OnePlus 5T, toma de contacto: el desafío de pulir un flagship en 5 meses
OnePlus quiere seguir siendo un actor importante en una cada vez más competida industria. Comenzaron con una propuesta que muchos conocen ya: ofrecer un gran smartphone a un precio reducido. Lo consiguieron. Este año el escenario cambió un poco: la propuesta de dispositivo seguía siendo fantástica pero con un precio menos contenido. Competir en la gama alta en 2017 se ha convertido en una batalla donde solo unos pocos pueden dar la nota y la compañía fundada por Carl Pei quiere demostrar que van a seguir ahí con el OnePlus 5T.
El año pasado vimos como OnePlus se animaba a rehacer su buque insignia anual con una edición ‘T’. Una vuelta más, unos retoques a algo que ya funcionaba muy bien para convertirlo en un producto más pulido. Con el OnePlus 5T vemos que hay muchas cosas que siguen iguales pero como ocurre en este sector, la diferencia está en los pequeños detalles. Hemos pasado unas cuantas horas con él y estas son nuestras primeras impresiones.
Poniendo a punto el diseño para la tendencia del año: el formato 18:9
Cogemos el OnePlus 5T y vemos que, a simple vista, la propuesta de diseño del modelo que salió unos meses atrás no ha cambiado. Cuerpo metálico que en el color Midnight Black, como lo denominan ellos, luce sobrio y elegante. La distribución de botones se mantiene, con ese útil interruptor en el marco izquierdo para activar los modos de sonido. El altavoz sigue en el marco inferior junto al USB-C y el jack de 3,5mm al que OnePlus, de momento, se resiste a quitar.
El material del cuerpo sigue siendo algo resbaladizo pero gracias a la curva hacen que el agarre sea firme y seguro. Es un teléfono que en mano, en mi caso grandes, sienta muy bien al tacto y da la suficiente confianza para poder manejarlo sin miedo a que se nos caiga. Fijándonos en la parte trasera observamos los dos primeros cambios: el sensor de huellas lo tenemos en esta posición y la cámara ahora sobresale un poco más que en el OnePlus 5 original. Lo primero no me supone un problema, llego bien con los dedos. Lo segundo no me importa tanto pero es un detalle que muchos lo tendrán en cuenta.
Encendemos la pantalla y ahora sí vemos dónde está la gran diferencia de esta versión T: el panel crece para sumarse a la tendencia del formato 18:9. Un centímetro más por arriba, otro por abajo en la vertical, que se traducen en más espacio aprovechado, marcos más finos y la eliminación del botón frontal que, como hemos mencionado hace un momento, se va a la parte trasera.
El formato ultrapanorámico es una de las principales innovaciones de este año en la gama alta y OnePlus no quería perder la oportunidad de tener su terminal con esta pantalla. La primera impresión es muy buena: sensación de amplitud, más atractiva y sin nada que envidiar a otros terminales con los que compite en este formato.
En el panel en sí vuelven a apostar por un OLED que en este caso aumenta un poco de resolución a lo alto para llegar a 2160 píxeles, frente a los 1980 del OnePlus 5. La horizontal se mantiene en 1080. Misma tecnología y a falta de verlo más en detalle en nuestro análisis no se aprecian cambios significativos: buena luminosidad, no hay pérdidas importantes cuando cambiamos el ángulo… Mantenerse en 1080 y no dar el salto a una resolución mayor sigue sin ser un problema.
Por dentro todo sigue igual, no había necesidad de hacer cambios
Mirando las especificaciones vemos que nada ha cambiado: Snapdragon 835 con 8GB de RAM (en la versión a la que hemos tenido acceso) siguen demostrando que son una combinación que funciona a la perfección y que ofrece una de las experiencias más fluidas en un smartphone con Android. Veremos en los benchmark y en el día a día pero lo que tengo claro es que no había necesidad de tocar nada en las tripas.
Oxygen vuelve y, de nuevo, demuestra que su sencillez como capa hace que el teléfono rinda bien, que todo fluya y cuente con funciones extras interesantes tanto para el gran público (modo lectura, capturas expandidas, una interfaz sencilla e intuitiva) como para los que quieren una experiencia más técnica: calibración de pantalla, aplicaciones paralelas… Eso sí, seguimos con Android 7.1 Nougat, habrá que esperar un poco a que llegue 8.0 Oreo.
El reconocimiento facial llega como alternativa para los que no les guste el lector de huellas en la parte trasera. La primera impresión es positiva: es rápido y funciona.
Lo que más nos ha llamado la atención dentro de las funcionalidades es el software de reconocimiento facial. Llevarse el lector de huellas a la parte trasera no gustará a todo el mundo y OnePlus es consciente de ello. Por eso, además de ofrecer esta opción de seguridad introducen el reconocimiento facial, esa tecnología que si bien no es nueva estamos viendo que este año ha vuelto a ganar protagonismo.
OnePlus no ha querido complicarse e introducir su propio software de reconocimiento, en el 5T la encargada de identificar nuestra cara será la API de Google. ¿Funciona? Sí, y bastante bien además. Tenía algunas dudas tras haber probado otros sistemas como el del Note 8 pero la primera sensación es muy positiva. Es eficaz y ágil.
¿Qué ocurre con las fotos? ¿Se le puede engañar? Hemos hecho algunas pruebas rápidas intentando confundir al móvil con imágenes y no ha colado. Lo único que hemos notado es que si lo intentamos varias veces consecutivas cuando intenta detectar una cara real tarda en responder. Nada que no se arregle apagando y encendiendo la pantalla. ¿Qué tal se lleva con las gafas? Muy bien, aunque no hemos tenido oportunidad de probar con gafas de sol. Lo veremos en nuestro análisis.
En la cámara no hemos notado grandes cambios. Con condiciones de luz favorables su rendimiento es excelente: poco ruido, buena definición en los detalles cuando hacemos un recorte al 100%… Veremos en nuestro análisis si en condiciones con poca luz ha mejorado su desempeño y si hay estabilización de imagen. Con esos dos puntos resueltos, podría ser un competidor formidable en el apartado fotográfico.
No esperaba una gran evolución con este modelo T, el año pasado ya vimos que la intención de esta serie era pulir pequeños aspectos para hacer más redondo el flagship del momento. Este año vemos que se repite la fórmula: cogemos un muy buen producto, añadimos un par de detalles y, además, nos subimos al barco de las pantallas 18:9. Pocos cambios, sí, pero en estas primeras impresiones me quedo con la sensación de que estamos, de nuevo, ante un producto muy completo. Saldremos de dudas, dentro de poco, en nuestro análisis.
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OnePlus 5T, toma de contacto: el desafío de pulir un flagship en 5 meses
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Xataka
por
Juan Carlos González
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