Hallado un depósito funerario prehistórico en la cueva de Nerja
A finales de marzo, y durante unos trabajos rutinarios de control y análisis de los goteros naturales de la cueva de Nerja (Málaga), la geóloga Cristina Liñán realizó uno de los descubrimientos arqueológicos más notables de los últimos años en esta cavidad: un depósito funerario en una grieta situada en el lateral noroeste de la Sala del Cataclismo, consistente en un vaso de cerámica de cuerpo esferoidal, con un diámetro máximo de 30 centímetros y una altura de 28 centímetros, que ha sido fechado provisionalmente entre las postrimerías del Neolítico y las etapas iniciales de la Edad del Cobre, según explica a este medio Luis-Efrén Fernández, director del Instituto de Investigación de la Cueva de Nerja (IICN) y arqueólogo-conservador de la misma. "Este tipo de vaso normalmente estaba destinado a la contención de líquidos y, en menor medida, del grano", indica.
La datación provisional: entre finales del Neolítico y comienzos de la Edad del Cobre
El hallazgo del depósito votivo se produjo en las galerías abiertas al público desde hace ya casi 60 años y a escasos 7 metros del vial habilitado para el recorrido turístico. El sector en el que se halla la grieta ya era bien conocido tanto por el equipo arqueológico como por el geológico; el extremo sur de la grieta presentaba una enorme hoguera o bien restos de la misma desplazados y entremezclados con la huntita y resto de minerales que componen el abundante moonmilk o leche de luna, una sustancia blanca y cremosa que hay dentro de las cuevas de caliza.
El hallazgo se produjo a 7 metros del vial habilitado para el turismo
"Este hallazgo cuadra perfectamente con la historia arqueológica, incluyendo las noticias verbales que se han podido sistematizar en los últimos años, en las que se habla de un intenso uso funerario en todo el espacio de las Galerías Turísticas, tanto en relación al material antropológico como a sus ajuares funerarios, expoliados casi al completo en los meses que siguieron al descubrimiento de la cavidad en 1959", señalan los investigadores del IICN. Un muestreo para un análisis de ácidos grasos dará una aproximación del contenido que pudo albergar el depósito votivo. El equipo de investigación del IICN que ha realizado los trabajos lo dirige Luis-Efrén Fernández, asistido en todo momento por Cristina Liñán y Yolanda del Rosal.