Treinta días después de que una explosión nuclear destruya Manhattan
Boom. No importa el lugar concreto, ni la hora del día: una bomba nuclear de tamaño medio (o varias bombas pequeñas) explotan en el corazón de alguna megaciudad contemporánea. Diez, quince, veinte millones de personas apiladas entorno a una zona altamente radiactiva. Ningún equipo electromagnético funciona, los mensajes son contradictorios, la situación se ha vuelto […]