Hemos intentado diseñar un producto con todas las tecnologías con hype y buzzwords del momento: éste es el resultado
Con el teléfono móvil nos conectamos a Internet, escuchamos música y podcasts, vemos películas y series en sus pantallones enormes y de gran definición, jugamos a videojuegos, pagamos la compra y la cena, nos orientamos, hacemos fotos y selfies (muchas fotos, muchas selfies), nos whatasppeamos con nuestra familia, amigos y contactos, incluso podemos escanear documentos, ligar o hacer nuestras gestiones bancarias. Y sí, de vez en cuando hablamos por teléfono.
En Xataka hemos querido jugar un poco a ser visionarios e imaginar cómo quedaría otro producto de electrónica de consumo si tuviera una evolución similar a la de los móviles pero añadiendo las tecnologías, protocolos y tendencias más de moda en este 2017.
Podría haber sido una calculadora, un frigorífico, un altavoz bluetooth, un robot aspirador o cualquier otro cacharro pero finalmente nos hemos decantado por un robot de cocina. Nos va el riesgo, no hay duda de eso.
¿Qué es un robot de cocina?
Empecemos por el principio, por el producto que queremos tunear: los robots de cocina. Un robot de cocina no es más que un electrodoméstico que se usa para automatizar diversas tareas repetitivas en el proceso de la preparación de la comida. Estas tareas repetitivas, según lo avanzado (y caro) que sea el robot, incluyen rebanar, trocear, picar, rallar, mezclar, amasar, batir, montarm cocer y otros muchas dependiendo del número de accesorios con los que se cuente. Vamos, viene a ser (casi como) un pinche de cocina.
Se vienen usando en entornos profesionales desde los años 50 pero no fue hasta los 70 cuando llegó al ámbito doméstico. En España, y en muchos otros países europeos,el robot de cocina más popular desde los años 80 ha venido siendo la Thermomix de la empresa alemana Vorwek.
La Thermomix siempre ha sido un producto caro (más de 1000 euros su última versión, la Thermomix TM5, que data de 2014) pero se ha ido generando un culto a su alrededor, en parte por su cerrado modelo de venta exclusiva a domicilio, que en España ha tenido siempre mucha aceptación (Círculo de Lectores, Avón…). Gracias a esto ha llegado a convertirse, por ejemplo, en uno de los regalos estrella en las bodas de toda la geografía española a lo largo de los años.
Como se trata de un producto de gama alta, sus características marcan el devenir del mercado y en la susodicha versión de 2014, la TM5, incorporó una pantalla digital y posibilidad de cargar recetas y seguirlas paso a paso (con lo que, en una vuelta de tuerca, tu pasas a ser el pinche del robot). Partiremos de aquí e iremos añadiéndole funcionalidades, accesorios y tecnologías. A este robot de cocina en estado inicial lo llamaremos de ahora en adelante Cocineitor2000.
Expansión #1: conectividad IoT
Estamos en 2017 y se hace impensable para un amante de la tecnología (y los lectores de Xataka lo somos, que duda cabe) que entre en nuestra casa un aparato nuevo que no esté conectado o no tenga posibilidades de adheririse al IoT (Internet of Things).
Ya hay robots de cocina como el Mycook Touch de Taurus que vienen con wifi incorporada e incluso Thermomix ha sacado un accesorio que permite la conexión a Internet y el acceso a una plataforma de recetas. Es, está claro, el camino a seguir.
Teniendo un robot de cocina conectado podemos desarrollar unas apps para Android e iOS, que a parte de posibilitar el acceso a información útil, trucos o promociones, permita el recibir notificaciones push cuando alguno de los pasos de la receta que Cocineitor2000 está preparando haya terminado o, por ejemplo, iniciar el proceso de cocinado a distancia cuando más nos convenga (algo mucho más flexible que la programación de toda la vida).
Además, si tenemos otros dispositivos y electrodomésticos conectados a nuestra red de IoT, las posibilidades se multiplicarían. Por ejemplo, si nuestro frigorífico está en red, Cocineitor2000 puede pedirle que nos pase un listado de los alimentos que tiene almacenados y en base a ellos y a las recetas de las que dispongamos (y un poco de machine learning, pero no adelantemos acontecimientos), sugerir alguna receta que sea viable y de nuestro agrado. Sería un auténtico pelotazo.
Expansión #2: wallet y minería Bitcoin
Vivimos una época de auge absoluto de las criptomonedas (aunque alguno lo llamaría burbuja más que auge): mientras escribo este artículo 1 bitcoin vale 6.306 euros y 1 ether vale 258 euros (hace poco hablamos en Xataka de Ethereum precisamente). Lejos quedan los tiempos de aquella primera transacción con bitcoins en 2009, donde un par de pizzas de Papa John’s costaron cerca de 10.000 bitcoins.
Con nuestro Cocineitor2000 conectado al IoT, como hemos visto en el apartado anterior, puede tener acceso a toda una plataforma de recetas online que creemos. Muchas serán gratuitas, claro. Pero otras, creadas por los mejores chefs, serán de pago. Y aceptamos bitcoins porque queremos estar a la última. Lo lógico sería tener un wallet de bitcoins en el propio Cocineitor2000 para así realizar los pagos directamente.
Un wallet de bitcoins no es más que un programa que abstrae el concepto del monedero o billetera físicos y permite almacenar bitcoins. Los hay para escritorio, para móvil, online o incluso dispositivos hardware específicos. A partir de ahora, también para nuestro Cocineitor2000.
Y ya que estamos adentrándonos en el mundo de los bitcoins, podemos conectar Cocineitor2000 a Blockchain, la base de datos (libro de cuentas más bien) de sólo consulta con todas las transacciones realizadas con bitcoins, a nuestro Cocineitor2000 y que mientras pela, corta, muele y cocina, también vaya validando transacciones pendientes, lo que se conoce como minar bitcoins y que está recompensado con pequeñas cantidades de moneda. Así que mientras cocinamos estamos rellenando nuestra wallet de bitcoins contantes y sonantes (bueno, esto ya veremos en las conclusiones que no es tan guay como se pinta).
Expansión #3: machine learning
El amigo Cocineitor2000 tiene que tener la capacidad de aprender para hacerlo cada vez mejor y que la experiencia de cocinar con él vaya siendo cada vez más satisfactoria. Ahí entra, como adelantábamos hace unos cuantos párrafos, el machine learning, una rama de la inteligencia artificial.
Básicamente el machine learning viene a ser una serie de algoritmos que recogen datos, aprenden de ellos y en base a eso, realizan predicciones o aportan sugerencias. Nuestro Cocineitor2000 (cada vez más 2.0), por tanto, podría comprobar los alimentos en la nevera, cruzarlos con las recetas de las que dispone y en base a las preferencias del usuario, sus elecciones anteriores y toda una base de conocimiento (al rico Big Data), que puede ser local o en la nube, seleccionar la receta más adecuada.
Pero podemos ir todavía más allá y adentrarnos en el terreno de la computer vision y el deep learning: Cocineitor2000 podría tener un lector de imágenes incorporado que escaneara cualquier imagen de comida que encontremos por Instagram o Pinterest (o se la podríamos compartir por medio de Bluetooth o NFC si equipamos a Cocineitor2000 adecuadamente).
En dicha imagen Cocineitor2000 identificaría los alimentos incluidos y te propondría la mejor receta para conseguir una comida similar. Si la receta es gratis, se te bajaría inmediatamente. Si es de pago, tendrías que apoquinar cierta cantidad de bitcoins. Todo está interconectado.
Expansión #4: asistente de voz con IA
La pantalla táctil de 7 pulgadas que le hemos puesto a Cocineitor2000 es muy chula (recubierta además de Gorilla Glass para aumentar su resistencia y facilitar su limpieza) y facilita mucho el acceso a todas las características que este «thermomix killer» posee. Pero estamos en 2017 y los asistentes de voz son ya toda una realidad… e incluso empiezan a incluir Inteligencia Artificial de verdad y no sólo simulada.
Siri de Apple, Assistant de Google, Cortana de Microsoft o Bixby de Samsung (que está en pañales pero que es el primero que de verdad promete ser inteligente) son ya muy comunes entre todo tipo de públicos.
Por lo tanto sería innegociable que nuestro robot de cocina reaccionara a un ‘Hola Cocineitor2000’ (sí, lo se, al nombre hay que darle una vuelta), nos fuera guiando por la receta de viva voz y fuera interaccionando con nuestros ruegos y preguntas sin tener que acercar nuestras posiblemente pringosas manos a la pantalla.
Expansión #5: acceso biométrico
Poner un control de acceso biométrico a Cocineitor2000 puede ser bastante interesante. Así evitas que lo puedan usar los niños y puedes personalizar la experiencia de cada uno de los usuarios (recetas personalizadas, sólo ciertos usuarios podrán pagar con bitcoins…).
Las opciones para este acceso biométrico (desechamos contraseñas, patrones y demás remanentes del siglo XX) son muchas, desde la huella digital que tan de moda se ha puesto en los terminales móviles de gama alta al acceso vía retina en plan ‘Minority Report’ pasando por el patrón facial a lo nuevo iPhone X… aunque este pueda dar lugar a cómicos equívocos.
Pepe el marismeño desbloqueando el #iPhoneX de Susana Díaz pic.twitter.com/bHxIHQ8aYf
— Ecce Betis Oé (@RoalesAntonio) 12 de septiembre de 2017
Aunque si de mi dependiera (y la tecnología existiera, obviamente) yo me decantaría por la identificación por respiración vista en ‘Star Trek Discovery’, la nueva serie trekkie estrenada hace un par de meses.
Expansión #6: realidad virtual
La realidad virtual lleva amagando con ser the next big thing desde hace décadas. ¿Lo conseguirá finalmente? No lo sabemos pero mejor tener a nuestro Cocineitor2000 preparado por si acaso.
Unas gafas de realidad virtual, vendidas aparte como accesorio, eso sí, que permitan ejecutar una serie de aplicaciones que amplíen la experiencia de cocinar con nuestro Cocineitor2000. Por ejemplo una en la que eliges una cualquiera de las recetas que Cocineitor2000 tiene cargadas y te enseñe a prepararla virtualmente junto a grandes chefs con estrella Michelín.
Otra que te vaya dando paseos por los mejores mercados de abastos del mundo. Otra con un nutricionista personalizado que te guié por el proceloso mundo de las calorías y los hidratos de carbono. Y bueno, seguro que a los grandes diseñadores y expertos en realidad virtual de nuestro equipo se les ocurren otras muchas aplicaciones interesantes y valiosas… o más les vale.
Y el veredicto es…
La imagen encima de estas líneas pertenece a un célebre capítulo de ‘Los Simpson’. En él, Homer encuentra un hermano perdido que resulta ser un millonario magnate del automóvil. La empresa de Herb, que así se llama el hermano de lustrosa melena de Homer, está en crisis y el tal Herb recurre a Homer para que diseñe un coche que de verdad conecte con lo que la gente de a pie, el pueblo, quiere.
El resultado es El Homer (baja Modesto, que sube Homer). Una aberración, un frankencoche absurdamente caro y feo, digno de acabar en el Failure Musseum sueco (como muchos móviles y smartphones, por cierto).
No sabemos si nuestro Cocineitor2000 2.0 supervitaminado y mineralizado con todo lo que está sonando fuerte en tecnología en este 2017 terminará en dicho museo del fracaso o si tendremos que actualizar este post de «Las 23 peores ideas de meterle tecnología a cosas que no lo necesitan» e incluirlo, pero si sabemos que sería caro, muy caro.
Feo no tanto (o por lo menos no mucho más feo que los robots de cocina actuales, mucho más funcionales que estilosos en la mayoría de los casos) ya que la mayoría de cambios y extensiones serían internos salvo el ponerle una pantalla táctil lo más grande posible, micrófono, altavoz, lector dactilar y, quizás, lector de imágenes. Pero el precio si que se dispararía.
Y los robots de cocina ya son, per se, artilugios bastante caros (los de gama media y alta, claro) pero con toda esta tecnología innovadora incorporada, lo serían todavía más. Tanto por la circuitería y equipamiento que habría que añadir como todas las plataformas software e instancias en la nube que abría que desarrollar y mantener.
Y además no es oro todo lo que reluce. Por ejemplo, minando bitcoins mientras cocinas, ahora que los chinos y muchas compañías se han puesto a ello, seguramente no te de ni para pipas. Otro ejemplo: sin verdadera inteligencia artificial, un asistente de voz más, sería poco impactante y atractivo.
Y seamos serios, lo de la realidad virtual no es más que una pijada sacacuartos sin verdadera utilidad (se podría sustituir por vídeos consumibles a través de la pantalla digital o en las apps sin ningún problema). Seguramente aumentar el número de funciones sin recurrir a caros accesorios o las temperaturas y velocidades de cocinado sería mucho más apreciado entre los potenciales compradores de Cocineitor2000 2.0. O contratar a Bertín Osborne para que sea nuestro George Foreman particular.
Entonces, ¿merece la pena tanto esfuerzo en innovar con Cocineitor2000?, ¿sería un éxito de ventas a pesar de que cueste más que un iPhone X? Bueno, vosotros diréis en los comentarios si lo compraríais. Aceptamos bitcoins, claro.
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Hemos intentado diseñar un producto con todas las tecnologías con hype y buzzwords del momento: éste es el resultado
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por
Fernando Siles
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