Zeiss Loxia 25 mm f/2,4 E – Toma de contacto y Muestras
A mediados del pasado mes de febrero, Zeiss anunció el quinto objetivo de la familia de ópticas de enfoque manual diseñadas para cámaras mirrorless de montura Sony E (FE) de “formato completo” (24×36 mm), el Loxia 25 mm f/2,4 E, que probamos ahora a pie de estand en la CP+ 2018.
Se caracteriza, al igual que el resto de los miembros de la familia Loxia, por su compacidad y ligereza, merced a su enfoque exclusivamente manual. Comparado con el Zeiss Loxia 21 mm f/2,8, dispone de una focal gran angular bastante menos extrema, que convendrá a aquellos usuarios que buscan una óptica menos acentuada y más versátil.
Es también ligeramente más grande que el 21 mm, en parte debido a su luminosidad ligeramente mayor. Ambos disponen de parasoles “en pétalos”, siendo el acabado metálico de muy buena calidad, tal como se espera de un producto Zeiss –producido por Cosina–.
En lo que respecta al tacto de manejo –clave en un objetivo de enfoque manual– es, a nuestro parecer, quizá un poco demasiado suave, más en todo caso que el del Loxia 21 mm f/2,8.
Encontramos, asimismo, la característica junta de sellado en color azul de la familia Zeiss Loxia, que son su refinado perfil y calidad de material permite proteger la óptica con el polvo y las salpicaduras por ese punto de posible intrusión.
No obstante, la lente posterior se mueve –aunque en escasa medida– a lo largo de las operaciones de enfoque, lo que puede propiciar un cierto efecto de bombeo del polvo hacia el sensor de la cámara.
También encontramos en el nuevo Loxia el mecanismo “de-click” propio de la marca, que permite conmutar entre un diafragmado por clics o bien continuo, siendo este último especialmente útil para tomas de vídeo.
Recordemos, de paso, que la particular estética un tanto “tubular” de la serie Loxia se debe a que todas las ópticas obedecen a un mismo diámetro, a fin de facilitar el empleo de sistemas follow focus para esas aplicaciones videográficas.
Como ya hemos comentado más arriba, se trata de un objetivo de enfoque manual, con lo que el uso del focus peaking –seleccionado en color blanco en la siguiente imagen– resulta de gran utilidad a la hora de comprobar el foco.
Muestras
A continuación, mostramos unas cuantas tomas a resolución nativa realizadas con el Voigtländer Macro Apo-Lanthar 110 mm f/2,5 E montado sobre una Sony α7 II.
En un prolijo estand montado con mucho gusto, evidentemente con objeto de facilitar a los visitantes de la feria poner a prueba las virtudes de estas ópticas de alta gama, personalmente pudimos comprobar una casi total ausencia de distorsión con el Loxia 25 mm f/2,4 E que nos ocupa.
Debido a la forma de las palas del diafragma de las ópticas producidas por Cosina –y a pesar del elevado número de ellas–, el bokeh no es completamente circular, si bien con una estética particular que no desagrada. La distancia mínima de enfoque es de 25 cm –16 cm la de trabajo–, lo que permite juegos de encuadre y perspectiva interesantes.
Conclusiones
El Zeiss Loxia 25 mm f/2,4 E representa una valiosa adición a una serie de ópticas de enfoque manual, pensada tanto para vídeo y fotografía, dirigida a aquellos usuarios que prefieren una forma de trabajar algo más lenta, pero con pleno control de puntos y planos de enfoque.
Tal como hace Zeiss para sus series, en este angular se cuida la uniformidad de calidad de imagen y parámetros físicos para que la serie resulte coherente. Y en aras de ello –con un planteamiento muy clásico de Zeiss–, la gama de focales no siempre sigue las “pautas establecidas” y en pocos fabricantes encontraremos una focal de 25 mm en lugar de la más habitual de 24 mm.
Tanto en la mano, como por la baja distorsión y alta calidad de imagen apreciada –aún en una breve toma de contacto– pensamos que el Zeiss Loxia 25 mm f/2,4 E se hace un hueco de pleno derecho en la serie.