Brave, el navegador que protege tu privacidad
Rápido, seguro y repleto de sorpresas.
Hace cinco años que Google Chrome se convirtió en el navegador más popular superando el 50% del mercado. En parte porque suponía una gran mejora respecto a Internet Explorer, era una novedad frente a Firefox y Google lo publicitaba continuamente en sus páginas y productos.
Sea como fuere, actualmente hay decenas de navegadores web, tanto de escritorio como para dispositivos móviles, y aunque los más populares son Chrome, Firefox, Internet Explorer/Edge y Safari, hay alternativas serias y de gran calidad, cada una especializada en ciertas funciones para diferenciarse del resto.
Dejando a un lado los navegadores web basados en Chromium, el núcleo de Google Chrome, han surgido opciones originales, en especial en plataformas iOS y Android que luego han dado el salto a Windows y Mac.
Un ejemplo es Brave, un navegador que apuesta por la privacidad del usuario mientras navega, sin sacrificar por ello la velocidad. Su creador, Brendan Eich, tiene un currículum envidiable: fue el cofundador del Proyecto Mozilla y el creador de JavaScript.
Brave está basado en Chromium, con licencia pública Mozilla y está disponible para dispositivos móviles (iOS, Android) y para Windows, Mac y Linux.
Veamos en qué destaca Brave y si es un serio competidor de Chrome, Firefox o Edge.
Declaración de intenciones
¿Cómo diferenciarte de la competencia? Seguramente en ello pensó Brendan Eich cuando decidió crear un nuevo navegador.
En primer lugar, en la velocidad de navegación, uno de los aspectos en los que más atención ponen todos. Brave dice abrir páginas web más rápido que Firefox o Chrome. En concreto, a 2x en escritorio y a 8x en dispositivos móviles.
Y el segundo gran pilar de Brave es la privacidad, tema del que se habla continuamente en internet tras casos de pérdida de privacidad como los de Facebook o simplemente analizando qué sabe Google de nosotros. No por nada, el lema de Brave es You are not a product o Tú no eres un producto.
Bloqueo de trackers y contenido no deseado
Brave vigila que las páginas que visitamos no se extralimiten en lo que quieren saber de nosotros. Está claro que necesitan cierta información para cargarse bien y ofrecer un buen servicio, pero hasta cierto punto.
En este sentido, podemos bloquear trackers y publicidad invasiva, obligar a usar HTTPS, bloquear posible phising y scripts, controlar las cookies, etc.
Brave nos muestra información en tiempo real de cada página sobre estos elementos y podemos bloquearlos o desbloquearlos manualmente. A esto hay que añadir la configuración general, que afecta a todas las páginas sin preguntarnos.
Otro aspecto importante de Brave es que admite un número limitado de extensiones y plugins para garantizar que no instalamos extensiones inadecuadas. En concreto, contamos con gestores de contraseñas como 1Password, LastPass y Dashlane y otras como Pocket, WebTorrent o Flash.
En cualquier caso, Brave tiene su propio gestor de contraseñas integrado y autocompletado de formularios.
Un navegador al día
¿De qué sirve un navegador que protege tu privacidad si no puedes hacer nada con él?
En este sentido, Brave cumple con las funciones imprescindibles de cualquier navegador: uso y gestión de pestañas, autocompletado en la barra de direcciones, búsqueda integrada con selección de buscador…
Como curiosidad, Brave tiene preconfigurados varios buscadores a los que podemos acudir simplemente indicando una combinación de letras , como :g para Google, :d para DuckDuckGo, :w para Wikipedia o :t para Twitter.
Por lo demás, obviamente ofrece gestión de enlaces favoritos, historial de navegación, borrado de los datos previos, etc.
Y si decides cambiar de navegador, Brave permite importar los datos de Safari, Chrome, Firefox o del navegador que tengas instalado en ese momento.
En constante mejora
Además de todo lo visto, Brave apuesta también por otras funciones más novedosas o menos habituales. Dos ejemplos recientes: las donaciones mediante Tokens y la integración de Tor para navegar seguros.
A través de Brave Payments, es posible contribuir con las páginas que visitamos donando una pequeña cantidad usando tokens, una moneda virtual que podemos adquirir con dinero real.
Pero donde realmente Brave ha dado un gran salto por encima de la competencia es con la integración de Tor, el popular sistema de navegación anónima y que se puede usar simplemente pulsando en el botón + de la barra de pestañas y seleccionando New Private Tab with Tor.
Sin necesidad de instalar Tor por separado ni de hacer ningún cambio en la configuración, de Brave, simplemente abriendo una nueva pestaña privada con Tor podremos navegar libremente y sin miedo a bloqueos de nuestro ISP o del país en cuestión.
Para probarlo hemos acudido a Who.is, donde nos indica nuestra IP y toda la información posible sobre la misma. En caso de usar la pestaña privada con Tor, la IP es distinta, y si queremos más información sobre ella, la página nos da error 502.
En resumen, Brave es una alternativa a tener en cuenta, ya busques un navegador rápido, uno seguro o uno repleto de funciones para hacernos más fácil la navegación y búsqueda de información.