No lo vamos a discutir, las conexiones a internet son cada vez más rápidas y las redes Wi-Fi están presentes en cada vez más sitios. Pero hay ciertos lugares en los que una red Wi-Fi es algo que necesitamos más que nunca, y es precisamente donde peor funcionan: en los hoteles.
O sólo puede usarse decentemente por ciertas zonas del edificio, o en las habitaciones es terriblemente lenta, o el proceso para conectarte a ellas implica algún gasto absurdo de tiempo o dinero. Hemos preguntado a algunas personas de nuestro equipo en Weblogs SL para que nos expliquen las peores historias de terror que han vivido con las Wi-Fi en hoteles.
Usted es sospechoso por definición
Laura nos cuenta su historia con el acceso a la red de un hotel parisino:
La intranet de acceso para clientes la debía haber programado alguien de un proveedor gordo de software, porque se colgaba cada tres horas y al hacerlo te expulsaba y bloqueaba. Como para acceder te pedían hasta el grupo sanguíneo, por seguridad no podían resetearte el acceso por teléfono y había que bajar a recepción a que te reseteasen la clave de acceso cada X horas.
Con 128 KB/s ya hay más que suficiente
Otra historia que sale sin movernos de París la viví en mis propias carnes, en un hotel de las afueras donde la Wi-Fi era perfectamente accesible desde todos los sitios. El único problema es que la velocidad de esa red… no superaba apenas los 128 Kb por segundo. En 2015 volví a las velocidades de redes RDSI de hace unas décadas. Pero a diferencia de muchos otros casos, la estabilidad de la red era buena.
¿Qué provocó eso? Que no pudiera ni siquiera cargar los correos o ni una página web en menos de diez minutos, inutilizándome para precisamente lo que había ido a hacer en París: cubrir un evento tecnológico para este mismo medio. Lo que sí pude hacer es felicitar a los chicos de Blizzard, porque con esa conexión pude tener sin problemas una buena sesión de partidas al Hearthstone. ¡Bravo por esa optimización extrema del tráfico!
Pruebe nuestra estupenda terraza
Celia Almorox sufrió las consecuencias de un router colocado de la peor forma posible:
En un Aparthotel al sur de Tenerife, tras quejarme varias veces por tener que pagar el WiFi y tener una conexión lentísima desde la habitación, me dijeron que saliera fuera del hotel, que era mejor por la ubicación del router. Me prestaron una silla y todos los días me pasaba media hora en la puerta del complejo para descargarme los correos que necesitaba para seguir trabajando.
Un bar que sabe competir
Juan Fernández tiene otra parecida pero desde Oporto:
Directamente no tenía WiFi en la habitación aunque extrañamente tenía un router en la puerta. Me pasé los dos primeros días saliendo a la puerta del hotel que era donde había mejor cobertura. Al tercero me fui a un bar, ¡el café estaba mucho más bueno que en el hotel también!
Vuelva usted en dos horas
Nuestra compañera Rosa Vázquez se topó con un informático que tenía métodos algo rudimentarios para evitar que nadie usase la WiFi del hotel demasiado tiempo:
Mi hotel de referencia en Londres hasta hace poco sólo tenía WiFi en el hall y tenías que coger un papelito con una clave (generada por un gato caminando por un teclado) de un cestito que tenían en recepción… y a las 2 horas papelito nuevo. Ahora ya somos modernos y hay WiFi en la habitación y para todos los días que estés y tal, como en un sitio normal.
Pero la mejor fue la de un W en Los Ángeles donde iba la hora de WiFi a precio de Rodeo Drive y no sé como yo tuve WiFi de gratis las 5 noches… no sé a quién se la robé pero lo quise mucho.
Categorías de humo
Otra historia de un anónimo, acudiendo a un hotel de San Francisco por trabajo en el que podías pagar más o menos dinero por conectividad WiFi dependiendo de la velocidad a la que te querías conectar. Lo típico: basic, advanced y ultra-fast.
Los gastos estaban cubiertos por la empresa, de modo que varios compañeros hicieron una prueba activando cada uno una de las modalidades y así comparar a qué velocidad iba cada una. Resultado: las tres iban a la misma velocidad, más o menos a 2 MB por segundo. Mejor no caer en la tentación de intentar navegar por encima de nuestras posibilidades.
Hackea el planeta
Manuel Echéverri nos cuenta algo que nos sirve de lección: si no conectáis bien, es hora de mover cielo y tierra casi literalmente en busca de alternativas.
A mí me pasó que en un hotel no tenía buena señal, pero luego de mover los mueble, detrás de un escritorio encontré un puerto RJ45. Así que me conseguí un cable de red en la recepción y toco navegar por cable.
Si vas a un crucero mejor desconecta de verdad
El mensaje de Gerardo García, compañero en Motorpasión México, nos sirve de aviso para todos los que soñéis con unas vacaciones en el mar:
Fui a un crucero. Estaba dentro del espacio geográfico de mi país, pero sin red móvil por estar lejos de tierra. El internet del barco era satelital y no había WiFi gratis. El plan más básico costaba lo que un mes de datos móviles con mi compañía telefónica, unos 20 dólares por tres días. Lo contratamos algunos colegas y yo… y nada. Lento nivel: no carga ni un tuit.
La pura definición de movilidad
Javier Jiménez tuvo que aprovechar el concepto de movilidad al máximo:
Hace unos años en Inglaterra, mientras se quedaba libre la habitación donde viví, cogí una habitación en una especie de hotel de carretera. Después de dos días de quejarme que se suponía que había wifi y no. Me dijeron que me buscara la vida que ellos no podía hacer nada. Así que saqué la mesa y la silla de la habitación y la puse en el pasillo. Una semana estuve trabajando en el pasillo del hotel.
Un dispositivo, un pago
Terminamos con algo particularmente abusivo que un compañero de VidaExtra se topó mientras cubría una edición de la feria de videojuegos E3: tener que pagar por cada dispositivo conectado. Siendo un profesional que va a trabajar con tres o cuatro dispositivos, os podéis imaginar la factura que supuso eso. Como dice él textualmente, «hicieron el agosto» con los periodistas.
Imágenes | Museo de Hong Kong, fransieman, seandavis
En Xataka | Cómo mejorar la señal de tu WiFi en cinco sencillos pasos
También te recomendamos
Así te afecta el Euribor Plus, el nuevo índice hipotecario
El placebo de los termostatos de los hoteles: cómo muchos aparentan funcionar cuando no lo hacen
–
La noticia
Retorno a la edad de piedra: las peores pesadillas que hemos tenido usando las redes Wi-Fi de los hoteles
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Miguel López
.