Fotógrafos de calle (I): 13 grandes clásicos que deberías conocer
La fotografía de calle (callejera o street photography) es un género recurrente que, sin embargo, es indudable que está más de moda que nunca. Por eso nos hemos propuesto realizar un amplio recopilatorio de autores recomendables para aprender e inspirarse dentro de esta disciplina. Y que mejor que empezar con un listado de grandes maestros del género, esos que hay que conocer sí o sí.
Se trata de grandes fotógrafos, en su mayoría ya desaparecidos (lamentablemente), que sentaron las bases de este género que tiene como lema retratar la realidad de forma espontánea. Es decir eso de “capturar el momento decisivo” que decía Henri Cartier-Bresson, considerado padre de la fotografía callejera y, por tanto, uno de los que no pueden faltar en esta lista.
Por cierto que no hemos incluido cuestiones de técnica, práctica y demás, porque para eso os recomendamos repasar este especial de fotografía callejera en varias entregas que realizó nuestro compañero, y especialista en el género, Jesús León. Igualmente, hemos dejado fuera de la lista algunos nombres que merecen figurar en ella como son Daido Moriyama, Philip-Lorca diCorcia, Garry Winogrand, Martin Parr, Peter Funch, Jeff Mermelstein y Nick Turpin que ya fueron comentados en la útlima entrega del especial. Eso sí, no olvidéis incluirlos en vuestra lista de clásicos por conocer.
Del mismo modo tampoco vamos a hablar de cámaras recomendadas para fotografía callejera porque eso también lo tratamos hace poco. Y ya sin más pasamos a ofreceros la lista (por orden alfabético) de los grandes clásicos de la fotografía callejera que hay que conocer.
Henri Cartier-Bresson (1908-2004)
Como adelantábamos, este gran fotógrafo francés sentó las bases de un género que él mismo ayudó a definir. Y no sólo por las imágenes que Henri Cartier-Bresson realizó con su inseparable Leica sino también acuñando aquello de capturar “el momento decisivo”, una frase que dio título a uno de los libros más famosos de fotografía de todos los tiempos.
Henri fue un experto en capturar ese momento único, esa fracción de segundo en el que los diferentes elementos de la imagen comunican algo casi mágico, aunque siempre comprometido con la realidad y también, en algunos momentos, con una importante faceta surrealista. Todo un genio de la fotografía que no nos cansamos de admirar.
Francesc Català-Roca (1922 -1998)
No podía faltar un español en la lista y aunque podríamos haber elegido a otros (por ejemplo a Joan Colom), sin duda Francesc Català-Roca es el mejor exponente de la fotografía callejera en nuestro país, considerado el maestro de la fotografía de reportaje catalán. Nacida en el seno de una familia de fotógrafos, comenzó en el estudio de su padre pero pronto su curiosidad le llevó a la calle a captar la realidad cotidiana de la Barcelona de su tiempo y a retratar su arquitectura en los numerosos libros del ramo que ilustró con sus imágenes.
Curiosamente Català-Roca nunca se consideró un artista, sólo un profesional de la fotografía que intentaba retratar la cotidianeidad. Sin embargo, su dominio de la técnica, su habilidad para lograr la composición perfecta y su manera de acercarse a la gente y de captar su humanidad sin duda hacen de él un artista con todas las letras, como así se ha reconocido en muchas ocasiones.
Bill Cunningham (1929 – 2016)
Desaparecido hace apenas unos meses, Bill Cunningham es un caso especial de cómo la fotografía de moda y la callejera pueden fusionarse en una sola disciplina. Nacido en Bostón donde intentó dedicarse al mundo de la moda que tanto le apasionaba, acabó en Nueva York trabajando en la publicidad, pero pronto comenzó a desarrollar la actividad que le haría famoso: salir a la calle a “pescar las tendencias de la moda”.
Vestido con una llamativa chaqueta azul y “armado” con su cámara y una bicicleta (‘modus operandi’ que lo convirtió en un símbolo), Cunningham se dedicó a recorrer la Gran Manzana y a retratar a su «fauna», ya fueran los habitantes de los barrios menos recomendables o los extravagantes miembros de la jet set neoyorkina. Sus fotografías son una fuente documental de cómo la calle iba creando y haciendo evolucionar la moda a lo largo de los años.
Bruce Davidson (1933)
Otro de los grandes del género, comenzó a hacer fotos de niño en su Illinois natal y trabajó como fotógrafo en el ejército, época en la que entró en contacto con el maestro Cartier-Bresson y, posteriormente, entró a formar parte de la Agencia Magnum. Su filosofía de trabajo era muy especial, dando lecciones (como comenzar a fotografiar el ambiente que nos es más cercano y luego ir ampliando el círculo) que se han convertido en norma para todo aquel que se acerque a la fotografía documental o callejera.
Como muchos de la lista, Nueva York fue su principal campo de acción donde realizó su proyecto más conocido ‘Subway’, que retrató de manera magistral el inframundo del metro de New York en la década de los 80 (cuando este transporte era un sitio potencialmente peligroso). Este trabajo es un buen ejemplo de su mirada antropológica y su personal forma de trabajar, a caballo entre la foto callejera y la documental y siempre apoyada en la investigación y el estudio de la calle a lo largo del tiempo.
Robert Doisneau (1912 – 1994)
Este gran fotógrafo francés es otro de los que no podían faltar en este listado, sobre todo porque su foto ‘El beso frente al Ayuntamiento’ es una de las imágenes más famosas de la historia (aunque estuviera preparada). Contemporáneo y amigo de Cartier-Bresson, la filosofía de trabajo de Robert Doisneau era similar, por eso, armado con una Rolleiflex se dedicó a pasear por su París natal esperando el momento justo para lograr sus icónicas fotografías.
«París es un teatro en el que se paga asiento con el tiempo perdido. Y yo continúo esperando» era el lema de un maestro que supo retratar la cotidianidad de los habitantes de la ciudad de la luz, especialmente de sus suburbios. “Gente normal en situaciones normales”, que Doisneau retrató con una mirada humanista, llena de optimismo aunque no exenta de un fondo crítico.
Elliott Erwitt (1928)
Otro maestro de la fotografía que si por algo destaca es por la ironía que subyace en sus fotografías y su capacidad para hacer guiños al espectador de la imagen. Fotógrafo muy prolífico y polivalente, las instantáneas de Elliott Erwitt captadas en la calle demuestran su maestría en el encuadre y su capacidad para destilar humor sin perder elegancia. Algo que trasladó al resto de su producción, incluido su trabajo en el campo de la publicidad y la moda, al que también supo trasladar su toque personal.
Nacido en París, se trasladó con su familia a EEUU durante la Segunda Guerra Mundial y a finales de los años 40 entró en contacto con el mundo de Hollywood (que fotografió ampliamente) y entabló una amistad con Robert Capa que a la postre le haría entrar a formar parte de la Agencia Magnum. Eso fue sólo el comienzo de una trayectoria que le llevaría a dirigir la agencia fotógrafica más famosa.
Robert Frank (1924)
Conocido mundialmente por su libro “The Americans”, Robert Frank es otro clásico de la foto callejera que retrató como nadie a la sociedad norteamericana de la postguerra. Sus imágenes hicieron cambiar la mentalidad tanto de fotógrafos como de editores de medios gracias seguramente a una mirada escéptica propia un extranjero (Frank nació en Suiza en el seno de una familia judía).
Las 83 fotos que componen ‘Los Americanos’ se seleccionaron de entre las 28.000 que tomó recorriendo un país que descubría con pasión y que diseccionó con maestría en un libro que ahora es considerado uno de los fotolibros indispensables (aunque en su momento no fue fácil de publicar). Tras este libro su carrera sufrió muchos altibajos, alternando su carrera de fotógrafo con periodos dedicados al mundo del cine, aunque hoy día es considerado uno de los grandes maestros.
Lee Friedlander (1934)
Su trabajo navega entre lo callejero y lo documental (a veces tan difícil de separar), y de hecho fue una figura clave allá por los años 60 de la nueva fotografía documental junto a Garry Winogrand y Diane Arbus. Aunque Lee Friedlander se diferenció gracias a un estilo propio e innovador que contribuyó sobremanera a cambiar el lenguaje fotográfico.
Transgresor y aficionado a experimentar, nació cerca de Seattle y pasó por la soleada California antes de viajar a Nueva York ya convertido en fotógrafo freelance. Allí comenzó a tener sus primeros encargos documentales en los que empezó a practicar su peculiar estilo, con una composición compleja y diferente basada en la geometría y un aparente caos con el que retrató el paisaje social de su país.
Bruce Gilden (1946)
El más joven de la lista de clásicos, y también miembro de Magnum, Bruce Gilden es un exponente de la fotografía callejera más desinhibida y buen ejemplo de cómo poner en práctica el lema que acuño Robert Capa, aquello de que “si tus fotos no son lo suficientemente buenas es porque no te has acercado lo suficiente” aunque sin tener ninguna intención de pasar desapercibido.
Armado con su Leica y un flash de mano, este fotógrafo neoyorkino se ha hecho conocido por recorrer la gran manzana captando retratos por sorpresa, tal y como hemos podido ver en numerosos vídeos. Una forma de trabajar muy peculiar que le ha servido para captar imágenes muy especiales que desde luego son street photography en el más estricto sentido de la palabra.
Saul Leiter (1923 – 2013)
Pionero de la fotografía en color, Saul Leiter es otro de los que se ha dedicado a retratar la vida neoyorquina con una gran maestría y un estilo que se acerca mucho a lo pictórico. Su formación artística (iba para pintor pero lo dejó por la cámara fotográfica) fue determinante para que sus imágenes callejeras resulten poéticas gracias a la maestría en la composición y su gusto por la geometría de las formas y los elementos que aparecen.
Unas fotos, por cierto, que tomó durante años «por amor al arte» ya que se ganaba la vida profesionalmente como fotógrafo de moda para revistas como Vogue y Harper´s Bazaar y no fue hasta tiempo después cuando su obra callejera fue reconocida internacionalmente hasta el punto de convertirle en otro maestro del género.
Helen Levitt (1913 – 2009)
Esta fotógrafa de Brooklyn, alumna de dos maestros como Cartier-Bresson y Walker Evans, se dedicó a retratar a sus vecinos neoyorkinos centrándose especialmente en los más pequeños. Y es que los niños fueron los grandes protagonistas de la extensa obra de Helen Levitt, quien navegó entre la fotografía callejera y la documental pero siempre siguiendo las lecciones de Walker Evans: mantenerse al margen de lo fotografiado y captar lo que se ve sin juzgarlo.
No muy conocida para el gran publico, aunque muy bien considerada entre sus compañeros de profesión, su reconocimiento llegó de forma tardía pero hoy es considerada una maestra de la fotografía de calle. Ciertamente sus fotos demuestran su talento y su sensibilidad para captar la cotidianeidad y la espontaneidad de los habitantes del NY de la primera mitad del Siglo XX.
Vivian Maier (1926 – 2009)
Si hay una fotógrafa de calle de la que se haya hablado en los últimos tiempos ésta es Vivian Maier, un curioso caso de fotógrafa que nunca ejerció de tal. Pasó décadas capturando imágenes sin ser conocida, mientras trabajaba como niñera, y su talento sólo se reconoció a posteriori, cuando se descubrieron sus negativos en una subasta y se dio a conocer la calidad de su trabajo fotográfico.
Sus fotografías, entre las que hay muchos autorretratos, fueron tomadas con una Rolleiflex en las calles de Nueva York y Chicago en los años 50 y su mirada demuestra un gran talento para captar detalles, momentos y expresiones en las escenas que retrató en las calles de estas dos grandes ciudades.
Joel Meyerowitz (1938)
El último de la lista es otro neoyorkino que decidió dedicarse a la fotografía callejera influido por los maestros Cartier-Bresson y Robert Frank. Especialmente por este último, ya que fue tras ver una foto suya, en 1962, cuando Joel Meyerowitz decidió dejar su trabajo como director artístico en una agencia de publicidad para salir a la calle con su cámara a captar la realidad cotidiana como lo estaban haciendo otros fotógrafos de su generación.
Claro que no siguió a los maestros de manera estricta porque, de hecho, fue uno de los pioneros en la defensa de la fotografía en color siendo una pieza fundamental en el cambio de actitud hacia el uso del color. Sus retratos en color de la rutina callejera de las ciudades, en especial de su ciudad natal, desde diferentes puntos de vista y con un interesante juego de colores le hacen valedor como uno de los maestros del género.
Y con Meyerowitz acabamos esta recopilación, aunque seguro que podríamos seguir con otros nombres porque sin duda el ámbito de la fotografía callejera ha sido muy prolífico. En cualquier caso, en una próxima entrega continuaremos con más nombres de fotógrafos actuales del ramo y nombres emergentes que merece la pena seguir.
En Xataka Foto | Seis consejos para ayudarte en la fotografía callejera
Foto de portada | Reproducción de una obra de Henri Cartier-Bresson por Claude Valette
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Fotógrafos de calle (I): 13 grandes clásicos que deberías conocer
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Óscar Condés
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