Canon desarrolla con éxito su sensor CMOS de 20×20 cm para aplicaciones de alta sensibilidad
Años atrás, Canon anunció que estaba desarrollando el sensor CMOS más grande del mundo, con unas dimensiones de aproximadamente 20×20 cm, es decir, unas 40 veces más grande que un captor de “formato completo” (24×36 mm).
Fabricar un sensor de este tamaño implica hacer frente a dificultades muy específicas, como las distorsiones o los retrasos en las transmisiones de las señales eléctricas, que se ven muy acrecentadas en este orden de dimensiones. Para ello, la compañía ha tenido que usar un circuito de procesado en paralelo, pero también ha necesitado redefinir el propio método usado para la transferencia de señales. Tareas que, según detalla ahora Canon, se han llevado con éxito.
Se trata de un reto más de entre tantos, que la firma japonesa persigue para abrir nuevos horizontes. Recientemente, hablábamos de su sensor CMOS APS-H de 120 Mpx, enfocado en ofrecer la mayor resolución posible, o bien de su sensor CMOS de “formato completo” (24×36 mm) con una resolución de solo 2,2 Mpx, en aras de maximizar la sensibilidad del captor. Es en este último aspecto en el que se centra también el sensor de 20×20 cm de Canon, capaz de grabar vídeo a 60 fps con una iluminación de apenas 0,3 lux –más o menos la iluminancia generada por la luna llena–.
Este tipo de especificaciones permite pensar en sus posibles aplicaciones para el espacio –u otros campos donde se necesiten sensores de alta sensibilidad–, como la grabación de vídeo de objetos celestes en el cielo nocturno. De hecho, tal como informa Canon, su sensor ya ha sido usado en el observatorio Kiso que opera el Instituto de Astronomía de la Universidad de Tokio, gracias al cuál se pudieron aportar nuevas evidencias para validar los modelos teóricos que explican el comportamiento de los meteoros, algo que no se había podido probar hasta la fecha con los equipos disponibles.
Más información en la web de sensores de imagen CMOS de Canon.