Crónica del Revela-T 2018 – El festival más expositivo
Fotografías por Raphaël Terris
Un año más Vilassar de Dalt continúa apostando por el festival de fotografía química Revela-T. Un festival que ha celebrado su sexta edición más ambiciosa, con más exposiciones que años anteriores y abriéndose a la capital, con el Off BCN.
Odisseys ha sido el lema de partida que unifica la gran variedad de trabajos expuestos por fotógrafos y fotógrafas con bagajes y procedencias muy distintas. Una internacionalización cada año más evidente, pero que además marca la tendencia de un festival más comprometido con la exposición de obras y autores. Las técnicas fotográficas diluyen su importancia frente al relato, algo que se agradece.
Lo más identitario del festival Revela-T es la defensa y visibilidad de la fotografía analógica, sus técnicas y procesos; algo fundamental y necesario pues además hay una corriente en ascenso de artistas que quieren contar cosas con películas y cámaras de carretes, colodión o pinhole. La madurez del festival Revela-T se observa, sobre todo, en ese proceso de conceptualización en el comisariado de las exposiciones, algo que es más evidente en los últimos dos años y que permite una visión más profunda de la fotografía química.
Esta convocatoria ha reunido trabajos muy diferentes, la mayoría expuestos dentro de la fábrica de Cal Garbat, donde podemos destacar algunos autores curiosos como por ejemplo el famoso actor Jeff Bridges, que nos muestra, a través de su cámara panorámica Widelux, fotografías en los momentos de rodaje.
En la muestra podemos reconocer escenas de películas tan míticas como “El gran Lebowsky”, pero también resultan muy curiosos los retratos dobles a actores y actrices reconocidos.
Más perturbador es el interesante trabajo “Erna and Hrefna”, de la fotógrafa japonesa Ariko Inaoka, que fotografía la relación de dos niñas desde la infancia hasta la adolescencia. Inquietantes imágenes donde la complicidad absoluta se entremezcla con una estética entre la ensoñación, la inocencia del juego y la belleza de la amistad.
El lema Odisseys propuesto este año, nos remite a la Odisea de Homero, el viaje se establece como paradigma de un proceso de tiempo y de espacio. Una experiencia representada a veces como un largo recuerdo, un viaje que muestra la experiencia vivida y el rastro del paso del tiempo.
El trabajo “In my taxi” de Ryan Weideman muestra imágenes de los viajeros de su taxi en el turno de noche. Retratos, a veces en forma de selfie, que nos permiten hacer un recorrido histórico de la rica vida nocturna de Nueva York durante cuatro décadas.
Un viaje emocionalmente más difícil, es el que nos presenta Tina Rowe en “My mother’s house”, donde muestra la vida de su madre en una residencia a tan sólo 20 minutos de su propio hogar. A partir de unas grandes panorámicas impresas en un papel tan fino como el que se usa para liar cigarrillos, la fragilidad que se desprende nos remite a ese inexorable paso del tiempo, el vértigo que produce todo final de viaje.
Otro de los nombres destacables expuestos en esta edición del Revela-T ha sido Javier Arcenillas con el trabajo “City Hope”, un reportaje en torno a las ciudades basura de Centroamérica y el Caribe. Imágenes en blanco y negro, retratos impactantes y la dureza de la vida rodeada de escombros en un montaje no del todo bien resuelto, algo que cada año, eso sí, se ha ido trabajando desde el propio festival, con un acabado más pulido de la presentación de las obras.
Estela de Castro nos ha presentado el Proyecto PHES, testimonios de personas luchadoras y supervivientes que a través de la cámara nos enseñan su día a día. Un recorrido, casi como un diario íntimo, por cinco países para hacer de la fotografía una herramienta solidaria.
Resaltar también la poética muestra “NY una década”, de Lluc Queralt, donde “deconstruye” sus vivencias en Nueva York a partir de escritos, tickets pegados o papel cebolla que dejan entrever un rostro de mirada seria.
Sugerente también el mosaico de imágenes presentado por Gloria Oyarzabal en “La picnolepsia de Tshombê”, un recorrido que reflexiona en torno a la desigualdad, los procesos de descolonización del continente africano para acabar con el top manta. Una odisea que tiene como punto de partida un personaje importante en la historia del Congo: Moïse Tshombé y su extraña desaparición en España.
No podía faltar destacar la exposición de Ferran Freixa en la Sala de l’Estrella. La exposición muestra un recorrido por toda su obra desde 1973 hasta 2013.
Impresionantes fotografías con una definición tan elegante como poética. La belleza serena de sus imágenes alimenta un estilo preciso e impecable. El orden y el equilibrio no están reñidos con la poesía.
Más allá de las muchas exposiciones concentradas en diversos puntos de Vilassar, dentro de la variedad de actividades que ofrece el Revela-T, este fin de semana destacamos las diferentes ponencias, algunas de ellas con autores tan reconocidos como la realizada por Joan Guerrero, más humanista que fotógrafo, que nos hizo un pequeño recorrido por su trayectoria fotográfica.
Una charla a voz baja y con el ritmo propio de Guerrero, entre la quietud del cine de Ozu y los poemas de Machado. “Hablar de fotografía es un pequeño tesoro” comentaba Joan con sonrisa apasionada, mientras nos mostraba sus primeras imágenes de esa Santa Coloma que tanto ha retratado.
Ferran Quevedo aumentó el ritmo de la sala mostrando la cara más actual del fotoperiodismo. Quevedo nos hablaba del poder de la cámara que le ha permitido entrar en las casas y mostrar la dura realidad desde dentro, “mi trabajo es denunciar”, comentaba. Se generó un pequeño debate en torno al uso mercantilista del dolor en muchos medios de información. Ferran argumentaba que hay imágenes que no dicen nada más que violencia, “estoy muy orgulloso de las fotos que no he hecho”.
Podemos destacar también la mesa redonda moderada por Lola Montserrat, que contaba con la participación de las fotógrafas Amalia Márquez, Gloria Oyarzabal y Fernanda Larráin. Un debate en torno a la ley de cuotas para que las mujeres fotógrafas puedan tener una presencia justa y equitativa en exposiciones, ponencias, festivales y concursos. La falta de presencia de fotógrafas sucede en todos los estratos del medio fotográfico, la mujer es casi invisible y como ejemplo más próximo, el mismo Festival Revela-T, que este año, entre todas las exposiciones seleccionadas, 32 son fotógrafos y 16 fotógrafas.
Ricardo Guixa y Eduard Bertran explicaron los orígenes y expectativas de las recién creada asociación ANEF –Asociación Nacional para la Enseñanza de la Fotografía– acompañado de Enric de Santos de ANFA –Asociación Nacional de Fotografía Analógica–.
El parque de Can Rafart continua un año más siendo el punto de encuentro más concurrido, la feria comercial reúne la venta de todo tipo de material fotográfico analógico, desde cámaras clásicas, productos de consumo como papel, películas y químicos o las inovadoras pinholes de Nopo y también paradas tan conocidas como la de Nostalgic o Sales de Plata, que no faltan cada año.
Todo ello rodeado de actividades para niños, la tradicional foto de grupo en colodión esta vez a cargo de Luther Gerlach o los fotominuteros, entre ellos Tiempo y Luz que además de seguir defendiendo un oficio, desprenden magia por todo el parque y se han convertido en una atracción indispensable del Revela-T.
Paella, música y ambiente festivo, gente haciendo fotos, familias con niñas y niños disfrutando de un fantástico día fotográfico en Vilassar de Dalt. El parque de Can Rafart representa lo más dinámico y divertido del festival, algo que se ha convertido ya en un tradicional punto de encuentro.
¿Qué nos deparará la séptima edición del Revela-T? ¿Cómo evolucionará? Cada edición es más grande y abarca más aspectos, prácticas y colectivos de la fotografía. Pero, ¿es necesario crecer más? Está claro que cada año es un poco más difícil coordinar todas las actividades que se concentran en tres fines de semana, pero es impresionante y admirable la cantidad de voluntarios que participan y son una parte responsable de que las cosas funcionen.
La maquinaria comienza a ponerse en marcha otra vez, ahora con nuevos retos, pero como dice Joan Guerrero “A partir del amor, viene la solidaridad, la belleza, la poesía, los besos y la fotografía”. Hasta el año que viene Revela-T.