Apple da vía libre al modelo de pago por suscripción en las aplicaciones: ¿qué consecuencias tendrá?
Este otoño se abre una nueva etapa en el mercado de las aplicaciones. Aunque de momento solo Apple ha confirmado que las reglas de juego van a cambiar en la App Store, Google, que por ahora no ha dicho nada, acabará eligiendo el mismo camino en la Google Play.
Phil Schiller, vicepresidente de márketing de Apple, anunció, días antes de la conferencia para desarrolladores, celebrada el pasado 13 de junio, que llegarán novedades una vez finalice el verano y se lance el nuevo sistema operativo iOS 10: el modelo de suscripción entra en juego, algo que afecta tanto a desarrolladores como a usuarios. Pero además, los de Cupertino insertarán publicidad en las búsquedas dentro de la App Store, una medida a la que siempre se han resistido pero que ahora se ven obligados a poner en marcha dada la saturación de un mercado que busca nuevas formas de reinventarse con el objetivo de incentivar las descargas y conseguir mayores beneficios.
Hasta ahora, los desarrolladores monetizan sus aplicaciones de tres maneras: gratis pero con publicidad, compras dentro de la «app» o el cobro único por descarga. El nuevo método se basa en suscripciones anuales, una opción que hasta ahora solo estaba disponible para los servicios de «streaming» de música o vídeo (Spotify, Netflix), medios (Kiosko y Más) y aplicaciones para conocer gente (Meetic). Ahora, este modelo se abre a todo tipo de «apps» y los desarrolladores podrán elegir entre 200 diferentes precios de suscripción.
«Nosotros tenemos suscripciones desde el año 2011 en ambas tiendas», explica Miguel Ángel Díez Ferreira, CEO de Red Karaoke, la popular «app» para cantar y grabar. «Cabe reseñar que son Apple y Google las que deciden si puedes unirte al modelo de suscripción o no», con el objetivo de controlar el mercado y evitar los abusos. El problema ahora es que el negocio se descontrole.
«A día de hoy, el servicio por suscripción es limitado. Sin embargo, al abrirse a todas las aplicaciones y a todos los desarrolladores pueden producirse abusos» sobre el usuario «que se puede encontrar con varias suscripciones al mes que le provoquen un gasto desmesurado y decida, entonces, darse de baja de todas las aplicaciones», apunta.
En este sentido, Ferreria apela al buen funcionamiento de todas las compañías ya que al haber mayores posibilidades de ingresos también hay más posibilidades de que las compañías intenten aprovecharse del cliente. «Hay que ser muy cuidadosos. Nosotros tenemos una atención al cliente que es fundamental para que el usuario no se sienta engañado. Avisamos siempre de las suscripciones, tenemos una política muy clara de devolución del dinero…».
Además, la suscripción anual trae consigo una mejora para los pequeños emprendedores y «startups» que intentan vivir de este negocio. Hasta ahora, ellos se llevaban el 70% de los beneficios que generaba su «app» y Apple y Google el 30% restante. Los de Cupertino han decidido conservar esta pauta durante el primer año de vida de la aplicación en la tienda pero, a partir del segundo, dejarán que el desarrollador se lleve un 15% más, es decir, el 85% para él y el 15% para la compañía.
«Se trata de una medida muy positiva», explica Ferreira, aunque reconoce que tienen una ardua labor por delante: conservar el máximo número de usuarios. Aún así, aplaude la medida porque «ese margen adicional del 15% nos permitirá invertir en otras áreas que hasta ahora nos era impensable». «Nosotros existíamos antes de que Google o Apple llegaran al mercado -recuerda-. Me parece que se han estado quedando mucho dinero y en este negocio se trata de que todos ganemos».
Por último, está el cambio en los anuncios a la hora de realizar búsquedas en la App Store. A partir de otoño, los usuarios no verán entre los resultados las aplicaciones que tengan instaladas en su iPhone. Ese espacio se utilizará para publicitar aplicaciones que tengan que ver con los intereses del usuario. Los desarrolladores podrán acceder a este espacio mediante subasta.
«Hemos pensado en cómo hacerlo tal manera que los clientes estén contentos», declaró Phil Schiller. Y es que si algo de lo que se quejen los usuarios en la actualidad, por ejemplo, de Facebook, es del exceso de anuncios. Queda por ver si resulta o no agresiva una medida que la compañía considera «justa» para los desarrolladores, especialmente para los más pequeños, a los que se les intenta dar una mayor visibilidad teniendo en cuenta que el 65% de las descargas que se realizan en la App Store son mediante búsquedas: si no apareces entre los primeros, no existes. Los resultados en estas búsquedas son, por tanto, clave.
Las claves del cambio
¿Todas las «apps» van a ser de suscripción?
No, sería inviable. Hay productos que no necesitan adheriste a este modelo y Apple es quien tiene la última palabra. Pero sí habrá más oferta (juegos, «streaming»…)
¿Cuánto voy a tener que pagar?
Serán los desarrolladores quienes decidan cuanto van a cobra al usuario. Los de Cupertino les ofrecen elegir entre 200 diferentes precios de suscripción.
¿Qué pasa con las aplicaciones que ya he instalado?
Si funcionan con suscripción o se adhieren a esta modalidad, tienen que informar al usuario de posibles cambios para que esté informado y decida aceptarlos o no.
¿Podré probar antes de pagar?
De momento Apple no se ha dicho nada pero podría introducir cambios. Por ahora, es decisión de los desarrolladores activar o no un periodo de prueba gratuito.
¿Y si dejo de pagar?
Cada aplicación tiene sus normas. Algunas dejarán de funcionar y otras no pero sí ofrecerán un servicio más limitado al que ofrecen con la suscripción. Hay que leer las condiciones.