Castle Rock: todos los guiños al universo de Stephen King
La primera temporada de ‘Castle Rock’ ha concluido, y además de un remate tremebundo que da pie a múltiples interpretaciones, deja tras de sí diez horas rebosantes de guiños al Kingverso. Especialmente, aunque no solo, aquella porción que transcurre en el pueblo de Castle Rock y sus inmediaciones. La serie hace un estupendo trabajo a la hora de empezar a aclarar qué pasa en ese rincón inventado de Maine para atraer de esa manera a los sucesos sobrenaturales.
Para dar coherencia interna a la historia e inyectar al espectador la sensación de que está inmerso en un universo de mucho mayor alcance que el argumento de ‘Castle Rock’, la producción de JJ Abrams y el propio King hace múltiples menciones a ficciones del escritor. Unas con adaptaciones al cine y a la televisión y otras no, unas directamente relacionadas con el pueblo y otras no. Y también se plantea como simpáticos regalos para los fans de largo recorrido, claro.
Revisamos toda esta mastodontica labor de enhebrar guiños al mundo de Stephen King, unos más obvios y otros menos, con un repaso a casi todos ellos. Los hemos agrupado por temas u origen y te avisamos de que puedes encontrarte con spoilers más o menos serios. De los más intrascendentes a los más nucleares para la serie: allá va el hilo para no perderse en el laberinto de los homenajes de ‘Castle Rock’
Los reveladores títulos de crédito
Sin duda, el más frenético festival de guiños a King de la serie, uno que vale la pena revisar una y otra vez para pillarlos todos. Curiosamente es más metanarrativo que otra cosa, ya que mezcla homenajes imbuidos en la ficción de la serie con otros que dejan claro que King es un escritor, y que lo que vamos a ver sale de su imaginación y de las páginas de sus libros (quizás en homenaje a una de las sugerencias no confirmadas de la serie, que conecta con ‘La Torre Oscura’, aunque esa es otra historia: que las novelas de King -y el propio autor- forman parte de otros tantos universos paralelos). Primero lo primero: la estupenda sintonía está compuesta por Thomas Newman, autor también de las dos adaptaciones de Frank Darabont ‘Cadena perpetua’ y ‘La milla verde’.
Los créditos se inician con unas cuantas páginas subrayadas de ‘La tienda’, uno de los textos clásicos ambientados en Castle Rock y uno en los que el protagonista es el sheriff (retirado en la serie) Alan Pangborn. Hay referencias bíblicas y al diablo, y también un párrafo que hace referencia al Castle Building, un edificio multiusos que en la serie es un constante caballo de batalla para Molly Strand, y cuyo estado da una pista acerca del momento decadente que atraviesa el pueblo. También vemos subrayado el índice de ‘La milla verde’, una de las novelas clásicas de King ambientadas en la prisión de Shawshank.
Los fans de ‘La torre oscura’ sabrán hasta qué punto el número 19 es importante en la serie, y de ahí que tenga sentido que en estas páginas extractadas en los créditos aparezca un «Capítulo 19» de ‘El misterio de Salem’s Lot’ que en realidad… no existe: lo que vemos es la decimonovena parte del capítulo 14 original. También podemos ver un mapa que aparecía en algunas ediciones de ‘Dolores Clairborne’ y ‘El juego de Gerald’, detallando con el curso que siguió el eclipse. El pueblo de Derry (‘It’) también aparece señalado, así como Haven, con una referencia al accidente que dispara ‘Los Tommyknockers’.
Pero hay más en ese pequeño mapa tan revelador: Little Tall Island está señalado (‘Dolores Clairborne’, la miniserie ‘La tormenta del siglo’). Y por supuesto aparece señalado ‘Castle Rock’, con la población de 1500 almas especificada, así como una nota sobre «Arrowhead» (el proyecto gubernamental de ‘La niebla’). Y también tenemos señalada la hora “11:44 AM” (momento de aparición de ‘La cúpula’) y el lago Kashwakamak, entorno paradisiaco donde transcurren ‘El juego de Gerald’ y ‘Cell’.
Veremos también fugazmente el mapa de la prisión de Shawshank, que en principio no llegó a aparecer impreso en ninguna edición de los libros ambientados en la prisión. ‘It’ también es citada, cómo no, con una frase manuscrita de Pennywise, así como con una referencia a la explosión de la fábrica en 1908, con el número escrito de tal forma que también se puede leer como ‘1408’, otro relato de King.
Y por supuesto, vemos pasar y pasar páginas de distintas novelas de King: una de ellas es ‘El resplandor’ (que posiblemente adquirirá importancia en la segunda temporada), acerca de la que veremos también el número 217 (la habitación encantada en el libro) en lo que parece un ticket de compra. Y, sin duda, en el homenaje más insólito de toda la serie: la frase «All work and no play makes Jack a dull boy», que aparece en la película de Kubrick, pero no en el libro.
Curiosamente, hay un apunte final con los números 217 y 237 (la habitación en libro y película), lo que hace pensar en realidades múltiples para un mismo acontecimiento. ¿Sabremos más en la segunda temporada? Más páginas sueltas u ojeadas de libros: ‘Dolores Clairborne’, ‘Misery’ (¡con la N escrita a mano!) o ‘Cujo’ (una de las novelas ambientadas en Castle Rock con los guiños más simpáticos en esta primera temporada).
Múltiples personajes, múltiples homenajes
Muchos de los personajes de Castle Rock son veteranos de las ficciones literariss de Stephen King. Otros no, pero sin duda apuntan a personajes clásicos del autor de Maine. El más claro es el ya mencionado sheriff retirado Alan Pangborn, que cuando todavía ocupaba el cargo encontró a nuestro protagonista, Henry Deaver, después de que desapareciera en un bosque en 1991. No es el único hecho extraño que Pangborn ha vivido, después de salir en ‘Un saco de huesos’, ‘El juego de Gerald’, ‘El perro de la Polaroid’ y, claro, ‘La tienda’. Que, por cierto, finaliza su acción en 1991, año en el que desaparece Henry Deaver.
Henry Deaver es nuevo en el cosmos kingiano, pero no sus conexiones. Es un abogado cuyo caso actual es un estupendo guiño a un habitante clásico de Castle Rock: está defendiendo a Richard Chambers, uno de los abusones de ‘El cuerpo’ (o ‘Cuenta conmigo’ en su versión fílmica). También se menciona la casa de Vince Desjardins, otro de los abusones de la novela corta, como un entorno al que temer.
Y Deaver también tiene una conexión con ‘It’, donde suceden fenómenos aterradores cada 27 años, coincidiendo con salidas y entradas en periodos de hibernación de la criatura que protagoniza la novela. Henry fue secuestrado con 12 años, y ha vuelto a Castle Rock con 39, echa cuentas. El fan más terminal de King sabrá además apreciar el guiño a los acúfenos y zumbidos en los oídos que padece Henry: el escritor también los sufre.
La única amiga de Deaver, Molly, tiene «desórdenes psíquicos», una serie de percepciones indefinidas que se parecen demasiado a las que experimenta Danny Torrance en ‘El resplandor’. Es más: para mitigarlas usa calmantes y alcohol, exactamente igual que el Danny adulto que King creó para la secuela, ‘Doctor Sueño’, en 2013. Por cierto, cuando se embute en su abrigo rojo en uno de los flashbacks para cometer un acto terrible, es inevitable pensar en ‘La Torre Oscura’ y las condiciones ominosas del tono carmesí. Molly vive, además, en una casa donde murió un asesino en serie con problemas con su madre. Habla, claro, del Estrangulador de Castle Rock de ‘La zona muerta‘.
La buena amiga de Molly Jackie Torrance no aparece demasiado, pero es la posible protagonista de la segunda temporada, tiene una conexión clara y abierta con ‘El resplandor’ y la explicación de su nombre es francamente divertida. Su portátil, por cierto, ostenta una pegatina de WKIT 100.3, la emisora de radio de Bangor propiedad de Stephen y Tabitha King.
También obvio es el principal guiño de la madre de Henry: la elección de casting más explícita de toda la serie. Es Sissy Spaceck 42 años después de protagonizar ‘Carrie’ en un personaje sin conexión con aquella, pero que en cierto modo cierra un círculo de la larga y accidentada historia de adaptaciones de King, recordando la que sigue siendo una de las mejores: la primera. En el soberbio episodio que protagoniza en exclusiva, tiene un momento de tensión con un perro y una mano ensangrentada que recuerda a ‘El juego de Gerald’
La otra obvia elección de casting con guiño a cuestas (tanto que es más sensato pensar en una rara casualidad) es la de Bill Skarsgård (el nuevo Pennywise) como El Chico, un extraño joven que aparece en los sótanos de la prisión sin mediar más palabra que el nombre de Henry. Su único amigo es un ratón, muy parecido al que intimaba con John Coffey en ‘La milla verde’. Su parecido con el preso, todo bondad y curación, de ‘La milla verde’, no acaba ahí: se habla de su capacidad para provocar un cáncer a un compañero de cárcel, lo que le convierte quizás en su negativo perfecto.
Su captor, el alcaide Dale Lacy, lleva toda la vida recopilando datos sobre los sucesos registrados en ‘Cujo’, ‘La tienda’, ‘El cuerpo’ o ‘La zona muerta’, y es el único que enuncia la tesis de la serie: Castle Rock es el refugio del Mal. Gordon, uno de los compradores de su casa tras su muerte, que quiere convertirla en una especie de parada obligatoria para amantes de lo morboso, escribió su tesis sobre Dennis Rader, un asesino en serie que protagonizaba la novela corta ‘Un buen matrimonio’, publicado en ‘Todo oscuro, sin estrellas’.
Otros personajes secundarios aterradores de la serie son los niños enmascarados que juzgan a Molly. Es inevitable pensar en ‘Los chicos del maíz’ y otros grupos de niños ferales de King, pero también en ‘El señor de las moscas’ el clásico de William Golding al que King ha rendido pleitesía en abundantes ocasiones y de donde sale el propio nombre de «Castle Rock». En uno de los primeros capítulos, el repulsivo compañero de celda de El Chico aparece leyendo el libro.
La cárcel de Shawshank y otros lugares siniestros
Es uno de los escenarios primordiales de ‘Castle Rock’, y también el lugar donde tienen lugar dos de las adaptaciones más prestigiosas de King: ‘Cadena perpetua’ y ‘La milla verde’. Hay referencias a ambas historias en distintos diálogos de la serie: nada más arrancar el primer capítulo se dice que han muerto cuatro alcaides de la cárcel antes de retirarse, y se menciona que en la pared del despacho se pueden ver los agujeros de bala que mataron al alcaide Norton, lo que conecta con la conclusión de ‘Cadena perpetua’.
Es también en Shawshank donde vemos un raro guiño junto a uno de los monitores de vigilancia a una de las novelas más recientes de King: un smiley que podría hacer referencia a ‘Mr. Mercedes’. Finalmente, cuando en el episodio 9 Deaver y compañía se topan con un par de presos intentando huir de unos guardias, no es una referencia a ningún fenómeno concreto, pero estando cerca Shawshank, parece obvio de dónde salen…
Fuera de la prisión, tampoco podemos olvidar otro lugar casi tan carismático en la obra de King y que aquí aparece muy de pasada, pero de forma clara y manifiesta: el sanatorio mental donde acaba encerrado El Chico, Juniper Hill. Aparece en libros como ‘La tienda’, ‘El juego de Gerald’, ‘El perro de la Polaroid’, ‘Los Tommyknockers’, ‘Insomnia’, ‘Saco de huesos’, ‘22.11.63’ y ‘La mitad oscura’.
También hay repartidos por la serie lugares que han aparecido en distintas novelas, como The Mellow Tiger y Nan’s Luncheonette, que se dejaban ver por ‘La tienda’, ‘It’ o ‘El perro de la Polaroid’. Y el pequeño pabellón del parque de Castle Rock, al que Molly alude diciendo que «Toda ciudad revitalizada necesita uno» tiene connotaciones terribles: es escenario de uno de los crímenes del asesino en serie de ‘La zona muerta’ y acabará ardiendo en el clímax de ‘La tienda’.
Tics reveladores y detalles varios
‘Castle Rock’ está llena, y quizás es lo que le da un aire más inequívocamente kingiano, de guiños a constantes de las novelas del autor, pero sin un significado preciso. Por ejemplo, en el primer episodio un lago helado adquiere gran importancia, lo que recuerda a una de las escenas clave de ‘La zona muerta’. Y el personaje de Melanie Lynskey se llama Molly, como el perro auténtico de Stephen King, al que el escritor cariñosamente llama ‘The Thing of Evil’.
Hablando de perros: aunque no tiene nada que ver, la decisión de Pangborn de desenterrar a un perro recién fallecido para comprobar si está realmente muerto hace referencia, obviamente, al punto de partida de ‘Cementerio de animales’. Más: el puente entre los dos mundos, que al final de la serie descubrimos que sucede cada 27 años, recuerda visualmente a acontecimientos similares de ‘Los Lagolieros’ y ‘La cúpula’.
Aunque sea un detalle muy remoto, la pieza de ajedrez con la que Ruth Deaver va y viene, un rey rojo, es inevitablemente el Rey Carmesí, antagonista máximo de ‘La Torre Oscura’. Teniendo en cuenta que su propósito es destruir el espacio-tiempo y que aparece en el episodio en el que Ruth ve cómo el continuum temporal se desmorona a su alrededor, parece sensato pensar que el guiño es intencionado. Todo acompañado de una versión de ‘Blue Moon’ a manos de Elvis Presley. El Rey, claro.
Y finalmente un guiño difuso, inclasificable. En el episodio 6, Odin habla de un murmullo de baja frecuencia, que él llama «la naturaleza del schisma«, un fenómeno rarísimo pero vagamente natural, y del que ya se insinuaba algo en ‘Los lagolieros’, cuando un sonido comparable causaba la muerte de todos los pasajeros de un avión que no iban durmiendo. También puede estar relacionado con la forma que tiene de comunicarse Gan, la entidad divina de ‘La Torre Oscura’. Para escucharlo, Odin ha construído una habitación completamente aislada. ¿No recuerda en parte a los personajes bajo el influjo de ‘Los Tommyknockers’, con habilidad para construir objetos imposibles?
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Castle Rock: todos los guiños al universo de Stephen King
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John Tones
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