Las 100 marcas más valiosas de España acumulan un total de 113.672 millones de euros. Tendencia alcista de la valoración de las marcas españolas que experimentan más de un 5% de crecimiento en el último año, según el estudio de las Top 100 elaborado por Brand Finance, con base a información de publicaciones oficiales y canales de comunicación de las propias compañías. Aunque las firmas del conglomerado Inditex aportan el 18% del valor total de la clasificación, el sector bancario sigue siendo el que más valor representa con un 27% del total del ranking.
El año 2018 pone fin al reinado de Banco Santander como compañía más valiosa para dejar la corona a Zara, que ocupa el primer puesto con un valor de 14.837 millones de euros y un aumento en su valor de más del 21% con respecto al año pasado. La punta de lanza del grupo Inditex ha mejorado en todo: su cifra de negocios ha sido un 14% más alta, las previsiones de crecimiento han mejorado un 6% y sus márgenes de rentabilidad se encuentran entre los más fuertes de la industria. Zara es también la más fuerte en el Índice de Fortaleza de la Marca -BSI por sus siglas en inglés- con una puntuación de 86.3 sobre 100: «Es una de las marcas más reconocidas por el público, lejos de contentarse con un éxito a corto plazo, ha sabido mantener una inteligente política de inversión de capital en sus instalaciones creando unos beneficios que ahora recoge», destaca Teresa de Lemus, Managing Director en España de Brand Finance.
Es más, al dominio indiscutible de Zara, el gigante de Arteixo suma seis marcas más, copando siete de las diez en el ranking que pertenecen a la industria textil. La mera presencia del Grupo Inditex significa el 18% del valor total del top 100 e incluye firmas como Bershka (puesto 15); Massimo Dutti (puesto 18), Pull and Bear (puesto 20) o el estreno de Kiddy’s Class en la lista. Además, las tres marcas españolas más fuertes pertenecen a la firma de Amancio Ortega: a Zara le acompañan en el pódium textil Bershka, en segundo lugar, y Stradivarius, en tercero.
Otras firmas de este sector que han tenido un posicionamiento destacado en la clasificación han sido Loewe (puesto 22) y Mango (30). La primera, consigue aumentar un 70% su valoración con respecto al año anterior gracias a una subida del 3% en su cifra de negocio y ha elevado sus perspectivas de crecimiento de cara a los próximos cinco años un 17%. «Ambas tendencias han sido motivadas por la reactivación del consumo de lujo en España y Europa», destaca De Lemus.
Por su parte, Mango ha experimentado un repunte del 18% en su cifra de negocios e incrementa sus expectativas un 30% en los próximos cinco años. También ha aumentado su Índice de Fuerza de Marca, pasando de 60 a 66 con respecto al ejercicio anterior: «Esta subida radica, principalmente, en el buen uso de las nuevas tecnologías para personalizar la experiencia del cliente», aclara la Managing Director.
A pesar de que el Banco Santander pierde el primer puesto, el sector bancario vuelve a ser el más valioso del ranking, aportando 30.949 millones de euros. Un 27% del valor total de la clasificación, en línea con el pasado año cuando se situaba solo un punto porcentual abajo, en el 26%. Además, dos de las tres marcas españolas más valiosas son bancos: el Banco Santander y el Banco BBVA. El primero desciende de posición por el abrumador crecimiento de Zara y BBVA se coloca tercero, superando a Movistar.
El Corte Inglés consolida su estatus como gran distribuidor
El Corte Inglés ocupa el quinto puesto con un aumento en su valor del 20%. «La importancia del grupo, dirigido por Dimas Gimeno, radica en el número de marcas que aporta al ranking: Viajes el Corte Ingles, Hipercor, Opencor, Supercor y Sfera», explica De Lemus. Entre los grandes supermercados, Mercadona retrocede dos posiciones con respecto al año pasado (puesto 13), Eroski sube una (puesto 25) y conserva su escalón el grupo Día, de Ana María Llopis, en el 28.
Las adversidades meteorológicas perjudican al sector energético
En el otro lado de la balanza, uno de los sectores que más ha sufrido ha sido el energético debido a las adversidades climatológicas. Iberdrola, Endesa y Gas Natural han visto reducido su valor de marca: «En 2017 llovió muy poco, cayendo un 47% la disponibilidad de recurso hídrico. Esto supuso un aumento en los costes de producción y, como consecuencia, en los precios al consumidor final», señala Jorge Blanco, analista de Brand Finance
Nuevas entradas en la clasificación
Un total de 18 empresas se han incorporado, por primera vez, al ranking. El cerveza y el del turismo y hostelería son los dos sectores que mayor número de marcas han introducido impulsados, principalmente, por dos grupos empresariales que han conseguido incluir buena parte de sus empresas subsidiarias en el top 100: Damm y Meliá International.
Damm ha conseguido una cifra de negocios casi un 10% superior a la del año pasado porque, según De Lemus, » además de su gran inversión en marketing, ha sabido construir de forma muy inteligente una marca ambivalente ligada no solo al calor y al Mediterráneo, sino también a la alta gastronomía, como lo demuestra la cerveza premium Inedit, elaborada por los sumilleres del Bulli». La marca catalana se ha convertido en la segunda más popular de España situándose en el puesto número 37, a dos de Mahou -su principal rival- y por delante de cervezas tan consolidadas como Cruzcampo (puesto 43) y San Miguel (puesto 49).
En cuanto a Meliá International, el grupo cerró el pasado ejercicio con un aumento del 4% en su cifra de negocios «gracias a una inteligente estrategia de mercado basada en un amplio portfolio de marcas que intentan ajustarse a un determinado perfil de cliente», indica De Lemus.
Diferencia entre valor comercial y símbolo comercial: posicionamiento frente a competidores
Casi un tercio de las empresas españolas presentes en el ranking de 2018 no están sacando todo el partido posible a su marca, según expresa De Lemus: «Esto se evidencia analizando la diferencia entre el desempeño comercial (cifra del valor de la marca) y los atributos simbólicos que la firma despierta en los consumidores (recogido en la puntuación del índice de Fuerza de la Marca). Empresas tan fuertes como Repsol, ACS o Amadeus podrían capitalizar mucho mejor el símbolo de su negocio».
La desestabilización de Cataluña genera oportunidades para otras regiones
La clasificación cuenta con 21 empresas de origen catalán, de las que ocho trasladaron su sede a otras comunidades autónomas. Ente éstas las cuatro firmas más valiosas: Caixabank, Banco Sabadell, Gas Natural y Abertis; las dos primeras a la Comunidad Valenciana y el resto a Madrid. Completan la diáspora Catalana Occidente, eDreams, Cellnex y San Miguel. Esta situación de traslados empresariales sumado a la caída de creación de nuevas empresas tras el referéndum, abre una oportunidad para que otras comunidades crezcan y atraigan nuevas inversiones: «El tejido productivo de algunas regiones puede beneficiarse y compensar el momento de la economía catalana. Es lo que ocurre por ejemplo en la Comunidad Valenciana: no solo es la nueva sede de las grandes entidades bancarias catalanas, es también el destino de su ‘fuga de depósitos’. La inversión extranjera aumentó casi un 600% durante el año 2017, y el turismo batió records históricos con 2 millones de visitas». aclara De Lemus.
Evolución de España con respecto a otros países
Cabe destacar que las diez empresas más valiosas del país concentran casi el 60% de la clasificación de 2018. Se trata de un porcentaje muy alto si se compara con Francia, Reino Unido o EEUU, donde el porcentaje se sitúa entre el 30% y el 40%. Estas cifras representan, según el CEO de Brand Finance, David Haigh, dos tendencias características del tejido empresarial español.
Por un lado, las grandes empresas nacionales tienden a crecer mediante operaciones de fusiones y adquisiciones. Antes de la crisis económica del año 2007, España era el tercer mercado más activo del mundo por dinero invertido en operaciones de fusión tras Reino Unido y Estados Unidos. Algo que fue favorecido por la buena situación económica y la bonanza del mercado de valores que unido a un tipo de interés bajo permitió a las empresas endeudarse mucho más fácilmente -incrementando así su capacidad de pago- para poder comprar terceras empresas. A principios de 2018, el mercado de las fusiones y adquisiciones se ha reactivado y sitúa a España como el tercer país de la Unión Europea más proclive a las fusiones, tras Alemania e Italia.
Por otro lado, el sistema empresarial tiene un marcado carácter oligopólico en el que las empresas de menos peso deben hacer mayores esfuerzos para generar marcas más visibles: «Esta característica del tejido empresarial español tiende a favorecer a las grandes empresas, pero perjudica al comprador final que se ve sometido a una política de precios muy vertical», aclara Haigh.