Microsoft desarrolla un prototipo de cámara con sensor curvo
Que los sensores curvos llegarán a nuestras cámaras en un futuro cercano es prácticamente un hecho. No es ningún secreto que diversas compañías llevan ya tiempo trabajando en este tipo de sensores –Canon, Nikon o Sony son solo algunos de los nombres más conocidos–, una tecnología que permitirá paliar –o al menos minimizar– uno de los problemas más frecuentes en cuanto a la calidad de imagen se refiere, el de la disminución del rendimiento óptico a medida que nos alejamos del centro del fotograma.
De momento, seguimos en la fase de publicar patentes y estudios al respecto –salvo alguna curiosa excepción como el “bote de perfume”/cámara para selfies Sony KW1, el primer gadget de la compañía en utilizar un sensor de imagen curvo–. Ahora es el turno de la multinacional líder en software Microsoft, que bajo el nombre “Highly curved image sensors: a practical approach for improved optical performance” –”Sensores de imagen altamente curvados: una aproximación práctica para unas prestaciones ópticas mejoradas”–, anuncian haber creado un primer prototipo de cámara con un sensor cuya curvatura es hasta tres veces mayor que lo conseguido hasta la fecha.
Gracias a este sensor curvo es posible corregir las aberraciones mucho más fácilmente, así como crear ópticas gran angulares con un mejor comportamiento en todo el fotograma de la imagen. Efectivamente, gracias a esta curvatura se compensa en parte la inclinación de los rayos de luz incidentes y se consigue una iluminación prácticamente uniforme en todo el sensor de imagen sin tener que recurrir a complicadas estructuras de microlentes que intentan corregir la falta de luz en las esquinas. Según Microsoft, su prototipo –dotado de un sensor curvo de tamaño 1/2,3″– superaría en prestaciones a una Canon 1Ds equipada de una óptica 50 mm f/1,2, equipada con un sensor estándar de mayores dimensiones.
Por otro lado, tal como recalca Microsoft, aún tendremos que esperar antes de ver este tipo de sensores curvos en nuestras cámaras. Uno de los problemas más evidentes es la dificultad de fabricación de los mismos –hay que moldear los wafer de sensores–, lo que encarece su producción en masa. Si bien los primeros prototipos son sensores más bien pequeños –como los que encontraríamos en una cámara compacta-, la compañía explica que el proceso de curvatura aplicado es escalable a sensores de mayor tamaño.
Más información en la página de Microsoft y en el PDF del artículo.