Probamos la película negativa en blanco y negro KOSMOFOTO Mono
El primer día de este año 2018 publicábamos un artículo acerca de lo prolífico que había sido el 2017 en lo que se refiere a la introducción de nuevas películas. Y ello sin contar con que el 2016 no lo había sido menos, lo que viene a confirmar el creciente interés que lo analógico, fotoquímico o fílmico –a gusto del consumidor– suscita a veteranos, noveles, autores y alumnos de escuelas. Ello se refleja también en el interés por los cursos y talleres referidos a esta aproximación a una fotografía más lenta, más reflexiva, incluyendo el cada vez más popular festival Revela-T.
Bajo esta demanda en curva ascendente –de forma ligera pero clara– se producen distintos fenómenos –algunos de ellos paradójicos– pues así, por ejemplo, mientras Fujifilm descataloga más y más referencias –entre ellas algunas de las destinadas a la obtención de diapositivas en color– Kodak decide volver a poner en producción una nueva versión del Ektachrome que había discontinuado y que permite obtener… diapositivas en color. Por su parte, Film Ferrania, inició en 2014 una campaña Kickstarter que debería desembocar en la producción de una película de esa clase, si bien –por el momento– lo que tenemos es una película negativa en blanco y negro, la P30 ALPHA.
Otro interesante fenómeno, es –a nuestro juicio– el hecho de que personas concretas, a cargo de un sitio web, asumen la comercialización de nuevas películas con la colaboración de un gran fabricante (1). Estamos hablando, por ejemplo, de la película JCH Street Pan 400 y de la más reciente KOSMOFOTO Mono, de la que ahora os ofrecemos una primera prueba de campo. En este segundo caso, el promotor es Stephen Dowling de KOSMOFOTO.
En alguno de estos casos se nos indica que se trata de una emulsión “tuneada” ad-hoc a petición del que desea introducir la nueva película y ese es el caso de la JCH Street Pan 400 de Japan Camera Hunter –AKA Bellamy Hunt–, al que se la fabrica Agfa-Gevaert (2). En otros, como en el caso de la KOSMOFOTO Mono, se apunta hacia una emulsión “producida por un gran fabricante europeo”, sin especificar cual… aunque pronto os desvelaré el “secreto”.
Un embalaje muy atractivo
Cada una en su estilo, la JCH Street Pan 400 y la KOSMOFOTO Mono vienen en embalajes muy atractivos y eso también forma parte del encanto de usar este tipo de producto. A notar que la segunda iba a llamarse “ZORKI PHOTO MONO”, pero supongo que por cuestiones de marcas registradas se ha comercializado finalmente con otro nombre, aunque manteniendo una gran parte de la estética original del embalaje, con reminiscencias de la parte soviética de los inicios de la Era Espacial.
Tiempos de revelado recomendados
Stephen Dowling, de KOSMOFOTO, nos ofrece los siguientes tiempos de revelado para su película:
De todos esos reveladores, los más fáciles de encontrar en España son el Ilford ID-11 / Kodak D,76 –fórmulas equivalentes–, junto con el HC-110, T-Max y XTOL de Kodak. Para el Rodinal –por increíble que parezca, dada su importancia– hay alguna dificultad más, pero es fácilmente solventable.
Una sencilla búsqueda
Una vez conocidos esos tiempos de revelado oficiales, decidí cruzar esos datos con los propios de aquellas otras películas “producidas por un gran fabricante europeo”, de la misma sensibilidad, y dentro de una “horquilla” de probabilidad, y pronto me centré en un producto para el que se sugerían tiempos idénticos o casi para esa misma gama de reveladores: el negativo en blanco y negro Fomapan 100.
Tras extraer –y atemperar– unos rollos de Fomapan 100 de mi congelador, ya estaba listo para mi prueba particular: la del olor. Aunque se trata de una historia larga de contar, puedo aseguraros que cada película tiene un olor particular, y así un T-Max 400 huele distinto de un Tri-X 400 y otro tanto ocurre entre un Ektachrome y un Kodachrome. También entre un Fujifilm ACROS 100 y otro negativo en B/N… y, ¿lo adivinastéis? Sí, en efecto: la KOSMOFOTO Mono y la Fomapan 100 huelen exactamente igual. Ya solo me quedaba examinar con lupa las “telas” de los chasis y hacer una prueba final de exposición y revelado comparativo para certificar este origen común (3).
Los resultados
He realizado pruebas con distintas cámaras y ópticas, así como reveladores, centrándome finalmente en el XTOL 1+1 y el Rodinal 1:50. Puesto que no se suele recomendar –para ninguna película– tiempos de revelado más cortos de 4 o 5 minutos, descarté la opción del Rodinal 1:25 sugerida en la tabla. También he llevado a cabo tomas comparativas con Fomapan 100, con el resultado que podéis imaginar…
A continuación, os ofrezco unas pocas muestras. Lógicamente, la digitalización de los negativos impone sus límites.
Como puede verse por las sombras, esta toma está hecha bajo los últimos rayos de sol del atardecer. Al estar hecha con un “ojo de pez” de 16 mm para el formato de 24×36 mm la escena abarca una muy amplia gama tonal. Como orientación, las letras más brillantes del grafiti están realizadas con espray plateado metalizado. Exponiendo para el bogie de la derecha, en el original puede apreciarse textura tanto en el grafiti citado como en la zona en sombra de los árboles. Aunque dada la incidencia de la luz, y el ángulo de toma de 180º, aparece un poco de flare por el lado derecho, la verdad es que no puede pedirse mucho más por parte de la óptica, película y revelador, en una toma realizada a mano.
Con una situación de iluminación muy parecida a la de la toma anterior, el ángulo de toma ofrecido por la peculiar focal de 40 mm –por otra parte la estándar para la antigua Leica CL– resultó perfecto para esta combinación de columnas de perfil cuadrado y circular. Conseguir un encuadre sin casi inclinación con el visor telemétrico bajo una luz que se agotaba por segundos fue todo un reto, pero película, sistema de enfoque y objetivo cumplieron más que sobradamente.
Expuesto a ojo por la regla “sunny f/16”, la toma no tenía mayor complicación, salvo afinar con el encuadre, algo siempre un poco comprometido con una telemétrica. Por eso esta toma tiene un cierto recorte por la parte inferior, para obviar los picos de unos edificios que “se colaron” por allí… Para los que estén echando cálculos: en efecto, tras las primeras pruebas, en mi opinión la KOSMOFOTO Mono rinde mejor a IE 80 que a 100 ISO (4).
Bajo un día muy nublado, esta combinación de elementos arquitectónicos más o menos pretenciosos, compiten –y en mi opinión pierden– con las formas orgánicas del árbol de invierno. La KOSMOFOTO Mono es capaz de reflejar desde los más sutiles plateados hasta los negros más profundos.
Aunque a f/11 el Voigtländer Nokton 40 mm f/1,4 está ya entrando en zona de difracción, en esta toma –sobre todo en la parte izquierda– se puede apreciar la capacidad de arrancar textura de la película. En la parte derecha, las letras –en “purpurina” plata brillante, producen un curioso efecto de flare en el Nokton, que lleva revestimientos clásicos, no multicapas.
El Zuiko MC Auto-Zoom 35-70 mm f/3,6 es “el zoom bueno” en esas focales de la época OM. Aunque en sujetos muy críticos deja ver un cierto grado de distorsión, para este en concreto, que no lo es menos, se portó con cierta gallardía. Los multirrevestimientos se alían con la buena voluntad de la película para una rica y delicada gama tonal.
Puedo afirmar que la traslación de los valores de la escena original a grises por parte de la KOSMOFOTO Mono fue perfecta en este caso. Por si os lo preguntáis: sí que estuve tentado de clonar los edificios de las esquinas, pero finalmente la imagen me gustó más con esa inclusión: esa imperfección, unida a la ligera inclinación, me ofrece una mayor sugerencia de “naufragio” coherente con la actitud que quiero ver en el personaje principal.
Conclusiones
Si bien no sabría decantarme por el revelador XTOL o el Rodinal, los resultados ofrecidos por la KOSMOFOTO Mono me han parecido muy satisfactorios. La base es en triacetato de celulosa, con un ligero tinte gris, y seca de forma bastante plana, pero no tanto como un soporte de poliéster. El grano es contenido con los dos reveladores utilizados y la gama tonal amplia y rica, con buena latitud de exposición. Este tipo de prueba –si tenemos en cuenta que muy, muy probablemente estamos ante una Fomapan 100 bellamente vestida– nos hace ver que hay productos considerados muy humildes que pueden ofrecernos una alta calidad a buen precio. Y por alusiones, tenemos que hablar del precio.
Un rollo de KOSMOFOTO Mono tiene un precio de 4 libras, lo que supone aproximadamente 4,5 € al cambio, a lo que habría que sumar los portes –discretos–. Por su parte, para el Fomapan 100, he visto precios –en España– de entre 4,01 y 4,20 € –más los portes–, o de 3,49 € en Macodirect –Alemania–, con unos portes para este último proveedor que lo hace más bien prohibitivo (5). Así pues, si optamos por el KOSMOFOTO Mono nos sale solo un poco más caro, pero podemos presumir de exclusividad y además… saber que apoyamos un medio web especializado en fotografía. La decisión es del usuario.
(1) Esta opción –que ahora se viene en llamar rebranding– no es realmente nueva, y así los más veteranos recordarán que hasta “El Real Madrid Club de Fútbol” vendía rollos de película –negativa en color, en 35 mm– con su marca, escudo y “colores”.
(2) Personalmente, pienso que la JCH Street Pan 400 se deriva de la Rollei Superpan 200, por su parte un producto de Agfa Gevaert.
(3) La “firma” en los bordes de la película no es la misma… ya que la KOSMOFOTO Mono, no lleva. Ello no quiere decir que en un futuro Stephen Dowling no pueda cambiar de proveedor a voluntad, pero parece poco probable. Podéis encontrar más combinaciones de revelador para la Fomapan 100 –AKA KOSMOFOTO Mono– siguiendo el enlace de Digitaltruth.
(4) Según Stephen Dowling, ajustando el revelado, puede exponerse entre IE 50 e IE 400.
(5) Por el momento, ni la KOSMOFOTO Mono ni la Fomapan 100 están disponibles en tiendas físicas de ciudades como Madrid, Barcelona, etc., por lo que siempre habrá unos ciertos gastos de portes.