Toma de contacto con las ópticas Sigma Art adaptadas para montura Sony (FE)
Yokohama – Una de las novedades más esperadas para esta CP+ 2018 era, sin lugar a duda, las nuevas ópticas de la serie Art de Sigma para cámaras mirrorless de “formato completo” (24×36 mm) de montura Sony E (FE). Nos acercamos, pues, al estand de la firma para ver y tocar las primeras unidades disponibles.
Anunciadas hace apenas unos días, Sigma lanzó de golpe un total de 9 modelos para la montura de Sony, 7 de las cuales ya eran referencias conocidas, que recapitulamos a continuación con sus precios provisionales –sin contar impuestos–:
- Sigma 14 mm f/1,8 DG HSM | Art (1.600 $)
- Sigma 20 mm f/1,4 DG HSM | Art (900 $)
- Sigma 24 mm f/1,4 DG HSM | Art (850 $)
- Sigma 35 mm f/1,4 DG HSM | Art (900 $)
- Sigma 50 mm f/1,4 DG HSM | Art (950 $)
- Sigma 85 mm f/1,4 DG HSM | Art (1.200 $)
- Sigma 135 mm f/1,8 DG HSM | Art (1.400 $)
A estas 7 hay que sumar otras dos –Sigma 70 mm f/2,8 DG Macro | Art y Sigma 105 mm f/1,4 DG HSM | Art–, esta vez nuevas referencias dentro del catálogo de la compañía y que se fabricarán también para monturas Canon EF y Sigma SA, aparte de la mencionada Sony E (FE).
De estas dos, el 105 mm es el que se encuentra en un estado menos avanzado, y en la feria solo nos mostraron un prototipo no funcional. Aun así, el CEO de Sigma, Kazuto Yamaki, tuvo la amabilidad de enseñarnos uno de estos primeros prototipos, para hacernos ya con unas primeras impresiones de este futuro “bokeh monster”, tal como lo denomina la compañía.
El 70 mm macro y los demás 7 modelos sí que estaban presentes en el estand como prototipos funcionales, aunque al tratarse de versiones no finales no fue posible realizar fotografías con los mismos. De este primero ya realizamos una primera toma de contacto en su versión para montura Canon.
A continuación, relatamos nuestras primeras impresiones de los otros 7 objetivos que han sido ópticas adaptados para montura Sony E, e incluimos también algunas de las informaciones aportadas por los responsables de la firma a pie de estand.
Lo primero que salta a la vista es su contundente tamaño, especialmente cuando montamos estas ópticas en el cuerpo de una Sony Alpha. Tampoco son precisamente ligeras, todo lo contrario, su peso se deja notar, y bastante, pero tal como nos apuntan sus responsables, sus tamaños están en consonancia con otras ópticas de calidad similar como la familia G Master de Sony.
Por otro lado, se trata casi de una limitación física, pues al trabajar con esta montura y su corta distancia de registro, hay que asumir un cierto tamaño en las ópticas resultantes, especialmente en estas Sigma Art, con focales fijas muy luminosas y con un diseño óptico pensado para ofrecer la mayor calidad de imagen posible.
De hecho, estas nuevas ópticas Sigma Art adaptadas para la montura Sony E (FE) recuerdan –en su forma exterior– a las versiones para montura Canon y Sigma con un adaptador MC-11 en su interior. En realidad, el símil solo es válido en cuanto a la distancia suplementaria que debe añadirse para hacer frente a la distancia de registro de la montura, pero en su interior, Sigma ha diseñado un mecanismo totalmente nuevo, según nos aseguran a pie de estand.
Cierto es, por otro lado, que en las Sigma 14 mm f/1,8 y Sigma 20 mm f/1,4, debido a su naturaleza ultra gran angular, hubiese sido posible diseñar ópticas específicas para montura Sony E con dimensiones más reducidas que las actuales adaptadas, pero ello hubiera requerido de un nuevo rediseño solo para estas dos ópticas. Para el resto de focales, con toda probabilidad, las dimensiones resultantes hubieran sido muy similares a las actuales –a excepción del Sigma 24 mm f/1,4, que se quedaría justo en la frontera de beneficiarse de esta posible reducción–.
Sigma tenía claro, por otro lado, que debía mejorar algunos de los aspectos que limitaban el uso de su adaptador, y solventar especialmente la compatibilidad con el sistema de enfoque continuo AF-C. Tal como nos aclaran los responsables de la firma, Sigma ha estado trabajando en colaboración con Sony para poder sacar el máximo provecho de la comunicación entre la cámara y la óptica a través de la interfaz de la montura, uno puntos críticos del diseño de estos nuevos objetivos.
Tal como comprobamos con los prototipos funcionales, los Sigma Art para Sony E presentan un enfoque rápido y preciso, por lo que parece que la compañía ha hecho sus deberes en este aspecto.
Desde el punto de vista mecánico, observamos el mismo nivel de calidad que las ópticas originales de la serie Art, con una construcción robusta y unos acabados metálicos de primer nivel, si bien es cierto que, estéticamente, esa extra de longitud que se añade –en color negro brillante– no es del agrado de todos, y puede ser considerado por algunos como un “añadido” que desentona con el resto.
En cuanto a la calidad óptica se refiere, y por lo que se puede apreciar desde las limitaciones del entorno “de prueba” en el estand de la feria, los nuevos Sigma Art parecen ofrecer el mismo nivel de calidad que disponían las referencias ya conocidas. No encontramos, por ejemplo, atisbos de distorsión en las focales angulares. No obstante como ya sabemos, este tipo de análisis tienen que esperar a la calma y contexto del laboratorio, para ver qué parte de este proceso pertenece a las lentes y qué parte a las muy probables correcciones vía firmware.
En las ópticas de focales más intermedias de la serie –Sigma 35 mm f/1,4 y Sigma 50 mm f/1,4– es donde apreciamos quizá un enfoque más rápido. Hay que recordar, de hecho, que si bien existe un protocolo de comunicación común para las ópticas adaptadas a esta montura Sony E, Sigma ha “tuneado” cada uno de sus objetivos para ofrecer el mejor rendimiento de AF para cada uno de ellos.
Asimismo, las nuevas ópticas de Sigma incorporan los datos necesarios para corregir las posibles aberraciones en la cámara, tales como los relacionados con la iluminación periférica, las distorsiones o las aberraciones cromáticas.
De hecho, durante nuestra toma de contacto no apreciamos tampoco aberraciones significativas a plena apertura, lo que permite exprimir al máximo el rendimiento de estas focales fijas luminosas.
En el caso de las ópticas más “tele” –Sigma 85 mm f/1,4 y Sigma 135 mm f/1,8–, sin embargo, el sistema de autoenfoque nos pareció algo más lento que en el resto de focales, a lo que los responsables de la firma respondieron que –por supuesto– se trataba aún de unidades no finales. Algo que deberemos comprobar más pausadamente con las unidades definitivas.
A modo de resumen, podríamos concluir que, a nivel de construcción y prestaciones, las nuevas ópticas de la serie Art adaptadas a la montura Sony E (FE) están a la altura de las expectativas –a confirmar, por supuesto, en nuestras futuras pruebas en un entorno de test adecuado–. No obstante, entendemos que el hecho de haber partido del diseño anterior implica ciertas imposiciones en cuanto a sus dimensiones y estética, que no serán del agrado de todos los usuarios.