El 86% del tiempo que destinamos a consumir contenido es todavía en medios con anuncios
En los últimos años, las plataformas de acceso a contenidos bajo pago han ido irrumpiendo, con más o menos suerte, en el entorno de consumo de medios. Hoy en día, se puede suscribir uno a prácticamente cualquier cosa y recibir así los contenidos filtrados sin anuncios y sin pausas publicitarias. Hay desde ofertas de suscripción a libros para leer en línea (con más o menos límites) hasta, por supuesto, las más conocidas y más usadas suscripciones de VoD, en la que Netflix se ha convertido en la muestra más clara y destacada. El consumidor ya no tiene más que pagar una cuota mensual (que no suele ser muy alta) y la publicidad desaparece.
Pero, a pesar del crecimiento de estas ofertas y a pesar de su creciente influencia, la publicidad sigue siendo clave en el consumo de medios de forma generalizada. Aunque estas ofertas son cada vez más habituales, seguimos destinando mucho tiempo a consumir medios y contenidos que sobreviven gracias a los anuncios.
Según el último estudio de Nielsen sobre el tema sobre una muestra estadounidense, las plataformas que ofrecen contenidos monetizados con anuncios son las que acumulan el mayor tiempo de uso de todas las que tienen a su disposición las audiencias. Según los datos del estudio, el 86% del tiempo que las audiencias destinan a consumir contenidos se va a contenidos soportados por anuncios, una cifra que no rompe la tónica de los últimos años.
Más o menos, en los últimos años se ha mantenido de un modo bastante lineal el porcentaje de tiempo destinado a este tipo de contenidos. El consumo estuvo en el 85% en 2007 y en el 84% en 2012. Aunque si se abre el abanico comparativo hasta comienzos del siglo sí se ve una cierta caída. En 2002, el tiempo que se llevaban este tipo de contenidos era el 89%.
Esto no implica que todo esté como estaba
Pero esto no quiere decir que los datos impliquen que se mantiene el statu quo y que no hayan cambiado las cosas. Que los consumidores sigan consumiendo contenidos con anuncios, no supone necesariamente que vean los contenidos en el mismo escenario o del mismo modo que en el pasado. Al fin y al cabo, muchos de los nuevos jugadores de la industria de los medios también se soportan con anuncios (no hay más que pensar en Hulu).
En 2002, los espectadores tenían básicamente dos grandes contenedores de contenidos, la tele y la radio, como apuntan en el análisis de los datos que realizan en AdWeek. En 2018, ya tienen también smartphones, tabletas, videojuegos y otros soportes conectados. Dos tercios de los hogares cuentan ya con algún dispositivo que les permite acceder a contenido en streaming. Este boom de los dispositivos ha hecho que el tiempo de consumo de contenidos crezca de forma abrumadora. Entre 2002 y 2017 se han sumado 25 horas más de consumo de contenidos por semana.
Lo que los datos indican es que el boom de formatos ha hecho que se consuman más medios y más contenidos, pero también que se hayan creado más oportunidades para los anunciantes. En el análisis de AdWeek señalan, de hecho, que los datos señalan que en la era en la que nos encontramos la publicidad sigue siendo una oportunidad para las marcas y empresas.