Para educación y negocios, pequeñas y grandes audiencias.
Aunque se siguen haciendo, pocos defienden las tradicionales clases magistrales donde una persona habla al público, en silencio, y al final permite alguna que otra pregunta.
Hoy en día es habitual que una charla o presentación se interrumpa constantemente por las preguntas de alumnos o asistentes o por parte del propio conferenciante, que busca la complicidad y la participación del público.
La tecnología facilita el intercambio de ideas o mensajes, y en este sentido es relativamente fácil realizar presentaciones interactivas en las que cualquiera puede enviar una pregunta, sugerir un tema o participar en actividades que dinamicen una aburrida charla.
En el pasado hemos visto ejemplos de herramientas con este fin, como la popular Kahoot, empleada en aulas, colegios e institutos de todo el mundo, ya que convierte el smartphone en una herramienta para participar en clase en vez de para distraerse.
Pero hay muchas más, para crear juegos de preguntas y respuestas en el aula o para incentivar la participación mediante.
Un ejemplo, enfocado tanto al ámbito profesional como académico, es Wooclap, cuyo propósito es acabar con las charlas aburridas.
Enseñanza divertida e interactiva
Si un ser humano nacido en el siglo XIX o antes viajara a nuestros días, es posible que le costara habituarse al ritmo de vida que llevamos y a las muchas interacciones que realizamos.
Las modas o las noticias importantes cambian en cuestión de horas. Recibimos mensajes constantemente a través de WhatsApp, Facebook o Twitter e incluso es frecuente ver una serie o película mientras hacemos otra cosa, como comentar en redes sociales o consultar nuestros timelines.
Mantener la atención no es tan fácil como décadas atrás, y la educación ha intentado ponerse al día con pequeños cambios, no siempre satisfactorios.
En este sentido, Wooclap pretende motivar a quien asista a una charla o clase facilitando que participe a través de juegos de preguntas o cuestionarios que defina previamente el conferenciante o profesor.
Para ello solo es necesario un dispositivo cliente que, a través del navegador, muestre la presentación propiamente, y a través de un código personalizado, cualquier gadget conectado a internet, como smartphones o tablets, pueden participar.
Wooclap ofrece muchos ejemplos de actividades interactivas: preguntas con múltiple respuesta y tiempo límite, encuestas, puntuaciones, preguntas abiertas, nubes de palabras…
Interactivo y compatible
La compatibilidad es otro de los elementos que ayuda a trabajar con Wooclap, ya que podemos importar nuestras propias presentaciones en diferentes formatos, como PowerPoint, Keynote, PDF o Google Slides.
Es más, podemos combinarlas y jugar con varias de ellas durante una misma presentación. Otras opciones de integración o compatibilidad es la posibilidad de trabajar con Slack, Twitter o Moodle.
En cuanto a la interactividad, además de lo comentado antes, Wooclap facilita preguntas prediseñadas para complementar nuestras presentaciones, además de posibilitar que compartas tus preguntas con otros usuarios.
Varios planes a elegir
El plan gratuito de Wooclap admite hasta 30 participantes, ideal para una clase o presentación media y sin límites de eventos o presentaciones.
Para públicos de mayor tamaño, de 40 a 500, podemos contratar uno de los planes de pago disponibles y que funcionan mediante suscripción mensual.