Entrevista a Gorka Otxoa
El pasado 2 de diciembre llegó a nuestras carteleras la película ‘Igelak’ (Patxo Tellería, 2016), una comedia social protagonizada por Gorka Otxoa. En ella el actor vasco da vida a un banquero corrupto que se ve enfrascado en una aventura que cambiará su forma de ver la vida al verse rodeado, y abrazado, en un colectivo de desahuciados.
Otxoa ha tenido la amabilidad de concedernos una entrevista. Ha sido una charla muy amena en la que el intérprete ha opinado sobre su trabajo en el film de Tellería y otras cuestiones cinéfilas y cinematográficas.
- Desde tu debut en aquella película con Carmen Maura y Maribel Verdú, ‘El palo’, ¿qué ha aprendido Gorka Otxoa en estos quince años?
Pues quiero creer que bastante, porque si no, malo sería (risas), porque era un chavalillo de mucho cuidado, con una cara de pan. Todavía tengo un poqutio pero de aquella tenía más. Fue mi primera y única frase en una película, y hacía de hijo de Carmen Maura, algo que me hacía muchísima ilusión. En esta profesión aprendes continuamente; yo lo tenía muy claro, y con el tiempo aprendes a sobrevivir en esta profesión tan loca. Saborear los buenos éxitos sin que se te suban a la cabeza y en los malos no venirte abajo. Que las cosas fluyan y tomarse todo con tranquilidad. Hacer caso al corazón, tirar para adelante y punto.
- A la hora de recibir un proyecto como ‘Igelak’ ¿qué es lo que te llama la atención para decidir el interpretarlo?
Pues como actor, desde que leí el guión me fascinó. Es un regalo absoluto esta peli porque el personaje pasa por muchos estados, de ánimo, de ideología, e incluso de aspecto físico. Arranca siendo un banquero corrupto capaz de pisar a cualquiera por conseguir sus objetivos, y luego le van surgiendo muchos dilemas cuando conoce otros mundos, cuando este escorpión conoce el mundo de las ranas.
Es todo un regalazo como actor y también me apetecía hacer una comedia que trate temas sociales. Trata algunos de los problemas actuales desde la comedia, aunque hay momentos que no son tan cómicos. No se trata tanto de una comedia de chistes como de meter a un personaje en un entorno muy diferente al suyo y tener que mentir continuamente. En la casa de los desahuciados ocurren toda una serie de equívocos graciosos, pero también hay un tema serio de fondo, que además a mí como ciudadano me preocupa muchísimo, con el que además no se ha querido hacer un panfleto, sino una comedia entretenida. Creo que a través de la comedia algunos temas importantes entran mejor.
- ¿No crees que algunos espectadores ese tono de comedia les puede molestar precisamente por el subtexto dramático, el enfadar a cierto sector ese tono tan desenfadado y el dar protagonismo a la figura de un banquero, la cual no goza precisamente del beneplácito del público?
Qué va, en absoluto. No. De hecho el banquero hijo puta y cabrón, aunque salga mucho en pantalla, es realmente el antagonista. Los protagonistas son el grupo colectivo, que representaría a la sociedad, si me dejas decir, las ranas. Cuando te ríes del débil evidentemente sí se pueden ofender, pero una comedia social, que se han hecho toda la vida, en la que no frivolizas ni te ríes de nadie… De hecho se han hecho pases con gente cercana al colectivo representado en la película, y se rieron, se emocionaron, se identificaron y agradecieron mucho la peli. Hacer comedia no significa que frivolices sobre un tema y pases por encima de él. La emoción de la risa y la comedia es muy visceral.
Ya te digo que gente cercana se ha sentido muy identificada.
- ¿Incluidos los banqueros? ¿Crees que ellos se sienten identificados con tu personaje?
Ah, eso pregúntaselo a los banqueros (risas). Los que son corruptos, que desgraciadamente son demasiados, se habrán sentido identificados, supongo. No me preocupa mucho ni que les moleste ni que no. Con lo que tienen encima, que se preocupen por una película… Pero no, esto es cine, es ficción. Y si les molesta… por algo será.
- ¿Le está cogiendo Gorka Otxoa gustillo al musical?
Pues últimamente se ha dado esa casualidad, con una serie y la de ‘Los miércoles no existen’, que la hice también en tetrao, pero me refiero a la película, en la que tuve que cantar. Yo canto fatal. De todos modos, aquí los personajes no cantan, aparecen canciones con los grupos en escena. La música es como un personaje más. Patxi ha encajado perfectamente la música, que muchas veces es peligrosa porque puede parar la narración. Creo que es un elemento que a la gente le llama mucho la atención, que es muy atractivo.
- A la hora de interpretar al personaje ¿Tellería lo tenía todo cerrado o hubo alguna cosa que tú aportases y que no estuviese en el guion?
Siempre aportas cosas, pero en cuanto al personaje dentro del guion, no. Se te puede escapar alguna frase, o en los ensayos salen cosas, pero vamos, la cosa estaba muy planeada por Pantxo, que controlaba frases, planos y hasta la música. Él tenía la historia en la cabeza muy, muy clara. Son los grandes beneficios de que dirija la peli quien la ha escrito. Los demás aportamos las cositas que podemos; unas veces nos las compran y otras no.
- ¿Eres de los que se llevan al personaje a casa?
No, no soy actor de método… Hay veces que sí te lo llevas, por el tipo de personaje, pero normalmente no. Además, al día siguiente a lo mejor tengo una obra o una serie, y… no, no, acabaría en casa ya no bipolar, sino tripolar (risas). Yo intento diferenciar las cosas, no siempre se consigue, pero casi siempre sí.
- Eres un actor normalmente asociado a la comedia ¿no te ha llamado nunca el hacer un thriller o un drama?
A la comedia… más a la dramedia. Me gusta mucho trabajar desde la verdad, de personajes que sienten y sufren. Hay personajes en los que a veces sale la comedia, la ternura, el mal rollo, y lo que sea. Esa línea que separa, que a veces es como estar entre dos aguas, a mí me parece muy enriquecedor. En algunos de los trabajos que he hecho, hay momentos que a cierto púbico le ha hecho gracia y a otros les ha provocado muy mal rollo. No he hecho comedia de chiste tras chiste porque a mí, como espectador, tampoco me interesan demasiado, ni como actor trabajarla. Pero personajes que sufren muchísimo desde la verdad, y que al público en un momento le hacen gracia, al otro no, y se emocionan… pues es el terreno en el que me gusta moverme, en el que me gusta nadar.
- ¿Podrías hablarme de tus referencias como actor, de esos actores que te parecen un modelo a seguir?
Muy de jovencito decía Robert De Niro… que lo cierto es que en los últimos años no ha hecho grandes trabajos. Te podría enumerar muchos, pero no tengo uno en concreto. Te podría citar a Sean Penn, Edward Norton, no sé, hay muchos actores que me parecen brutales… pues Brad Pitt, por ejemplo, que es capaz de hacer comedia, drama, thriller. ‘El club de la lucha’ posee todo esto de lo que estamos hablando, momentos graciosos, dramáticos…. Al final vas viviendo y chupando de todos.
- ¿No crees que el cine de género puro y duro es un muy buen camino para nuestro cine?
Han salido en los últimos diez años películas muy buenas, thrillers sobre todo. Muchas de nuestras películas triunfan en taquilla. A mí lo que me molesta mucho es el típico que va a ver una película española, no le gusta y ya tacha todo el cine español de malo; me parece absolutamente simplista; luego ven una yanqui, que ha costado veinte veces más, y es malísima, y no pasa nada, se tragarán la siguiente. Cuando hay algo negativo en el cine español se dice y cuando hay algo negativo en el yanqui no pasa nada. Es una injusticia a la que ayudan ciertos medios de comunicación y ciertos políticos. Afortunadamente se está cambiando un poco el chip.
- Relación Internet/Cine ¿cómo lo ves, dejando a un lado evidentemente el tema de las descargas, que todos deberíamos estar de acuerdo en que es ilegal?
Se tienen que apoyar, se tienen que acostar y tener hijos.