Fallece George A. Romero, el ‘creador’ de los zombis
El director de cine George A. Romero falleció ayer a los 77 años en Toronto. Su desaparición coincide con el auge en los últimos años de la tipología de terror de la que se le considera “padre”; los zombis. Romero, aunque no fue el primero, sentó las bases de lo que hoy conocemos como zombis filmando una de las películas más mitificadas del cine de terror, La noche de los muertos vivientes (1968).
En la teoría, Romero pretendía una crítica social al ser humano como rebaño, como seres en masa cuyo pensamiento se veía anulado por deseos viscerales. El arquetipo de zombi actual, como masa descerebrada que, inicialmente, pretendía comer cerebros –justo el elemento del que carecen–ha evolucionado a partir de las premisas iniciales del cine que él desarrolló. No solo por el elemento en sí de los zombis, también por el entorno que contextualizan, el de los héroes solitarios, los ciudadanos normales exigidos por las circunstancias y la puesta a prueba de nuestra condición de civilización.
Hoy, el arquetipo de zombi le debe al cine de Romero un sinfín de propuestas que han explorado las premisas que el director planteó. Realizó multitud de películas del género, algunas con revisiones del mito actualizadas, siempre ligadas a la subcultura y al fandom, que acabaron por registrar una actividad cinematográfica de casi cincuenta años. En este tiempo le ha dado tiempo a experimentar y firma obras de comic, películas a cuatro manos con directores hermanados como Darío Argento, o adaptaciones de libros de Stephen King. Sin duda, con él se va una mente creativa sin parangón en el medio y un importante icono de la cultura popular.