NAB Show 2017 – Crónica (XI)
Avanzamos en nuestro recorrido por las ópticas para cinematografía de nuevo cuño más relevantes del NAB Show 2017, analizando las novedades de Atlas y Canon.
Atlas Lens
La Atlas Lens Co. es una empresa recién creada. Sus principales responsables son el fundador de Paralinx –Dan Kanes– y el jefe de diseño y director de fotografía Forrest Schultz. Ambos se declaran amantes irredentos de las ópticas anamórficas y se plantean desarrollar –con esta compañía– un juego de ópticas asequibles, modernas en su operación y configuración práctica, pero que proporcionen un aspecto retro, más propio de los clásicos objetivos anamórficos de los años setenta.
En esta edición del NAB Show han mostrado su Orion 65mm T2 2x cuyo círculo de imagen cubre el sensor de las ARRI ALEXA SXT W o ALEXA Mini, incluso en su modo “Open Gate”. Esta 65mm es la primera distancia focal de un rango inicial de tres, a la que se sumarán una 40 mm T/2 y una 100 mm T/2. Como ya es habitual, comparten diámetro frontal –de 110 mm– y distancias entre los anillos. Están diseñadas específicamente para ser compatibles con las unidades de mando de foco y con los motores más actuales. El ángulo de giro del anillo de enfoque es de 270º.
Schultz ha supervisado por completo el diseño óptico, que se ha realizado dentro de la propia compañía partiendo de cero. Su propósito es permitir a los usuarios elegir entre obtener reflejos internos cuando lo deseen o evitarlos cuando no sea así. Asimismo, pretenden eliminar la molestia que provocan las luminarias presentes dentro de la escena cuando resultan demasiado llamativas.
En una inicial toma de contacto, gran parte del objetivo parece cumplido. Si bien, el carácter vintage con que se ha querido dotar a este primer juego mantiene algunas de las peores características de las ópticas anamórficas primigenias. El más molesto, a nuestro juicio es el exagerado “efecto paperas” que presentan.
Tal es la denominación anglosajona –mump effect– para la distorsión que parece inflar los rostros de los actores cuando estos se acercan bastante a una óptica anamórfica, aunque nosotros siempre hemos propuesto sustituirla por la más castiza y cariñosa referencia al “efecto zampabollos” –con escaso éxito, por ahora–. Da igual lo nostálgico, modernillo –o incluso rancio– que se sea. Este fenómeno óptico no era deseable en los setenta y no lo es ahora. Hay que tener en cuenta que el mercado de ópticas anamórficas es cada vez mayor y gran parte de la competencia –aunque a precios mucho más elevados– ha eliminado por completo este problema.
Canon
Hace ya un año que la empresa nipona presentó su óptica zoom compacta –con servo y montura EF– CN-E 18-80mm T4.4 L IS KAS, un híbrido que combina los atributos de su gama de ópticas fotográficas y los de su rango de ópticas cinematográficas.
En su diseño confluyen tres familias diferentes de objetivos: los más de sesenta que conforman su serie L (luxury) EF de fotografía fija profesional, los zoom de cine con barriletes manuales de enfoque, diafragma y zoom (CN-E 15,5-47 mm T/2,8 L S, CN-E 30-105 mm T/2,8 L S, CN-E 14,5-60 mm T/2,6 L S y CN-E 30-300 mm T/2,95-3,7 L S, todos ellos excelentes y muy equilibrados) y los zoom Cine-Servo (CN7x17 KAS S Cine-Servo 17-120 mm T/2,95-3,9 y 50-1000 mm T/5-8,9). El resultado conforma una opción muy versátil y al tiempo asequible para un mercado mucho más grande de usuarios. La relación calidad-precio es verdaderamente estimable, si bien no vamos a ocultar que sus prestaciones y rendimiento general –aunque correcto– no nos emociona particularmente.
La línea incorpora una nueva óptica en 2017: la Canon CN-E 70-200 mm T/4,4, L IS KAS S, que viene a cubrir el rango de distancias focales esenciales en telefoto y complementa a la anterior. Con estos dos objetivos ligeros, compactos y de coste comedido podemos abarcar desde 18mm hasta 200mm. Un multiplicador –accesorio– 2x extiende el rango hasta los 400mm. El diafragma es de 9 palas y los revestimientos aplicados al bloque óptico proporcionan consistencia cromática con el resto de ópticas de cine de la firma. Muchos fabricantes afirman realizar esta operación cuando adaptan sus ópticas de fotografía para su uso en cine –sin que nuestras pruebas posteriores den fe de tamaña coherencia cromática– pero en el caso de Canon tal consistencia es muy notable y perfectamente demostrable.
No podemos pasar por alto una característica de la que rara vez disfrutamos en un zoom cinematográfico: la estabilización óptica (IS) de gran calidad que el nuevo modelo ha heredado de sus equivalentes fotográficos. Las tomas en camera car, o en embarcaciones, drones, cardanes y helicópteros son mucho más suaves -incluso en un rodaje de guerrilla sin apenas medios técnicos a nuestro alcance. Lo mismo ocurre cuando tenemos que filmar desde una cabeza caliente en exteriores en días con viento. Cuando el calendario se nos viene encima y tenemos que finalizar las jornadas rodando el mayor número de páginas de guión posibles, hasta una toma con dolly en un suelo irregular y lleno de baches se traduce en un movimiento fluido y firme. Por no hablar del alivio que supone su uso en planos cámara en mano a distancias focales telefoto. La estabilización óptica en zoom de cine –que hasta hace muy poco era tabú por la pérdida de calidad que suponía– ha venido para quedarse y Canon lo está diciendo alto y claro. Sin duda, el futuro depara más juegos con tales prestaciones –tanto por parte de Canon como de otros fabricantes–.
En el universo fotográfico, se cuantifica a menudo el rango de estabilización por el número de pasos de exposición que se ganan. Es decir, que una estabilización óptica equivalente a tres pasos significa que la imagen se mantendrá estable a 1/30 de segundo cuando sin ella requeriría un valor de 1/250 s para obtener un resultado nítido. En cinematografía, sin embargo, estamos obligados a rodar en la mayoría de los casos a 24 fps y 172,8º de ángulo de obturación –o 1/48 s–. La única forma de cuantificar la estabilización en esta clase de ópticas es calculando cuánto más podemos accionar el zoom -con la función IS activada- manteniendo una imagen firme. Los resultados, aunque predecibles para quien ha usado ópticas de serie L, no dejan de ser excelentes. Primeros planos –que antes hubieran implicado un temblor constante en la imagen– ahora son completamente estables –tanto que no podemos descartar que hipsters y videoartistas desactiven la función IS, en cuanto se den cuenta del aspecto profesional que otorgan al plano–.
Al igual que ocurre con sus ópticas tele fotográficas profesionales, Canon incorpora un interruptor con tres posiciones para la estabilización óptica. La posición A es válida para su uso estándar cámara en mano. La B proporciona una corrección más vigorosa de la vibración y resulta idónea para rodar vehículos en movimiento. La C es específica para el rodaje con trípode y evita que la imagen rebote cuando detenemos el movimiento.
La montura de este nuevo modelo de zoom compacto es exclusivamente EF. Los mecanismos de auto-foco y apertura automática de diafragma funcionan muy bien con todas las cámaras de la línea CINEMA EOS del fabricante –y el sistema Dual Pixel AF es particularmente bueno con la C300 MK II y la C700–. El modulo de control, situado en la parte derecha, contiene motores, controles y conectores, así como unos pequeños botones para accionar el zoom. Los motores se pueden apagar para accionar los anillos de forma manual. No hay ninguna necesidad de extraer este módulo y por eso permanece unido a la óptica. Tampoco hay que recalibrarlo cuando se cambia de modo manual a automático. Existe una unidad servo externa e intercambiable (ZSG-C10) que se puede emplear con cualquiera de las dos ópticas del juego. Se acopla al módulo de control con un único tornillo por medio de una roseta estándar y también se puede usar con un brazo extensible. El anillo de enfoque parfocal tienen un ángulo de giro de 130º y todos los anillos incluyen una superficie dentada para piñones de 0,8M.
En nuestra próxima entrega comenzaremos a hablar de alguna de las novedosas lineas de ópticas diseñadas ex-profeso para sensores de cine de gran formato (VistaVision y 65 mm).