6.000 ñus mueren cada año en la mayor migración terrestre del mundo
Cada año, en el Parque Nacional del Serengeti en Tanzania y la Reserva Masai Mara en Kenia, entre los meses de julio y septiembre ocurre la mayor migración de animales terrestres que tiene lugar en el mundo. Con la llegada de la estación seca se produce la que es conocida con nombre propio como La Gran Migración, en la que más de un millón de ñus, miles de cebras, gacelas y otras especies que suman más de dos millones de herbívoros, comienzan su particular periplo por la supervivencia.
En el transcurso de este viaje miles de animales se enfrentan, llegado el momento, a las aguas del río Mara, que transcurre por ambos países, y llegado el momento, miles de ellos perecen ahogados en sus aguas.
Del millón de ñus que intenta cruzar cada año el río Mara que transcurre por Kenia y Tanzania, más de 6.000 mueren antes de alcanzar la otra orilla, el equivalente a 1.100 toneladas de biomasa. Según un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los cadáveres de estos animales ahogados constituyen la principal fuente de alimento para el resto de especies que habitan la cuenca del río, sobre todo para los peces, los principales beneficiarios.
La cifra de animales ahogados anualmente en el río Mara asciende a 6.200 ejemplares de media
Este nuevo estudio titulado: "Annual mass drownings of the Serengeti wildebeest migration influence nutrient cycling and storage in the Mara River" ha cuantificado por primera vez el impacto de estos desplazamientos, en el que la cifra de animales ahogados anualmente asciende a 6.200 ejemplares de media.
“Este es el equivalente a la biomasa de 10 ballenas azules arrojadas al río”, asegura David Post, coautor del trabajo y profesor de Ecología y Biología Evolutiva en la Universidad de Yale -EE. UU.- quien ha recopilado estos datos durante cinco años.
El menú de cocodrilos, peces, carroñeros y algas
Más allá de las imágenes de los documentales, la muerte de los ñus no solo constituye un gran festín para cocodrilos y buitres. “Esta dramática situación proporciona nitrógeno terrestre, fósforo y carbón a la cadena alimenticia del río, constituyendo parte fundamental de los nutrientes de peces y otros pequeños animales de la región”, afirma la ecologista Emma Rosi, coautora del trabajo y científica en el Cary Institute of Ecosystem Studies (EE. UU).
Los peces y los carroñeros son los principales beneficiarios, al alimentarse de los tejidos blandos que se descomponen en varias semanas. En el caso de los peces, este alimento constituye entre el 34 y 50% de su dieta, mientras que para los carroñeros se reduce a entre un 6 y 9%. También, y debido a las bajas tasas metabólicas de los cocodrilos del Nilo, se estimó que estos consumían solo el 2% de los restos totales del antílope africano. Meses después de la muerte de los ñus por ahogamiento, los microorganismos que se desprenden en este proceso constituyen entre el 7 y 24% de la dieta de tres especies de peces comunes.
Incluso cuando los huesos comienzan a descomponerse nutren a las algas e influyen en la cadena alimenticia en un proceso que perdura hasta siete años. Según el análisis de los científicos, los huesos actúan como una fuente de fósforo a largo plazo ya que “constituye casi la mitad de la biomasa”, explica Rosi.
Fuente de vida del ecosistema
Las aguas del río Mara desembocan en el gran Lago Victoria, fuente clave de nutrientes para la vida salvaje en el ecosistema Mara-Serengeti. De este modo, los aportes alimenticios que se desprenden de la carne y de los huesos se distribuyen por la corriente del río e incluso son transportados al interior de la tierra por los carroñeros, fomentando la vida en toda la cuenca del río africano.
"Este es uno de los últimos lugares en el planeta donde se puede estudiar la influencia en el ecosistema acuático del ahogamiento de grandes grupos de animales migratorios”
El estudio forma parte de un programa de investigación mayor sobre los efectos de la carga de nutrientes procedente de los ñus y de los hipopótamos en el ecosistema del río Mara. “Este es uno de los últimos lugares en el planeta donde se puede estudiar la influencia en el ecosistema acuático del ahogamiento de grandes grupos de animales migratorios”, comenta David Post.
"La migración de ñus es una ventana hacia el pasado donde los ahogamientos probablemente desempeñaron un papel importante en los ríos de todo el mundo”, asegura Amanda Subalusky, principal autora del trabajo e investigadora en ambos centros de investigación. La pérdida de estas migraciones y de los ahogamientos masivos podrían alterar los ecosistemas fluviales de una manera hasta ahora desconocida.