Conocemos mucha historia detrás de la figura de Salvador Dalí. Sabemos que su pasión por el dinero le llevó a ser expulsado del movimiento surrealista, que tenía un oso hormiguero como mascota al que paseaba por las calles de París e incluso que le encargaron hacer un diseño para el logo de Chupa Chups en 1969. Pero, comparado con los datos que tenemos sobre sus excentricidades y su obra, poco sabemos de la relación de amistad que unió al pintor catalán y a su esposa con el fotógrafo Ricardo Sans.
Y sobre este tema trata de dar luz la exposición “Salvador Dalí, Gala, Ricardo Sans“, que presenta la Fundación Gala-Salvador Dalí en el Castillo de Púbol de Figueres. La muestra reúne 90 fotografías y documentación que atestigua la estrecha relación que mantenían los dos artistas. Una relación que comenzó en 1949, cuando Sans fotografía a Dalí en lo que posteriormente se convertirá en la portada del libro “50 secretos mágicos para pintar”. Poco después, Sans ayudó a Dalí en la finalización de su taller en Portlligat, lugar en el que tomaría la mayoría de las imágenes que componen la exposición.
En la muestra podremos encontrar retratos familiares con Dalí y Gala como protagonistas, escenas cotidianas en su hogar y, sobre todo, una espontaneidad que retrata a un Dalí cercano, más alejado de aquella personalidad excéntrica que tanto le caracterizó. Esta espontaneidad no hace otra cosa que confirmar la buena relación que mantenían Ricardo Sans y la pareja, a la que el fotógrafo supo hacerse sentir cómoda frente a su cámara. Incluso encontraremos retratos de Gala inéditos hasta la fecha, además de correspondencia entre los tres protagonistas de la exposición.
La muestra estará disponible para ser visitada hasta el próximo 7 de enero de 2018. Sin duda, una buena oportunidad para conocer un poco más el lado más íntimo de uno de los pintores más importantes de la historia de nuestro país.