Hablar sobre los humildes tanques de revelado es hablar sobre una parte importante de la historia de la fotografía. Por sí solos merecen una serie de artículos en profundidad pues, en no pocas ocasiones, son una parte fundamental de nuestro trabajo fotográfico diario. Inmersa en esa amplia variedad de dispositivos nos encontramos con una subespecie muy especial; los tanques de revelado que pueden ser cargados a la luz del día o luz ambiente, los Daylight tank.
Su principal ventaja –y única a nuestro parecer– es la de poder cargar la película a la luz del día, sin el engorroso empleo de una bolsa especial estanca a la luz o la necesidad de oscurecer completamente nuestro entorno. Algo tan sencillo y tan complicado a la vez en algunos países, donde la falta de persianas o dispositivos, completamente estancos a la luz, suele ser norma habitual. ¿Algún lector se ha metido en el armario para manipular películas? No, seguro que no.
En este artículo, coincidiendo con la entrega de las recompensas de la campaña de micro-mecenazco del tanque de revelado “luz día” LAB-BOX de ars-imago –en teoría comienzan a repartirse en este mes de septiembre– hemos querido conocer cuánto de innovación y cuánto de herencia creativa hay en este nuevo y exitosa nueva especie del planeta fotoquímico.
Un poco de historia
Los tanques de carga “luz día” para película no son realmente ninguna novedad. En 1926 encontramos la patente US1596779 (A) – Daylight developing tank for roll films. Un dispositivo inventado y patentado por personas, cuyos apellidos quizá puedan tener alguna relación con importante fabricante de tanques de revelado europeo, muy activo en la actualidad: los tanques JOBO. No decimos que lo sean sino simplemente que, si jugamos con sus siglas, la relación podría ser evidente dado el asombroso parecido de este “apparatus” de revelado con otro de dicha marca, también destinado al revelado “luz día”.
En el año 1935 podemos encontramos la patente GB466276 (A) – Daylight developing tank for photographic roll films solicitada por Michael Lesjak y Wilhelm Kehr que muestra de manera clara la posibilidad de utilizar dichos dispositivos para revelar películas formato 120 y 620, separando la película del papel protector.
Rondinax – Saga inspiradora desde 1937
Sin duda hablar de este tipo de tanques de revelado es hablar de los modelos Rondinax, de la marca Germana Agfa-Gevaert AG. y de algunos de los clones que surgieron y siguen surgiendo en la actualidad.
Según Malcolm Peaker, investigador y profundo conocedor de los tanques Rondinax, la patente arriba descrita podría tener relación directa con el primer modelo presentado por la marca Agfa para formato 120 y 620, el RONDINAX 60. No se sabe con certeza si los inventores Lesjak y Kehr trabajaron para Agfa o bien vendieran su patente, pero el parecido es indiscutible y las fechas transcurridas entre la aprobación de la misma y la fabricación del tanque podrían darnos alguna pista en ese sentido.
Tan solo un año más tarde aparece en otro catálogo el modelo RONDINAX 35U para 135. Ambos modelos estuvieron disponibles hasta mediados de los años 70 del siglo pasado. En la actualidad no es difícil encontrarlos en páginas de subastas o en Ferias de coleccionismo como Bièvres.
Funcionamiento
Hemos preparado para nuestros lectores el manual de instrucciones original del modelo 35U en la versión del año 1.972 en el siguiente enlace RONDINAX 35U o, si lo prefiere, ver el simpático e instructivo video que hemos preparado a continuación:
Como han podido observar el funcionamiento es realmente sencillo: cortamos la lengüeta y la sujetamos con cuidado muy centrada. La acompañamos a través de la guía y giramos la rueda, el dispositivo la guiará hasta el interior de la espiral sin problema. Colocamos la tapa y seguimos enrollando. Una vez enrollado se separa la película del chasis cortándola con la guillotina.
El resto es historia, revelador, baño de paro, fijador, etc. Una pequeña ventana nos indicará el número de fotogramas cargados y un termómetro “analógico” la temperatura en el interior de la cubeta. Soluciones muy ingeniosas y prácticas. No nos gusta tanto el hecho de tener que girar continuamente la rueda durante todo el tiempo de revelado pues es obvio que el Rondinax no se puede volcar para la agitación.
Resulta interesante comprobar que el Rondinax no es necesariamente solo “un interesante objeto de colección”, sino que es considerado no ya válido, sino altamente aconsejable para el procesado de películas recién presentadas al mercado, aún en fase ALPHA, como es la P30 de Film Ferrania: en las distintas tablas de procesado que se han ido publicando, aparecen recomendaciones para distintos reveladores –D-76, Ilfosol 3, etc.– en el tanque o cuba Rondinax.
Clones del siglo XX
Durante los años 50 del siglo pasado surgieron en Inglaterra, USA y URSS y varias versiones similares del sistema Rondinax. Aparte del simpático Rondix que era una versión de la misma AGFA.
Inspiración en el siglo XXI. LAB-BOX de ars-imago
Finalizada la campaña de ars-imago LAB-BOX – The first multi-format daylight-loading film tank las espectativas han sido superado con creces los objetivos iniciales. El objetivo inicial previsto era conseguir 70.000€ y los 4.791 patrocinadores contribuyeron con 656.903 € para que este proyecto se pudiera realizar. Casi diez veces más de la meta, un éxito sin duda al cual apoyamos y felicitamos.
Según Ars-imago el LAB-BOX es el primer tanque o cuba de revelado en el mundo completamente modular, pudiendo utilizarse para formato medio o paso universal simplemente cambiando un módulo. En dicha afirmación sin duda tienen razón. Sin embargo, también dicen que:
“LAB-BOX is the only tank of its kind on the market, and is the result of long research and developing efforts”
Y aquí, esta afirmación no nos parece nada honesta pues el invento ya estaba inventado y profusamente testeado desde hace casi cien años. No creo que hubiese habido ningún problema en reconocer que se ha dado una clara inspiración y base de desarrollo en los tanques Rondinax, por mucho que las patentes hayan ya caducado. Por más que leemos la campaña de micro-mecenazgo lanzada por ars-imago no encontramos ninguna referencia al aparato desarrollado por Agfa-Gevaert AG. Observamos algunas coincidencias, que los ojos atentos del lector ya habrán descubierto. Veamos:
Si omitimos la modularidad del sistema LAB-BOX, el conjunto en sí es idéntico en diseño constructivo al Rondinax, desde la versión del año 1.938 hasta la del año 1.972.
Analizando las piezas de ambos modelos no hay demasiadas diferencias más allá de las propias del diseño, posibles en parte por las opciones de moldeado que permiten los materiales sintéticos más modernos y el diseño CAD/CAM.
De momento las similitudes no dejan lugar a dudas, pero sigamos pues hay un detalle más nos ha impresionado mucho y que creemos que es de gran importancia.
Los lectores saben que en las campañas de micro-mecenazgo es habitual ir añadiendo determinadas “recompensas” según se van consiguiendo determinados “objetivos=dinero“. Pues sorprende que hasta que no han conseguido la nada despreciable cifra de 620.000€ no se han animado a incorporar un termómetro en la cuba. ¡Vaya, y pensábamos que lo de la temperatura es algo fundamental en cualquier proceso químico, como el revelado! Ironías aparte, consideramos que es un elemento que debería ir desde el principio en la primera versión de “apparatus” pues no hay manera posible introducir un termómetro externo.
Conclusiones
Nos encantan y apoyamos todas las iniciativas fotográficas, en especial si van encaminadas al ecosistema fotoquímico, pero creemos que es de rigor, sobre todo cuando ha habido un trabajo previo y bien desarrollado por parte de muchas personas y empresas, mencionarlas al menos. Seguramente las patentes hayan expirado y no tengan que rendir cuentas a nadie, pero la ética y la clase debería ir por encima de todo.
Aún y así nos encanta el LAB-BOX, su diseño y construcción –a falta de probar una unidad– nos parece una maravilla, pero nos deja una triste sensación no dar al César lo que es del César.