Cómo las grandes marcas experimentan con los vehículos sin conductor para sus entregas
Como ocurre todos los años, con el comienzo del año y los primeros días de enero, en Las Vegas se está celebrando la última edición del CES. La feria es uno de los puntos calientes del calendario de eventos tecnológicos y uno de los que suele servir para presentar nuevos lanzamientos, curiosidades y, sobre todo, ver más o menos cuáles son las tendencias que marcarán la agenda en el terreno del uso de la tecnología. Porque, al final, lo que ahí ocurre no impacta solo en el universo techie sino que tiene un impacto que va más allá.
Y en ese contexto es el que Toyota y Pizza Hut acaban de presentar un proyecto en el que están trabajando. La cadena de pizzerías está empleando e-Palette, un vehículo que se conduce solo de Toyota para emplearlo para entregar su producto (o al menos para hacerlo en el futuro).
El máximo responsable de Pizza Hut habla de cómo crear experiencias mejores para sus consumidores, como suele ser habitual en estos casos. El dispositivo es en cierto modo como una especie de tienda móvil que, según el presidente de Toyota, Akio Toyoda, hace que en el futuro «la tienda vaya a ti». El vehículo se puede adaptar a varios usos y a varias disposiciones físicas.
Por el momento, la camioneta que se conduce sola y que trae tu pizza a casa es un prototipo y no un elemento real, aunque Toyota tiene planes ya para probar el terminal en los próximos Juegos Olímpicos de 2020 y también esperan hacer pilotos de uso en Estados Unidos en un futuro próximo.
El creciente uso de los vehículos sin conductor
Pero, sin embargo, la presentación es algo más que una curiosidad: es una muestra de una tendencia emergente en el mercado. Cada vez se están intentando encontrar más fórmulas para aprovechar la tecnología de los vehículos sin conductor y cada vez más también se está intentando crear suerte de tiendas móviles que vayan al consumidor y no al revés.
Al fin y al cabo, una de las fórmulas que se están ensayando para los supermercados del futuro es la del espacio sobre ruedas, que se mueve solo y sin depender de un conductor y al que el consumidor puede acceder usando una app. Todo se hace de forma automática, lo que le permite llegar a muchos más tipos de consumidores y en cualquier momento.
Los vehículos sin conductor se están probando, a pesar de la existencia de estos pilotos, más para intentar encontrar alternativas para la distribución, una cuestión que a medida que compramos más desde nuestros dispositivos conectados y dependemos más del comercio electrónico se ha convertido en un problema para las empresas considerable. Para poder hacer las entregas previstas, necesitan una amplia fuerza laboral y una muy buena estrategia de logística, algo que no siempre ocurre.
Pizza Hut no es la única cadena de pizzerías que ha probado el formato. Domino’s Pizza está trabajando con Ford para probar coches que se conducen solos y que llevan la pizza hasta el consumidor, aunque este tiene que hacer el proceso del tramo final e ir a buscar la pizza al coche. El sistema hizo sus pruebas con conductor que acompañaba al vehículo (aunque el consumidor no podía verlo) y con un sistema de bloqueo por números que limitaba quién podía coger la pizza. La prueba se hacía con consumidores escogidos al azar en una zona de EEUU.
Y, por supuesto, en el pasado varias empresas intentaron usar drones para hacer entregas. Volviendo al vehículo de Toyota, Uber o Amazon son otras de las compañías que forman parte de la alianza de colaboración en el terreno de la movilidad sin conductor que lo ha impulsado. Por tanto, no hace falta echarle mucha imaginación para imaginar colaboración también en ese ámbito.