Hace ya unos cuantos años me compré mi primera Roomba, y no podría estar más contenta con la compra. Sí es cierto que no sustituye a una aspiradora tradicional (no tiene la misma potencia y tampoco puede llegar a sitios como sofás, camas, etc.), pero para la limpieza diaria y en mi hogar es un electrodoméstico imprescindible. Y más si, como en mi caso, tienes gatos que van soltando pelo sin parar.
Por eso tenía muchas ganas de probar la Roomba 896, un modelo más avanzado y reciente que el mio propio, y lo cierto es que me he llevado una sorpresa. Pese a tener alguna sombra, este modelo de robot aspirador consigue mejorar notablemente algunos aspectos en los que las Roombas de la gama de entrada no se desenvuelven tan bien. Veámoslo a fondo en nuestro análisis.
Roomba 896, especificaciones técnicas
Roomba 896 (895) |
|
---|---|
Diámetro |
33,5 cm |
Altura |
9,3 cm |
Peso |
3,8 kg |
Capacidad del depósito |
0,6L |
Conectividad |
WiFi, compatible con Alexa (pero no en España) |
App |
Sí |
Programable |
Sí |
Navegación inteligente con mapeo |
No |
Otros accesorios |
Pared virtual, recambios |
Batería |
Sin datos del fabricante |
Autonomía |
Aproximadamente 1h |
Tiempo de carga |
Aproximadamente 2h |
Precio |
515 euros (modelo 895, que es el mismo que el 896 salvo por el color) |
Por precio y por especificaciones, nos encontramos ante una Roomba de gama media: con mejores características y equipamiento que los modelos de la gama 600, pero sin la navegación «inteligente» de los modelos de la gama 900.
En la caja, además del propio robot aspirador y la base de carga a la que éste se conecta, incluyen una «pared virtual» que te será muy útil si eres de los que limpia habitación a habitación o si tienes alguna zona a la que deseas que la Roomba no se acerque.
Un diseño tradicional «sin inteligencia…»
Pocas sorpresas en lo que es el diseño en sí de la Roomba 896, al menos según lo sacas de la caja. Ante ti tendrás una Roomba redonda, con un diseño muy parecido al de las Roombas clásicas pero actualizado. Mantiene el asa que, para mí, es imprescindible en este tipo de robots: la Roomba 896 es muy cómoda de llevar de habitación a habitación o cuando quieres vaciar su depósito.
En la parte superior incluye tres indicadores luminosos: el de la red WiFi, el de la batería y el del estado del depósito. Si te estás quedando sin batería, se iluminará el que tiene forma de pila. Si, por el contrario, el depósito de suciedad está lleno, un dibujo de una papelera en color rojo intenso te alertará.
Aunque hablamos de WiFi y sí que se trata de una Roomba «conectada» a través de una app (lo explicaremos después), no se trata de una Roomba inteligente: no mapea los alrededores, al contrario que los modelos de otras marcas o los que decía de la serie 900. En su lugar, tenemos patrones aleatorios de movimientos. Esto no significa que limpie mal, sino que tendrás que adaptarte un poco a la aspiradora. En mi caso, siempre prefiero utilizar este tipo de aspiradores habitación por habitación. La limpieza es mucho más eficiente, especialmente si tienes una casa grande o con bastantes obstáculos.
Respecto a la pared virtual, funciona a pilas y tiene dos modos de uso: el modo línea recta (piensa, por ejemplo, si quieres bloquear la Roomba dentro de una habitación sin cerrar la puerta y quieres crear una barrea inteligente) y el modo circular (por ejemplo, si tienes los cuencos de comida de tus mascotas y no deseas que se acerque a ellos pero sí que los bordee). Funciona realmente bien.
Dos apuntes antes de pasar al siguiente apartado. El primero: iRobot tiene muy dominado el diseño de Roombas, y se nota especialmente en cómo consiguen que éstas no se atasquen fácilmente. No es algo exclusivo de este modelo (mi vieja Roomba es casi un todoterreno) pero en él se mantiene: salvan alfombras, pequeñas alturas y consiguen salir de huecos en los que otras, como las Ilife que probé no hace mucho, quedaban atascadas.
El segundo, la autonomía. iRobot no proporciona información oficial de la capacidad de la batería, pero si hablamos de autonomía en mi caso siempre estuvo entre la hora y hora y media. Suficiente para limpiar tres habitaciones sin problema, mientras que mi Roomba un poco más antigua nunca llegó a completar dos habitaciones con una misma carga.
Pero con «truco» en los cepillos
Si estás familiarizado con los modelos de Roomba que iRobot vende desde hace años, hasta aquí posiblemente todo te resulte familiar: Roomba de diseño tradicional, con app pero sin navegación inteligente. Sin embargo, una vez le das la vuelta a la Roomba te llevas una sorpresa, y es que en su interior no están los tradicionales cepillos sino otros de goma. Es lo que ellos llaman el sistema Aeroforce. No es un sistema nuevo (data de 2014), pero no se puede encontrar en las Roombas de gamas más bajas.
Los dos cepillos trituran la suciedad sin que haya enredos o atascos, algo común con el antiguo sistema. Según iRobot consiguen, además, «una potencia cinco veces superior». Esto es muy difícil de cuantificar y probar, pero en mi caso sí que noté una mejor aspiración con los cepillos de plástico que con los cepillos tradicionales de cerdas negras: la Roomba 896 conseguía limpiar suciedad que mi Roomba 630, con el sistema tradicional, se dejaba en el suelo.
Esto se nota especialmente en las alfombras: los cepillos de goma hacen fuerza y consiguen arrancar la suciedad que está algo metida en el tejido. Además, está la ventaja del mantenimiento: como es raro que se atasquen y que dentro se metan hilos, pelos u otra suciedad, no tendrás que estar tan pendiente ni limpiarlos tan a menudo.
El sistema Aeroforce lo completa un filtro HEPA, al que se accede por arriba del depósito y que hace que la aspiración sea más eficaz. Eso sí, tendrás que limpiarlo frecuentemente porque en él se acumula toda la suciedad que de lo contrario saldría nuevamente al aire de tu habitación. También incluye sensores Dirt Detect: si encuentra pequeñas acumulaciones de suciedad, se centra en ellas realizando más pasadas.
La aplicación es útil… con matices
Si los cepillos de la Roomba 896 me parecieron una genialidad, hay otro apartado con el que me llevé una decepción: la aplicación. La Roomba 896 funciona perfectamente de forma independiente, pero iRobot ha diseñado una app para que puedas gestionar de forma «avanzada» su funcionamiento desde tu teléfono y aunque estés fuera de casa. Entre sus funciones están las siguientes:
- Limpiar o parar: puedes darle a un botón para que empiece a limpiar o para que se detenga.
- Programación: puedes programar las limpiezas a diario, especificando distintas horas para cada día de la semana.
- Localizar la Roomba: por si se te ha quedado parada en algún lugar que no está a la vista.
- Histórico de trabajos: todas las veces que ha funcionado muestra un pequeño informe.
- Estado: si tienes que limpiar depósito, limpiar cepillos, etc.
Además, la aplicación puede enviarte notificaciones si así lo deseas. Por ejemplo, te avisa si se ha atascado la Roomba o si ha terminado ya de limpiar.
¿Por qué la app no me convenció? Porque creo que no está preparada para una Roomba que no tiene navegación inteligente. Como decía, en mi caso suelo ir limpiando de habitación en habitación. Programarla o activarla remotamente, por tanto, no es una opción. Sí que está bien que te avise cuando se le acaba la batería o saber cuánto tiempo le ha llevado limpiar cierto sitio, pero tampoco es que sea imprescindible.
Como curiosidad, la Roomba 896 es compatible con Alexa, el asistente de Amazon… pero en España Alexa no está disponible así que tampoco podemos utilizarla con el asistente. En otros países, como Estados Unidos, sí, por lo que puede controlarse con la voz.
Roomba 896, la opinión de Xataka
Si has llegado hasta aquí, posiblemente has visto ya que la Roomba 896 me ha gustado, y mucho. Tiene todo lo bueno que tienen las Roombas (buen diseño, no se queda atascada, buena autonomía…) y a eso se suma el sistema de limpiado AeroForce, que no es nuevo pero funciona mucho mejor que los cepillos tradicionales. También lleva una app que, aunque a mí personalmente por mi forma de usar estos robots no me parece demasiado útil, entiendo que para otra gente y otros usos sí que puede serlo.
Pero la Roomba 896 tiene un problema en mi opinión: el precio, y es que supera los 500 euros. Hay muchas marcas metiéndose en el mercado de los robots aspiradores con alternativas quizá no tan potentes o tan buenas en calidad como esta Roomba, pero por precios muy muy asequibles. No sólo eso: compite con los propios modelos de la gama de entrada de Roomba, que ya pueden encontrarse por 200 euros. Sin estos cepillos y sin app, pero consiguiendo una limpieza muy decente igualmente.
Si miramos por encima de los 500 euros, y rondando los 750 euros, están las Roombas de la gama 960 que incluyen este sistema de limpieza con cepillos de goma y además navegación inteligente, algo que no tiene la 896 y con lo que seguro que la opción de programar pasa a ser más útil.
En definitiva: la Roomba 896 es un robot aspirador muy capaz y muy interesante en todos los aspectos, pero quizá no la mejor alternativa si buscas algo más económico. Si el precio no es un problema y prefieres una Roomba que limpie mejor aunque sea a costa de costar un poco más, ésta es una alternativa a considerar.
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La noticia
Roomba 896, análisis: el «secreto» está en los cepillos
fue publicada originalmente en
Xataka
por
María González
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