Nikon Z7 y Z6: Toma de contacto con las primeras mirrorless de formato completo de la casa en Photokina
Además de las novedades que han sido presentadas en la propia Photokina, uno de los grandes atractivos para los visitantes de la feria alemana ha sido poder conocer (y tocar) dos grandes novedades anunciadas muy poco antes: La Canon EOS R y las Nikon Z6 y Z7. La primera nosotros ya tuvimos ocasión de catarla, pero las segundas aún no las conocíamos así que el evento nos ha servido también para tener una primera toma de contacto con ellas.
No en vano estamos hablando de unas cámaras muy esperadas y que, sin duda, suponen un punto y aparte en la historia de esta firma. Modelos que además vienen a competir en un segmento, el de las mirrorless de formato completo, hasta ahora en manos de una sola compañía y que ahora va a tener nada menos que cuatro actores. A saber, además de Nikon tendremos a Panasonic con las recién presentadas Lumix S1 y S1R, Canon con su EOS R y, por supuesto, tenemos a Sony con sus A7 y A9 que son las más veteranas y referencia del sector (dejamos fuera a Leica y sus SL por estar en otro nivel). Por todo ello, no podíamos dejar pasar la ocasión de contaros qué nos han parecido las primeras sin espejo full frame de Nikon.
En las manos
Evidentemente a pie de stand poco pudimos probar, pero al menos sí ver qué sensaciones produce en las manos, asomarnos al visor para hacernos una idea de su calidad y realizar algunos disparos. Respecto a lo primero, corroborar lo que ya habíamos leído en algunos medios que tuvieron ocasión de probar la cámara en su presentación en Japón: La ergonomía es excelente y eso contribuye a un muy buen agarre (sobre todo para los poseedores de manos grandes) siguiendo la marca de la casa.
Su tamaño es bastante contenido, en la media de las cámaras de la competencia (salvo las Lumix, tal y como os hemos contado en nuestro primer contacto), y como hemos adelantado se agarra muy bien lo que da una idea de que no será problema utilizar objetivos relativamente grandes. En el stand sólo pudimos tocar las Nikon Z6 y Z7 con los objetivos Nikkor 24-70mm ƒ4 S y el Nikkor 50mm ƒ1.8 S.
Ambos tienen un tamaño similar, haciendo que el conjunto cámara-objetivo sea muy equilibrado, pero a los que provengan de una réflex (sea Nikon o no) les llamará la atención que el 50 mm sea más grande. Una pena tener que renunciar a esos luminosos y muy pequeños objetivos de 50 mm de las DSLR, pero alguna renuncia hay que hacer si decidimos dar el salto desde una réflex a una sin espejo full frame. Por lo que toca al 24-70 mm, en un primer momento la primera impresión es que el paso a la posición de gran angular está excesivamente dura, cuando lo que ocurre es que tiene un sistema retráctil algo extraño.
En cuanto al diseño, puede gustar más o menos, pero a nosotros nos parece que quizá es la CSC de formato completo más distinta del resto. Y viéndolas de cerca observamos que su aspecto está muy marcado por esa gran montura que abarca todo el cuerpo y por una mocheta para el visor bastante peculiar. Además, ésta se alarga por la parte trasera de la cámara, haciendo que el ocular sobresalga mucho de la pantalla trasera táctil (seguramente para evitar que nuestra nariz interactue demasiado con ella).
Por cierto que la articulación de la LCD trasera nos parece bastante limitada para una cámara de este nivel, sobre todo en el caso de la Z7, pero no deja de ser algo de lo que vienen pecando también otras marcas (no parece que sea tan difícil montar pantallas más versátiles, pero muchos modelos de alta gama se siguen resistiendo). Aún así, sería una de las pocas pegas que se le pueden poner a un cuerpo muy logrado. Eso sí, dejando aparte el tema de la única ranura para tarjetas XQD que tanto ha dado que hablar.
En cuanto a los controles, como no podía ser de otro modo, han tratado de imitar el Nikon Style para que el usuario de la casa se encuentre cómodo rápidamente. En este sentido nada que objetar, pero sí mencionar que el tacto de las ruedas de control nos pareció algo duro, no así el joystick para mover el punto AF que nos gustó bastante.
Asomados al visor
La experiencia que ofrece el EVF está sin duda muy lograda, y no dudamos que convencerá rápidamente a los usuarios de la casa que tengan sus miedos de dejar el visor réflex por uno electrónico. Resolución y refresco parecen excelentes incluso en condiciones de luz bastante bajas como las que había en el stand de Nikon en Photokina.
En cuanto al enfoque, lo único que podemos decir es que no tiene mala pinta porque enfocó bastante bien habiendo muy poca luz, pero poco más en una prueba tan breve y limitada a este espacio poco sugerente. Por supuesto no pudimos probar el rendimiento del AF continuo, que es una de las dudas que han surgido respecto a estas cámaras, y que sólo podremos valorar cuando tengamos oportunidad de testear uno de los modelos.
Lógicamente, tampoco podemos decir nada del estabilizador, ni del polémico asunto de la autonomía, pero sí apuntar un contundente sonido del disparador. Por supuesto es un sonido artificial, pero que seguro gustará a los usuarios acostumbrados al que hacen sus réflex Nikon al levantar el espejo. Usuarios que siempre tendrán en su mano la opción de disparar completamente en silencio que también proporcionan las nuevas Nikon Z6 y Z7 que pronto estarán en las tiendas.
Más información | Nikon
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Nikon Z7 y Z6: Toma de contacto con las primeras mirrorless de formato completo de la casa en Photokina
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Xataka Foto
por
Óscar Condés
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