El jack de 3,5 mm se niega a morir y Microsoft sale al rescate

Durante el último año el jack de 3,5 milímetros ha estado en el ojo del huracán ante su desaparición en algunos de los smartphones más populares, incluido el iPhone, bajo el pretexto de tener diseños más esbeltos y más espacio en el interior para aprovechar la incorporación de otros componentes.

Esto ha provocado todo tipo de reacciones por parte de los usuarios ante una inminente desaparición del jack en un futuro no muy lejano. Sin embargo, hay compañías que se niegan a su muerte como el caso de Microsoft, a quien le acaban de otorgar una interesante patente que haría que el famoso puerto de auriculares no muera, incluso en los smartphones más delgados del mercado.

Los smartphones esbeltos ya no tendrán pretexto

La patente de Microsoft especifica una forma de tener un toma para auriculares de 3,5 mm en un espacio de menos de 3,5 mm. ¿Cómo? A través de una solución que tal vez no suene muy elegante, ya que tendríamos una especie de puerto flexible que ampliaría su tamaño al conectarle unos auriculares.

Sin embargo, los defensores del jack de 3,5 mm están muy entusiasmados con esta nueva solución, ya que se podría mantener el grosor del smartphone sin tener que eliminar el puerto. Lo atractivo de esto, es que esta patente nos muestra diversas maneras y opciones para colocar nuevamente jack, ya que todo se basaría en una membrana flexible.

Dicha membrana permitiría «ocultar» el puerto mientras no se usa, manteniendo así el aspecto del smartphone. Y cuando necesitemos conectar los auriculares, este puerto ampliaría su tamaño, lo que provocaría una especie de «joroba» como la que actualmente poseen algunos teléfonos en la zona de la cámara. Además, esta «joroba» podría aparecer tanto al frente como atrás del dispositivo, o bien, de un sólo lado.

Ahora lo siguiente será ver cómo emplea esta tecnología Microsoft en alguno de sus productos, o si es que algún fabricante se interesa por ella para incorporarla en sus dispositivos.

En Xataka | Al conector de auriculares le queda mucha guerra que dar (afortunadamente)