El móvil gana cada vez más terreno a la televisión en publicidad. En Estados Unidos ya representa el 33,9% del total de la inversión publicitaria, frente al 31,6% de la TV. Y en España, según la IAB los dispositivos móviles acaparan ya el 29% de la inversión publicitaria. Ante este mapa global, en el que el márketing móvil avanza a pasos agigantados, las marcas demandan llegar a los consumidores con publicidades cero intrusivas y cien por cien amigables, a través de este canal.
Un gran recurso para ello es la publicidad Opt-in Video, también conocida como Rewarded video o Vídeos Recompensados -que, según el mencionado estudio de eMarketer, es considerada por un 40% de los usuarios la mejor publicidad al tratarse de anuncios perfectamente integrados en la navegación móvil-. Se trata de aquellos anuncios en formato vídeo, a pantalla completa, que los usuarios tienen la opción de ver íntegramente a cambio de obtener una gratificación para la aplicación en la que se encuentran. Estas compensaciones van desde actualizaciones gratis de la App, acceso a contenido premium o bonificaciones directas para la aplicación que se está utilizando. Esto último es muy utilizado en el entorno de los juegos como una forma de que los jugadores puedan mejorar sus habilidades y recursos con sólo ver dichos vídeos. Según el gigante Flurry, se calcula que los usuarios dedican el 80% de su con sus smartphones a las aplicaciones. Y entre ellas tienen gran protagonismo las de juegos.
Sin embargo, aunque el Opt-in video no es una herramienta nueva, lo que sí es novedoso es que, poco a poco, como si de olas se tratase, este tipo de recurso se está acercando a las orillas de la programática. Tanto es así, que las marcas están empezando a quedarse cautivadas por Opt-in video y por su utilización en el entorno Gaming, puesto que ven en él una forma inmejorable para interactuar con los usuarios y llegar hasta donde están. Tarea nada sencilla si se tiene en cuenta que previamente han tenido que atravesar la maraña digital de las plataformas Walled Garden de App de Juegos y las blacklists de las aplicaciones de este tipo, -que disminuyen un 30% la posibilidad de que las marcas puedan comunicarse con sus potenciales clientes-.
Junto a estas ventajas, el Opt-in video ofrece otras tales como alta predisposición de los usuarios a ver los vídeos (80%), tasas de finalización de los mismos del 75%, gran engagement y visibilidad de las marcas.
Sobrados son los motivos para las marcas y anunciantes para apostar por los Opt-in video en el entorno Gaming. Ahora les toca decidir si quieren ser o no arquitectos de su destino, como decía Einstein, y construir su propio edificio de publicidad digital sobre los sólidos pilares de las tendencias del mercado.