2018, el año de la Transformación Digital de los negocios
Año nuevo, vida nueva. Eso parece indicar, al menos, las previsiones para 2018 al respecto del papel que tendrán las tecnologías digitales en las empresas del futuro. Las cifras que nos anticipan desde IDC Research España así lo indican, el gasto tecnológico en empresas en España alcanzará los 41.600 M€ en 2018. La globalización y lo digital han alcanzado ya a buena parte de los actores empresariales actuales, pero este año se presenta lleno de nuevas oportunidades y también de nuevos retos. Citando a la empresa Gartner, investigación de tecnologías, un 59% de las organizaciones todavía están acumulando información para construir su estrategia con respecto a la Inteligencia Artificial.
Una transición tecnológica que comienza con el consumidor y que acabará en procesos y tomas de decisiones más productivas e inteligentes para las compañías. Los medios vaticinan el 2018 como el año que el a-commerce (Automated commerce) substituirá al e-commerce, reformulando así las expectativas y las relaciones de los clientes con las marcas y proveedores.
Primeramente, hay que destacar la base de la que ya está siendo la transformación digital de nuestras empresas: el empoderamiento de usuarios y consumidores. La extensión de Internet a los más profundos rincones de nuestra vida cotidiana permite que la comunicación consumidor-empresa sea más fluida que nunca, acercándose al cliente y a sus intereses o necesidades como nunca antes.
Las últimas versiones de los dispositivos y softwares protagonistas de lo que algunos califican ya como la Cuarta Revolución Industrial se nutren de esa comunicación con el cliente para sustentar complejos sistemas de recopilación de información. Estamos hablando del ya conocido concepto del Big Data, basado en la administración y tratamiento de cantidades ingentes de datos procedentes de todo tipo de fuentes, tanto de la comunicación con los clientes como de los distintas etapas de los procesos productivos que integran las empresas.
De esta manera, las compañías consolidan una base de datos que el software actual permite entender y gestionar, en aras de alcanzar un control total de lo que sucede en todas las dimensiones del grupo, tanto internas como externas. Asimismo, dicho software almacena ese conjunto enorme de información no ya en costosas infraestructuras, sino en servicios en la Nube o Cloud que permiten además tener acceso desde cualquier lugar y en cualquier momento a las distintas bases de datos.
Ahora bien, ¿cuál es el motivo detrás de querer recabar tanta y tan compleja información? Ciertamente, el éxito de los dispositivos y softwares digitales no depende únicamente de su capacidad de recoger innumerables cantidades de datos, sino de su capacidad de hacer de ellos información que los trabajadores pueden utilizar para mejorar la actividad de la empresa: desde detalles de las fases productivas hasta de los propios clientes y los mercados, pasando por el mantenimiento y la toma de decisiones en torno a los negocios de la compañía. Pero, sin duda, una de las posibilidades más atractivas que nos ofrecen este tipo de tecnologías es la de ser capaces de predecir con un riesgo bajo el transcurso de las finanzas, el desarrollo de los mercados o las potenciales ventajas o inconvenientes de una decisión empresarial determinada; todo ello, de nuevo, partiendo de toda esa información que las distintas aplicaciones hacen visible y, sobre todo, comprensible. Nos encontramos ante una evolución natural del software de gestión, según las palabras del David Cearley, VP en Gartner, los usuarios de ERP exigirán como valor añadido análisis avanzado y la aplicación de Inteligencia Artificial a los proveedores de software, aplicaciones y servicios.
Estos son los principales retos a los que se enfrentarán las empresas en este nuevo año, pero también las principales oportunidades. Actualmente, disponemos de cientos de herramientas y recursos tecnológicos que permiten conocer en profundidad la realidad de nuestra empresa e implementarlos en la actividad empresarial puede ser crucial para resolver problemas, ser competitivos y alcanzar los niveles deseados tanto de eficiencia como de sostenibilidad. Todo proceso de transformación lleva consigo un proceso de adaptación y serán aquellas empresas que sean capaces de ver en todos estos avances, potenciales aliados para sus negocios y entiendan la importancia integrarlo de forma intrínseca en sus estrategias comerciales, las que triunfen. Es el año del cambio, el año de dar paso.