Grandes fotografías de la historia: 'Muerte de un miliciano' de Robert Capa
‘Muerte de un miliciano’ de Robert Capa es una de las fotografías más famosas de la historia. Es uno de los grandes símbolos antibelicistas por antonomasia. Pero como todos los grandes trabajos tiene sus luces y sus sombras. Vamos a conocer la realidad de ‘Muerte de un miliciano’
Una fotografía tiene que contar historias. Si no, no tiene sentido alguno. Tiene que comunicar, llamar la atención por la composición, por la luz, por lo que no se ve. Y hablar de las fotografías de Robert Capa es hablar de uno de los últimos aventureros del siglo XX, esos que viajaban a lugares imposibles, enamoraban a las actrices de moda y con los que vivir era poco menos que una fiesta.
No es el momento de contar su biografía sino para recordar una de sus fotos más famosas, una de las que ayudo a mitificar su figura. Porque Robert Capa no es solo una persona. Era el personaje inventado por él, Ernö Friedmann, y Gerda Taro. Un fotógrafo americano que había ido a trabajar a España durante la cruenta guerra civil y que ofrecía sus trabajos a las revistas europeas. Muchos cayeron en el engaño y todo fue perfecto hasta la muerte de Gerda bajo un tanque en un pueblo de Madrid.
Parece ser que Robert Capa reunía el trabajo de ambos, aunque la firma masculina es la que ha quedado para la historia. Una de tantas injusticias que están saliendo a la luz en estos tiempos. Algún día se sabrá toda la verdad… y hasta entonces sería interesante ver las fotografías del seudónimo Capa firmadas por los dos.
‘Muerte de un miliciano’
Esta fotografía, que podría haber hecho cualquiera de los dos, aunque siempre se ha afirmado que la hizo él (así aparece en la biografía de Richard Whelan) es del 5 de septiembre de 1936 (siempre me ha llamado la atención que sin metadatos ni nada alguien se acuerde con tanta precisión de la fecha exacta del disparo). Se publicó por primera vez en la revista Vu. La fama le llegó cuando apareció en Life.
Desde ese momento se convirtió en un referente de la guerra civil española. Está casi a la altura del Guernica de Picasso. Incluso en tiempos pasados podíamos disfrutar de ambos trabajos juntos en el Reina Sofía, pero ya no están juntos. El mítico cuadro sigue en su sitio, pero la fotografía ha perdido su posición…
En la imagen se observa a un soldado de la milicia, es decir, a un ciudadano normal y corriente armado por un situación bélica, que cae fulminado por un disparo. Lo que llama la atención de la fotografía es que vemos el instante mismo de la muerte, la trágica caída de la mortalidad contra un fondo vacío. Como si estuviéramos viendo un cuadro de Goya. La fama de Robert Capa llegó con este doble disparo. De aquí a la eternidad.
¿’Muerte de un miliciano’ es una fotografía verídica?
Más que verídica debería preguntar si es periodística. Y mi respuesta es no. Quizás pueda ser considerada documental. Pero pienso que no es real. Y creo que no es grave. Hay que situarla en su contexto. Quizás Robert Capa entendió antes que nadie el sentido del espectáculo bélico para lograr vender más periódicos. Enséñame algo llamativo para que la masa responda. No quiero ver a los soldados desfilar o ya muertos en el campo de batalla. Quiero mirar lo que ve un soldado en las trincheras, quiero sentir la sangre, el miedo del que está ahí de verdad…
Es verdad que es demasiado pronto porque estamos ante la primera guerra fotografiada. No podemos olvidar que la Leica apareció en 1925. Y con ella arrancan las pequeñas cámaras perfectas para documentar la realidad. Si fuera manipulada significaría que Capa era un adelantado a su tiempo y supo antes que nadie que la fotografía no es verdad, es tu verdad… Otro tema que podríamos desarrollar.
Pero a las pruebas me remito:
- La posición en la que cae el miliciano no es natural. Según médicos forenses esa mano que se adivina detrás del cuerpo parece querer evitar el golpe de la caída.
- La primera vez que se publicó la fotografía en la revista Vu aparece con otras imágenes en las que se adivina el mismo fondo. Y todos los cuerpos parecen caer en el mismo punto.
- Todo sería más fácil si pudieramos ver el negativo original. Cuando apareció la maleta de México, con los trabajos de Gerda, Robert y David, todos pensamos que el misterio dejaría de serlo. Pero curiosamente había huecos en la maleta. Faltaban negativos. Y como no, eran los del 5 de septiembre.
- Como podemos leer en el artículo de Nekane Parejo ‘La sombra del iceberg: un documental de investigación en primera persona sobre la fotografía El miliciano muerto de Capa’: «Desde 1975 el periodista británico O´Dowd Gallagher aseguraba que Robert Capa le había indicado que se trataba de una escenificación, como posteriormente recogerá Phillip Knightley en First Casualty (1975). En esta misma línea se inscribe John Taylor que en Photography and Fiction señala: “Parece haberse demostrado que es falsa y Capa, al estilo de Smith y otros fotógrafos de la época, hizo correr al pobre miliciano y dejarse caer una y otra vez hasta obtener lo que quería”.
Todas estas dudas las podemos ver en ‘La sombra del iceberg’, un gran documental que enfadó al hermano de Capa, Cornell Capa (algún día hablaremos del extraño caso del hermano que se pone el mismo seudónimo que su famoso pariente).
Y realmente importa poco. La fotografía es un símbolo contra la guerra. La gente grita el no a la guerra con esta imagen en la mente. Representa lo que no queremos, lo que no hace falta. Es la demostración del horror. Esa es su fuerza. No es verdad, pero a todos nos despierta un sentimiento antibelicista. Y eso no lo consiguen muchas fotografías de guerra…
En Xataka Foto| John G. Morris, el editor gráfico que nos dio la crónica visual del siglo XX
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Grandes fotografías de la historia: ‘Muerte de un miliciano’ de Robert Capa
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Fernando Sánchez
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