Ocho errores en la composición fotográfica que todo aprendiz debe evitar
Ser capaz de realizar una correcta composición es sin duda algo fundamental para conseguir buenas fotografías y uno de los desafíos más importantes a los que se enfrentan los novatos que se aprestan a formarse en este arte. Y aunque existen una serie de reglas y conceptos a seguir, lo más importante es la práctica, equivocarse y volverse a equivocar para acabar aprendiendo. Por eso, no está de más revisar esos pequeños errores típicos de novato pero que ninguno estamos exentos de cometer de vez en cuando.
Está claro que la fotografía no es una ciencia exacta (ni mucho menos) y que las reglas y los principios de composición sólo deben entenderse como puntos de partida y nunca como principios absolutos. De hecho, incluso aunque las conozcamos al dedillo seguirlas nunca nos va a garantizar crear una gran fotografía. Pero además hay algunas pautas que normalmente no tienen nada que ver con las reglas establecidas académicamente y que generalmente no se mencionan.
Se trata de unas “reglas” que normalmente evitan que se cometan ciertos errores más o menos simples de composición. Unos errores de los que todos hemos pecado en algún momento, ya fuera por inexperiencia, desconocimiento, prisa o dejadez. Aunque son más típicos de los novatos cualquiera puede cometerlos, aunque si atiendes a lo que te vamos a explicar a continuación es posible que puedas evitarlos.
Sujeto demasiado centrado
Es un error muy típico del novato y que se produce especialmente en fotografía de retrato. Se trata de situar el elemento principal de la imagen exactamente en el centro, con el fin de otorgarle el máximo protagonismo. Lo malo es que esto muchas veces no funciona y lo que realmente se consigue es quitar interés del sujeto o componer una imagen aburrida.
En esos casos es mejor situar al sujeto a un lado de la imagen, por ejemplo en uno de los ejes verticales que se formarían según la regla de los tercios. Por supuesto esto no quiere decir que nunca puedas colocar al protagonista en el centro, más bien que debes pensar antes si esto va a ser lo más conveniente y probar distintas opciones.
Doble tema
Como norma general, una foto tiene que tener un único elemento principal, un protagonista que debe tener mayor peso visual en la fotografía. Pero puede ocurrir que efectivamente lo haya y que, sin embargo, resulte eclipsado por otro elemento que se sitúa en un plano cercano y reste protagonismo haciendo que la mirada del espectador se confunda. Un ejemplo muy típico es la foto que muchas veces hacemos de alguien con algún elemento “interesante” de fondo, como puede ser una bonita cascada.
Depende como compongamos la imagen no quedará muy claro cuál es el sujeto principal de la foto, ambos competirán por ello y harán que el ojo del espectador no sepa bien a qué atenerse. Para evitarlo hay varias posibilidades, la mejor es hacer que ambos temas no compitan situando claramente al principal por delante, tapando en parte al otro y, idealmente, desenfocándolo.
Sin un tema principal
Del mismo modo que no es bueno que haya más de un sujeto principal en una foto tampoco lo es que no exista ningún centro de interés. Se trata de que haya un elemento que capte la atención del espectador y evite que la mirada vague por la imagen sin encontrar ningún atractivo, haciendo que resulte insulsa y aburrida.
Esto es muy típico de los paisajes de lugares idílicos pero en los que no hay un elemento destacado como podría ser un animal, una cabaña o un árbol algo diferente. Evitar caer en este error suele ser sencillo, aunque a veces sea inevitable, porque no es difícil que se nos olvide si lo que estamos contemplando es muy bello.
Horizonte mal nivelado
Una línea del horizonte torcida es otro de los errores típicos de los novatos pero que nos puede pasar a cualquiera por una simple distracción. Salvo que lo hagamos a propósito y con alguna intención específica, es algo que suele quedar fatal y que debe cuidarse para evitar dar la impresión de una foto descuidada.
Normalmente es algo que se puede arreglar en postproducción, pero sin duda es mejor que nuestras fotos estén bien niveladas de partida. Por cierto, recuerda también que el centro de la imagen no es el mejor sitio para situar la línea del horizonte salvo que (una vez más) lo hagas intencionadamente por algún motivo.
Tangentes que “cortan”
Las líneas en fotografía son uno de esos elementos básicos clave para las fotos, sobre todo para dirigir la mirada del espectador y dar profundidad a la imagen, pero a veces resultan contraproducentes. Es el caso de una imagen en la que el sujeto principal resulta “cercenado” por líneas que pasan por detrás de él y confunden la mirada del espectador.
Podrían ser las líneas verticales de árboles o edificios situados en el fondo (como en la foto de arriba), o líneas horizontales que se suceden por efecto de una pared u otro elemento. Incluso una línea del horizonte mal situada puede hacer que el sujeto parezca cortado, haciendo que la composición general sea confusa.
Fondo incorrecto
Parece mentira lo que puede cambiar una foto dependiendo del fondo que aparezca en ella. Especialmente en el caso de un retrato, en el que no hay nada peor que un fondo que distraiga del sujeto; por eso, como norma general nunca se debe fotografiar a alguien delante de elementos que distraigan la atención del espectador.
En este artículo ya te contamos cómo mejorar el fondo de tus retratos pero te recordamos los principios básicos: Elegir un fondo exento de objetos que distraigan, con un color adecuado al sujeto principal y, si es posible, desenfocado.
Punto de vista erróneo
Éste es otro de esos errores de los que no está libre ningún fotógrafo, incluso aunque tenga experiencia, dado que es más una cuestión de actitud. Como sabréis, elegir un punto de vista adecuado para una toma concreta es una de las primeras labores a realizar a la hora de componer, pero a veces nos da pereza movernos y nos limitamos a hacer zoom con el objetivo para encuadrar.
En el caso de un novato puede ocurrir por inexperiencia pero en el de un fotógrafo avanzado también ocurre por simple pereza. Un ejemplo muy típico de esto se da en la fotografía de mascotas, donde a menudo se realizan tomas de pie sin darnos cuenta de que la mejor perspectiva para fotografiar a un perro o gato es agachándose para estar a su altura.
Ceñirse demasiado a las reglas
Por último, como decíamos, las reglas de composición son útiles e importantes pero no son inamovibles. De hecho, lo ideal es conocerlas y practicarlas para ser capaces de evaluar cuando ceñirse a ellas y cuando es mejor romperlas.
Por ejemplo la siempre recurrente regla de los tercios que puede ayudarnos a equilibrar una imagen o también puede hacer que ésta sea monótona. O la repetición de patrones, que puede hacer que nuestra imagen tenga armonía pero también que resulte aburrida si no hay nada que rompa el ritmo de la foto, como un sujeto principal, y le aporte interés.
En definitiva, existen muchos errores que suelen ser típicos de los aprendices de fotografía pero que también puede cometer cualquiera, incluso un fotógrafo con mucha experiencia. Por eso hemos querido apuntar algunos de ellos para intentar que todos estemos más atentos la próxima vez que vayamos a componer una imagen.
¿Y tú qué opinas? ¿Qué errores te parece que se comenten más a menudo? ¿Hay alguno que te moleste especialmente? ¿Se te ocurre alguno que no hayamos mencionado? Como siempre agradecemos tu participación a través de los comentarios.
En Xataka Foto | 31 errores habituales en fotografía de viajes y cómo evitarlos
Foto de portada | Jim Makos
También te recomendamos
Aspectos básicos para una buena composición
El bob corto se perfila como el corte favorito de las pasarelas
Cine y fotografía, fotografía y cine: conceptos válidos para ambas artes
–
La noticia
Ocho errores en la composición fotográfica que todo aprendiz debe evitar
fue publicada originalmente en
Xataka Foto
por
Óscar Condés
.