal) con sus acuarelas y pérdidas de detalle. No obstante, no exigiríamos mucho más a una cámara de un tablet o 2-en-1 si el uso es ocasional y habría que verla en exteriores y áreas mejor iluminadas. Punto a favor las opciones de disparo y que pueda ajustarse zoom y punto de luz durante el vídeo.
Un S-Pen vitaminado
Un protagonista sorpresa fue el S-Pen, tanto en su forma oficial como la versión de Staedtler. Se trata de un puntero con punta retráctil (para el clic) y botón físico secundario, con el cual podemos abrir colocando el S-Pen a algo de distancia un menú de accesos rápidos (es un menú circular que podemos rodar para ver más iconos).
Aquí Samsung ha querido potenciar el uso del puntero y ha dotado tanto al S-Pen como a los dispositivos sobre los que actúa de funciones bastante interesantes y curiosas. Podemos por ejemplo capturar tanto imágenes como instantes de un vídeo en reproducción para editarlas y guardar o compartir en *.pdf o *.jpg o extraer un GIF.
Otra posibilidad bastante útil es la de poder escribir cuando la pantalla del dispositivo está bloqueada, en caso de necesitar tomar un apunte o hacer un boceto de manera rápida, ahorrando algunos segundos y pudiendo guardas o compartir el resultado. La función de traductor también está bastante bien implementada, dado que sólo es necesario pasar el puntero por encima de la palabra que queramos traducir (la traducción aparece en una pequeña ventana sobre la misma mientras la enfoquemos).
El nuevo S Pen es sensible a la presión y sale bastante bien parado en esto. Donde hemos podido comprobar esto bien es dejándonos llevar un poco por nuestro lado más «artístico» en la app para dibujo, con aquellas herramientas cuyo trazo depende de la presión (tanto en intensidad como en diámetro). Os enseñamos las funciones más destacadas en este pequeño vídeo.
Esto puede hacerse tanto en el Tab S3 como en los Galaxy Book y los Galaxy Note, pero son exclusivas para este puntero. Es decir, no podremos sacar este menú tanto el Staedtler como los de terceros (ni dibujar en la pantalla bloqueada).
Rugiendo entre multitudes
Una de las pruebas de fuego del audio en unas primeras impresiones de presentación masiva es si con la contaminación acústica que generamos cientos de medios el dispositivo es capaz de hacernos llegar el audio de una manera «entendible». Esto lo consiguen en este caso los dos, si bien especialmente en el caso del tablet notaremos una vibración generalizada del dispositivo a partir de volúmenes medio-altos (probablemente debido al sistema de sonido de cuatro altavoces repartidos en los bordes, como ocurre en el iPhone 7).
No hemos podido valorar la calidad (imposible apreciarla en el contexto que os comentamos), pero teniendo en cuenta la potencia y el volumen de momento ambos parecen candidatos a buen dispositivo multimedia, teniendo en cuenta además que no había parones en la reproducción de vídeo local y online. El que parece estar algo más preparada para ello es el Tab S3, tanto por su poco peso como por ese «quad-stereo» de AKG con cuatro altavoces que no quedan cubiertas por las manos (o si ocurre pueden esquivarse cómodamente). Veremos qué tal se defienden en casa sin más sonido que el propio.
Primeras impresiones con notable alto y futuras esperanzas con nota dividida
Hace poco repasábamos el sector de cara a los posibles rivales con los que el nuevo Tab S3 tendría tras salir del huevo. En ese momento recordamos las cifras de un mercado que está yendo a menos inversamente proporcional al auge de los híbridos entre tablet y ultrabook.
Ahí también comentábamos que los coreanos no se habían pronunciado demasiado en lo referente a 2-en-1 y que la renovación del Tab S2 se esperaba ya el verano pasado, y con esta presentación ha tachado estas dos tareas de la lista. Pero siendo los dos productos aparentemente completos y con un funcionamiento satisfactorio, no se nos va esa sensación de que el que tiene más futuro (por mercado) es el Galaxy Book y ese plus de potencia y versatilidad con respecto al tablet.
Así, para el fabricante aún existe cierto público que pide tablets y por eso han hecho esta apuesta doble de cara a un usuario que busca algo más estándar y básico (lectura, multimedia, juegos, etc.) y para un perfil más profesional, con un 2-en-1. Tras este primer contacto con ellos las sensaciones son bastante buenas, aunque habrá que verlos en acción cuando las llenemos de apps y pongamos a prueba sus componentes con multitareas interminables o juegos de mayor exigencia gráfica.
También falta conocer los precios, ya que atendiendo a algunas características como los materiales o la construcción es posible que queden para los usuarios que no busquen un tablet o un 2-en-1 sencillos, sino algo más. Sobre todo en cuanto al Galaxy Book, que como hemos comentado puede tener distintas configuraciones.
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Samsung Galaxy Tab S3 y Galaxy Book, primeras impresiones: un tú a tú a la Surface, un puntero estrella y… Un tablet
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Anna Martí
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