Kingdom Come: Deliverance, ¿rigor histórico o machismo disfrazado?
‘Kingdom Come: Deliverance‘ se ha presentado desde el primer momento como un videojuego especialmente interesado por construir una recreación históricamente fiel de la Bohemia de 1403, una de las regiones de la actual República Checa que durante esa época fue el campo de batalla protagonista de una sangrienta guerra civil entre dos hijos del rey Carlos IV.
Daniel Vávra, creador y director creativo de ‘Kingdom Come: Deliverance’ y fundador de Warhorse Studios, siempre ha puesto por delante la cuidada fidelidad histórica de su juego: «Creo que lo que estamos haciendo es algo que nadie ha hecho antes (…) una representación realista e históricamente precisa de la Europa medieval con una historia madura», explicaba en una entrevista concedida en 2014 a TechRaptor.
En esa misma entrevista Vávra habló sobre una polémica que estaba a flor de piel en ese momento: el GamerGate. Aquel movimiento de tintes machistas supuso un antes y un después en la industria del videojuego y sus secuelas llegan hasta hoy día; sus defensores argumentan que no hay ningún problema de misoginia en los videojuegos, mientras cada día se demuestra que hay un acoso reiterado a las mujeres del sector.
Sobre el GamerGate dijo Vávra que creía que era «una caza de brujas» que iba en contra de su libertad artística. Un año después de aquella entrevista confesó a un periodista de Kotaku que creía que algunos medios de videojuegos están «exagerando demasiado ciertos problemas y creando un clima de hostilidad».
Daniel Vávra se ha posicionado en más de una ocasión a favor de esa línea de pensamiento que cree en la dictadura de lo políticamente correcto, en que el feminismo censura la libertad de expresión y en todas esas patrañas que defienden los señores que gritan y se lamentan creyéndose oprimidos.
Tristemente estamos acostumbrados a ver ese tipo de comportamientos en redes sociales pero, ¿qué pasa cuando una persona así toma el mando de un videojuego que, además, se vende a sí mismo como históricamente realista? Pues pasa que, como en cualquier obra de ficción, hay momentos -inevitables- en los que el realismo se diluye y sale a flote la ideología del autor.
Es imposible que un juego sea históricamente realista al igual que es imposible que ofrezca una visión objetiva, despojada de la perspectiva del creador. El autor Fede Peñate explica en este artículo de la revista Presura que los videojuegos no pueden «aspirar a ofrecer una visión veraz y realista del pasado, ya que ello supondría un lastre para la jugabilidad» y que a lo que suelen intentar es «ofrecer una visión verosímil del pasado, es decir, que concuerde con la imagen general que las audiencias tienen de la historia».
Si ‘Kingdom Come: Deliverance’ fuera una obra literaria en lugar de un videojuego no sería un libro de Historia, sería una novela histórica. La diferencia está bien clara: uno quiere dar a conocer de forma científica un aspecto determinado de la Historia, mientras que otro intenta contar una historia contextualizada en un momento que busca representar de la forma más realista posible.
Entonces, ¿’Kingdom Come: Deliverance’ no es un juego históricamente realista? Bueno, no es que no intente serlo. Se nota que desde Warhorse Studios han puesto mucho esfuerzo en construir una Bohemia medieval ficticia lo más parecida posible a la real, de hecho el apartado gráfico es uno de los más pulidos a ese respecto, como evidencian estas imágenes comparativas que un usuario ha publicado en el foro de Reddit del juego.
Sin embargo, la obra ideada por Daniel Vávra, como si fuera una novela histórica, presenta huecos por los que el realismo se escapa y que sus desarrolladores han rellenado con elementos que surgen directamente de su mente y que, por consiguiente, llegan manipulados al producto final.
Aspectos como que el hijo de un herrero pueda llegar a tener un caballo propio (algo inusual en las clases bajas por sus altos costes) o que te puedas sanar utilizando pociones son licencias videolúdicas que no pasarían por el filtro de lo históricamente realista que invalidarían cualquier justificación del machismo en pos de un rigor que está demostrado que se pasa por alto.
Son errores sin demasiada importancia pero que acabarían deslegitimando la fidelidad histórica del juego en cualquier debate que intente ponerla por encima del respeto a la figura de la mujer. Errores que, por otra parte, son fáciles de cometer teniendo en cuenta que la Edad Media es una de las etapas históricas más difíciles de clasificar, esos huecos no son precisamente pocos.
La Edad Media, una época sobre la que es difícil crear ficción
Para la medievalista Míriam López, nuestra concepción de la Edad Media está muy constreñida por varias razones, aunque principalmente son dos los motivos que nos hacen ver ese momento histórico como algo oscuro: el hecho de intentar resumir «mil años de historia y de todo un continente en un par de temas de instituto muy genéricos y sesgados» y las limitaciones de la historiografía:
«Durante mucho tiempo solo se ha contado con los textos escritos de la élite que reflejaban su modo particular de ver la vida y se ha trasladado al conjunto de la Edad Media. Por ejemplo, la idea de la sociedad estamental de ‘oratores, bellatores y laboratores’ corresponde a una división artificial generada desde el clero. La verdad es que había no pocos matices. Y ahí es donde entra la arqueología: poder estudiar de forma material la Edad Media le da un giro de 180º a nuestra visión de la misma»
El tradicional desconocimiento que hemos tenido de la Edad Media «induce a la idea errónea de que en la Edad Media no ocurrió nada relevante y solo eran un cúmulo de campesinos muriendo de peste y rezando», pero que con un poco de perspectiva analítica queda anulada: «Cualquiera que observe una catedral gótica debería plantearse, como poco, los conocimientos matemáticos que eran necesarios para elevar una obra arquitectónica así», explica Míriam López.
‘Kingdom Come: Deliverance’ no se libra de estos errores incluso habiendo pasado un supuesto proceso de estudio de la época y el lugar en los que se enmarca, según presumen desde el estudio desarrollador que al parecer ha contado con un equipo de historiadores que ha ayudado a dar forma al videojuego. Pero incluso así, es difícil crear una obra de ficción fidedigna sobre la Edad Media.
Inmaculada Castilla, historiadora de la Universidad de Sevilla, coincide en que es muy complicado divulgar sobre la Edad Media «primero porque tenemos muchos conceptos heredados y segundo porque es un período muy amplio, que abarca muchos siglos», algo que también afecta a la representación de la mujer:
«La propia condición de la mujer varía dependiendo del momento de la Edad Media en el que te sitúes. A principios de la Edad Media, cuando el sistema feudovasallático está menos asentado, la mujer se utiliza más como instrumento de intercambio para establecer relaciones. Eso cambia conforme el sistema de vasallaje se va asentando y la mujer pasa a un segundo plano»
Aquí entramos en el quid de la cuestión: ¿es ‘Kingdom Come: Deliverance’ un videojuego machista? Sí, sin ninguna duda. Y lo es en dos direcciones: por una parte falla al representar a la figura femenina (y para eso tienen la errónea excusa del realismo histórico) y por otra ofrece ventajas cuando el jugador se aprovecha de las desigualdades de la época.
Sí, ‘Kingdom Come: Deliverance’ es machista
María Pérez, colaboradora de Todas Gamers, explica que el machismo de un videojuego se percibe sobre todo «en la forma que tiene de tratar a los personajes femeninos, si los sexualiza, los maltrata, los menosprecia, etc… Cualquier tipo de representación asimétrica suele ser normalmente causada por prejuicios machistas«.
Los modelados de los personajes femeninos del juego presentan una figura estilizada independientemente de si sus ropajes son más gruesos o más finos: su cintura, su trasero y su escote se marcan incluso si llevan trajes confeccionado con telas ásperas. Hay pocas mujeres con cuerpos reales en el juego, incluso las señoras mayores aparecen representadas con buena figura.
Además de eso, en toda la trama principal de ‘Kingdom Come: Deliverance’ no hay ni un solo personaje femenino con más o menos relevancia que salga de ese tópico de subordinación al hombre. Las pocas mujeres que hay acaban teniendo un papel muy claro: están ahí para satisfacer al hombre y, habitualmente, de forma sexual.
De hecho, si el jugador aprovecha las desigualdades de las mujeres a su favor obtendrá ciertas ventajas in-game. Por ejemplo, si compra los servicios de unas prostitutas en las casas de baños de las ciudades más importantes, Henry, el protagonista del juego, recibirá la habilidad pasiva ‘Macho Alfa’, que sube su carisma durante un tiempo.
¿Por qué el realismo histórico no justifica el machismo?
Llegados a este punto sólo nos queda aclarar por qué una obra de ficción histórica con intenciones realistas no puede utilizar ese realismo para justificar su descarado machismo. Es importante entender en este punto que ‘Kingdom Come: Deliverance’ falla en su búsqueda de la fidelidad y que parece que sólo se la toma en serio cuando le interesa.
María Pérez apunta muy acertadamente que «si ‘Kingdom Come: Deliverance’ se jacta de estar bien documentado pero sus personajes lucen una dentadura perfecta o hablan en inglés moderno, está claro que han adaptado el realismo como les ha dado la gana». Y no sólo es que haga todo eso, sino que también representa una serie de problemáticas sociopolíticas entre las que no está el machismo de la sociedad feudal.
¿Por qué ‘Kingdom Come: Deliverance’ se para a poner de manifiesto el analfabetismo, la pobreza o las luchas eclesiásticas pero no hace lo propio con el machismo? Evidentemente esto no se puede justificar a través de la fidelidad histórica, sino que surge por una ideología que los creadores han plasmado ahí de forma más o menos consciente.
Detrás de cada obra de ficción hay una intencionalidad narrativa y eso es lo que para Inmaculada Castilla diferencia a un videojuego como este de un libro de Historia: «No es lo mismo que una investigación esté realizada por historiadores, a que un videojuego esté realizado por desarrolladores que hayan consultado a historiadores. Máxime teniendo en cuenta que en estos casos las consultas suelen quedarse en el aire…».
Y eso es porque «la intención del autor: un historiador busca conocer algo en profundidad y divulgarlo, mientras que un desarrollador tiene intenciones narrativas». De no ser así, la historia de Henry no sería la del hijo de un herrero que pasa de no tener nada a estar entre las filas militares de un señor, porque según Inmaculada Castilla «al hacer eso, además de quedarse en la anécdota y en el tópico de la Edad Media, no representa de forma fiel la etapa histórica».
La intencionalidad se nota por mucho que el autor no quiera que se note. Para María Pérez esto también es importante cuando dice que un videojuego histórico denunciar o poner de manifiesto problemas de una época sin perder realismo, siempre y cuando haya un interés por parte de los desarrolladores.
En este caso parece que no ha habido ese interés. A pesar de todo ‘Kingdom Come: Deliverance’ es un buen juego, pero no se puede pasar por alto su insolente machismo que desentona en una industria que aboga cada vez más por la pluralidad de voces y actores.
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Kingdom Come: Deliverance, ¿rigor histórico o machismo disfrazado?
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por
Manu Delgado
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