Anunciado el pasado jueves por Venus Optics, el Laowa 9 mm f/2,8 Zero-D se presenta como el objetivo rectilinear más angular disponible en esa luminosidad para formato APS-C y, tal como figura en su denominación, con una distorsión prácticamente nula –Zero-Distortion–.
Esta última afirmación hay que cogerla, por supuesto, con pinzas, pues dicha aseveración parece distar bastante de la realidad, tal como hemos podido comprobar durante nuestra breve toma de contacto en el estand de la firma para esta CP+ 2018.
De hecho, la denominación Zero-D ya ha sido utilizada en otras referencias de la firma, tales como el Laowa 12 mm f/2,8 Zero-D o el Laowa 15 mm f/2 FE Zero-D. Para tal cometido, el nuevo Laowa incluye un complejo esquema óptico conformado por 15 lentes en 10 grupos, con una combinación de lentes aesféricas y en vidrios especiales de baja dispersión cromática.
Todo ello en un tamaño muy compacto, al igual que el resto de ópticas de la serie, que se caracterizan por su enfoque exclusivamente manual. El anillo de enfoque, de dimensiones correctas, presenta una firmeza adecuada, pero su recorrido es demasiado corto a nuestro entender.
Su construcción metálica es de buena factura, y transmite una sensación de calidad en sus acabados. Asimismo, dispone de un anillo de ajuste de aberturas de diafragma, aunque los valores usados no quedarán reflejados en los datos EXIF al no disponer la óptica de los pertinentes contactos eléctricos.
Diseñado para cámaras mirrorless de formato APS-C, el Laowa 9 mm f/2,8 está disponible para monturas Sony E, Canon M y Fujifilm X, siendo esta última la versión que probamos en el estand de la feria.
Muestras
A continuación, mostramos unas cuantas tomas a resolución nativa realizadas con el Venus Laowa 9 mm f/2,8 Zero-D montado sobre una Fujifilm X-T10.
A una distancia de enfoque relativamente reducida pero sin llegar a la mínima de 20 cm permitida por esta óptica, el Venus Laowa 9 mm f/2,8 Zero-D acusa una importante distorsión en barrilete, de la clase más habitual en ópticas angulares retrofoco.
A distancias de toma más propias de interiorismo, aquí a pie de estand en la CP+, el Laowa 9 mm f/2,8 Zero-D parece ofrecer un rendimiento razonablemente rectilíneo.
Conclusiones
En espera de –quizá– poder disponer de una unidad de muestra para realizar una prueba más extensa a nuestra vuelta de Yokohama, según nuestros protocolos habituales, el Laowa 9 mm f/2,8 Zero-D nos ha dejado con un cierto nivel de sentimientos encontrados.
En el lado positivo está su tamaño muy compacto, la sensación de buenos acabados e incluso la compatibilidad de su parasol en pétalos con el uso de económicos filtros de 49 mm –una rareza en un objetivo que cubriría 113º– y ello unido a precios que, en Laowa, suelen ser asequibles. Por otro, en lo menos positivo, estaría lo corto de su recorrido del aro de enfoque –un precio a pagar en parte por la compacidad– y sobre todo un nivel de distorsión que estimamos no está de acuerdo con el nombre del que presume.
Además, debido a la ausencia de contactos eléctricos, no hay forma de aplicar correcciones vía firmware en cámara. Habrá que esperar, pues, a ver si Venus Optics se decide a ofrecer perfiles para los reveladores más populares.