Probamos la NOPO LF – ¿La estenopeica más bella?
Pocas cosas han cambiado desde las primeras referencias del filósofo chino Mo Ti sobre la formación de la imagen a través de un orificio, que describía, en el siglo V a.c, el fenómeno de la cámara oscura. No sabemos si existió algún coetáneo artesano capaz de fabricar alguna cámara estenopeica, ni tampoco si llegaban a la belleza de la NOPO LF fabricada artesanalmente por Toño Cañadas, propietario y fundador de NOPO Cameras.
Los amigos de la fotografía estenopeica seguramente conocerán sus cámaras, que van desde el formato 135, panorámico 135, 120 y ahora en gran formato y objeto de esta prueba; la NOPO LF.
Anunciada hace unos meses –y comenzadas a entregar a mediados de noviembre–, nos hemos hecho con una de las primeras unidades para conocer su funcionamiento, sentir sus sensaciones y transmitirlas a nuestros lectores.
La cámara
Destinada para ser utilizada con chasis de 9 x 12 cm, 4 x 5 pulgadas o Polaroid, su exterior está realizado en madera de nogal y cerezo, mientras que en su interior encontramos algunas partes de abedul natural y contrachapado de abedul finlandés. Su acabado está barnizado con una fina y aromática piel de aceite de Tung y cera natural.
Tiene unas dimensiones de 13 x 17 x 9 cm para un peso aproximado de 500 g. Su distancia focal es de 55 mm, con un diámetro de estenopo de 0,30 mm, lo que nos ofrece un diafragma final de f/168. Su ángulo de visión es de 100º, lo que equivaldría en 135 a un objetivo de 18 mm de longitud focal.
Aparte de sus especificaciones técnicas –más o menos similares a otros modelos como la Ilford Titan–, llama la atención una cualidad que creemos que es indiscutible, no solo de este modelo sino de toda la marca NOPO: su indiscutible belleza.
En su momento tuvimos la ocasión de probar en profundidad la Ilford Titan 4×5, un modelo de plástico, sencillo, muy fácil de usar y quizá demasiado ligera para el trabajo de campo pues el viento hace “mella” en ella. Un hándicap para las largas exposiciones que se necesitan normalmente en la fotografía estenopeica.
El acabado de la cámara es impecable, con una combinación de matices en madera muy elegante. Quizá el barnizado nos ha parecido un poco insuficiente, muy propenso a los rayados, sobre todo para un fotógrafo que le quiera dar uso y no tratarla sólo como un objeto decorativo pues, la NOPO LF es elegante pero sobre todo, “hace fotos”. Detalles como los dos niveles de burbuja para planos horizontales o verticales, o las líneas que nos muestran el ángulo de visión son muy útiles y no desmerecen la estética minimalista de la cámara.
Obturador
“Dispone de un obturador manual insertado en el cuerpo de cámara, accionable a través del giro del objetivo”, según palabras de Cañadas.
No nos hemos atrevido a desarmar el dispositivo para ver cómo funciona pero no deja de recordarnos a los sistemas de accionamiento rotativo, tipo “Goerz sector”. También nos acordamos de las simpáticas cámaras Werra, fabricadas por Carl Zeiss Jena, que también tienen un sistema giratorio para, en este caso, cargar el obturador y avanzar la película hasta el siguiente fotograma.
En la fotografía “sin lentes”, como lo es la fotografía estenopeica, es fundamental que el orificio o estenopo sea lo más pequeño posible. Necesitamos que el diafragma efectivo –resultante de dividir la longitud focal entre el diámetro del iris– sea como mínimo f/64 para conseguir una profundidad de campo prácticamente infinita. También es importante que el orificio sea lo más perfecto posible, cualquier imperfección, por muy pequeña que ésta sea producirá defectos y distorsiones en la imagen.
Como podemos apreciar en las imágenes superiores hay cierta diferencia entre la perfección del orificio de la Titan de Ilford con respecto a la NOPO. Como en todo proceso de mecanizado hecho a mano, conseguir la perfección absoluta es difícil, sino imposible, aunque ahí radica parte de su encanto. Mejor atención, quizá, se debería tener con el centrado del estenopo para no influir en el viñeteo y la imagen. Al ser esta unidad una de las primeras unidades en ser manufacturadas, en concreto la nº 8, no nos cabe ninguna duda de que será un aspecto que ya habrá sido solventado por su fabricante.
El chasis
La cámara soporta chasis portapelícula de formato 4×5″ y 9×12 cm, además de Polaroid de la serie 500. El sistema de uso es muy sencillo, basta con apretar hacia el interior y desplazar hacia un lado, siguiendo las marcas correspondientes. Nos consta que la holgura entre cámara-chasis es la mínima –para que no haya ninguna entrada de luz parásita– y ha sido probado con diferentes modelos para poder adaptarlo a las sutiles diferencias que puedan existir, y de hecho existen, entre ellos.
Todo ello, se puede apreciar mejor en el siguiente video:
En la práctica
Hemos probado la cámara con película Adox CHS100 versión II. Para el revelado, hemos utilizado un Rodinal 1+50 durante 13 minutos a 20ºC, con agitación cada minuto.
Las sensaciones han sido muy agradables, la cámara pesa lo suficiente para que no se mueva demasiado en los largos tiempos de exposición, problema que sí tuvimos al trabajar con la Ilford Titan 45.
En tomas relativamente cortas, de pocos segundos, hemos optado por utilizar una tapa adicional –aprovechando para ello la rosca de filtros de 52mm– para evitar el movimiento al girar el integrado de la cámara.
Hemos probado también la cámara con el papel Ilford Harman Direct Positive FB Paper. Recordamos a los lectores que éste es un papel fotográfico argénteo que ofrece positivo directo sin necesidad de negativo. Uno de los inconvenientes del papel, aparte de su elevado contraste, es su sensibilidad nominal de ISO 3.
Siempre he defendido el error, en la vida y en la fotografía, que para nosotros se confunde en muchas ocasiones. En la siguiente fotografía, y no siempre ocurre así, el error se ha convertido para mí en un acierto. Intentando realizar dos tomas diferentes, una más alejada que la otra, utilicé la misma placa y la expuse dos veces, el resultado lógicamente es una sobreexposición que se puede compensar algo en el copiado o en el ordenador.
Conclusiones
Desde el inicio de su recorrido comercial hemos seguido con ilusión cada nuevo proyecto de Toño Cañadas y sus genuinas cámaras NOPO.
La belleza de esta nueva NOPO LF y su buena factura es indiscutible. En la unidad probada se podrían mejorar algunos aspectos estéticos –calidad y espesor del barnizado– y técnicos –centrado y perfección del estenopo–, no obstante somos conscientes que tras nuestra positiva retroalimentación se están haciendo los cambios oportunos para que estás dos áreas mejoren en las unidades finales.
¿Soñarán alguna vez esos árboles fotografiados con convertirse en cámaras? Si son NOPO, quizá sí.