Poesía para las marcas
La poesía no ha sido en las últimas décadas un género literario de masas y con una atracción poderosa sobre el gran público y, sin embargo, en los últimos tiempos se ha convertido en el tipo de contenidos que crean gran animación en las librerías. Los nuevos poetas de moda, nacidos al calor de las redes sociales, conectan muy bien con un público joven, uno que suele hacer colas en las librerías para que les firmen sus libros de poesía. En cierto modo, son como una suerte de estrellas de las redes sociales, influencers que se hicieron famosos a golpe de versos.
En España y en castellano hay unos cuantos ejemplos de poetas del social media. La tendencia es, sin embargo, algo global. Un libro de poemas de Rupi Kaur, un nombre no muy popular a primera vista en términos literarios, salió en octubre con una tirada inicial de un millón de ejemplares en inglés, una cifra que supera ampliamente los 10.000 libros de media con los que se estrenan los libros de ficción en EEUU. Kaur es una de esas poetas de Instagram, con una audiencia millonaria de seguidores en las redes sociales.
Puede que para los puristas literarios este boom de los poetas de las redes sociales sea un sacrilegio (pero al fin y al cabo para los puristas literarios muchas cosas lo son), pero lo cierto es que su éxito demuestra cómo las redes sociales están impactando en las audiencias, cómo están cambiando las reglas del juego y cómo están creando nuevos códigos de comunicación entre un lado y otro del mensaje social. Y, por supuesto, ha creado un nuevo tipo de contenido que está de moda y al que las marcas y empresas ya han empezado a prestar atención.
Porque si la poesía era años atrás algo minoritario, ahora se ha convertido en ‘trendy’ y algo que aman los jóvenes (ese público escurridizo al que las compañías quieren llegar). Para las marcas, es ahora un elemento más a conquistar con su estrategia de marketing de contenidos.
Por qué y cómo la usan las marcas
Las marcas han empezado a usar la poesía, a menos en Estados Unidos, en diferentes tipos de campañas. Coca-Cola metió un poema en uno de sus últimos anuncios, Microsoft hizo lo propio y otras marcas – como Policygenius o Under Armour – han lanzado campañas impresas en el que el mensaje es un poema. Los expertos están convencidos de que la poesía es el último elemento al que las marcas han echado mano en su lucha por lograr recuperar la atención de los consumidores.
«Estamos viendo poesía en el storytelling comercial porque los espectadores son reacios a la publicidad convencional y son bombardeados con ella, así que tienen que desarrollar nuevas formas de salir de ahí», explica un directivo creativo a AdWeek, señalando que la poesía resulta «más entretenida» y que además tiene un impacto a nivel emocional. Para los consumidores es más fácil reaccionar ante un mensaje que les está hablando de emociones o un estilo de vida que a uno que simplemente está vendiendo, añade.
La poesía, o al menos así están viéndola las marcas y empresas que la emplean, les permite posicionarse de un modo más auténtico. Si a eso se suma que la poesía se ha convertido en una suerte de lenguaje para conectar con los consumidores más jóvenes se puede tener la foto completa.
Las marcas se han lanzado a la conquista de la poesía y a integrarlas en sus estrategias. Algunas han incluso fichado a un poeta para su equipo para que produzca el contenido necesario. Eso sí, escribir poesía no es en absoluto fácil y el proceso creativo, por mucho que salga del equipo de marketing, va a ser complejo.