Parece que la clave de las experiencias de realidad virtual/aumentada será incorporarlas en áreas fuera de los sitios habituales. Por ello ya las hemos visto salas de cine, simuladores y hasta en montañas rusas. Pues ahora llegan a un nuevo terreno, uno que muchos pensaríamos que sería imposible debido a la presencia de agua: los toboganes acuáticos.
Se llama VRSlide y abrió sus puertas en el parque Therme Erding, a 30 minutos de Munich, Alemania. Y consiste en un tobogán acuático donde portaremos un caso de realidad mixta a prueba de agua, que aseguran integra «nueva tecnología» capaz de ofrecer una experiencia única.
Tres experiencias para escoger por 2 euros
Ballast VR es la compañía detrás de este casco experimental, que tiene como característica estrella que se puede mojar y sumergir ligeramente. Stephen Greenwood, CEO de Ballast VR, mencionó que el verano pasado el fabricante alemán de toboganes, Wiegand-Maelzer, le contactó para preguntarle si serían capaces de crear un sistema que fuese compatible con toboganes acuáticos.
El mayor reto al que se enfrentaron fue hacer compatible la experiencia con la naturaleza del tobogán, ya que a diferencia de las montañas rusas, aquí no hay una velocidad constante y los movimientos de la persona son totalmente impredecibles. Por lo anterior, tuvieron que trabajar en un sistema capaz de sincronizar todo de forma perfecta.
Según explica la compañía, el resultado fue un sistema de seguimiento basado en sonidos ultrasónicos, el cual permite saber con precisión dónde está cada persona, y así poder mostrar el contenido virtual sin importar que no vaya a la misma velocidad que el resto de las personas.
Cada casco funciona con un Galaxy S8 y una aplicación hecha a la medida para la experiencia. Quienes lo han probado, mencionan que los gráficos no son nada del otro mundo y los comparan con los de una Playstation 2, pero aseguran que el seguimiento y la experiencia está muy bien lograda en general.
Los responsables del sistema también aseguraron que la elección del Galaxy S8 fue debido a su buena respuesta al hacer uso de sus sensores, por lo que no sólo sirve para mostrar las imágenes, sino también para monitorizar el movimiento inercial de las personas, que sirve para calcular el peso y la velocidad, y así ayuda a mostrar las imágenes con el apoyo del sensor ultrasónico. Una vez teniendo todo esto, lo siguiente es ubicar a la persona dentro del mundo virtual para mantener su visión sincronizada con lo que puede sentir, lo cual se realiza usando inteligencia artificial, aseguran sus creadores.
Cada persona tiene la opción de elegir tres experiencias: espacio, nieve y cielo. El recorrido dura apenas unos 35 segundos y su precio es de dos euros.
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La noticia
VRSlide, el primer tobogán acuático del mundo con realidad virtual y aumentada ya está aquí
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Raúl Álvarez
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