El fabricante sueco ha presentado oficialmente el Profoto A1, su primer flash de estudio ultraportable en formato de mano gracias a su compactas dimensiones.
La compañía lo considera, de hecho, como el flash de estudio más pequeño del mercado, sin sacrificar en prestaciones o calidad con respecto a otros modelos de dimensiones mayores. En tan solo 108 x 75 x 165 mm y 560 gramos de peso –batería incluída– detenta una potencia máxima de 76 W, expresada aquí bajo la nomenclatura típica de los flashes de estudio frente al famoso número guía de los equipos tipo cobra. Incorpora un reflector redondo que proporciona una luz más natural debido a su degradado circular. Gracias a la montura magnética integrada en el cabezal del A1, se pueden acoplar todos sus accesorios, cuenta además con una luz de modelado de luz –LED– . Asimismo, la función de zoom permite ajustar el ángulo de proyección de la luz girando el anillo correspondiente situado en el cabezal del flash.
La batería de litio-ion incluida en el Profoto A1 le asegura –según las especificaciones del fabricante– una autonomía de hasta 350 disparos a máxima potencia, y su tiempo de recarga es de aproximadamente 80 minutos. El tiempo de reciclado es de 1,2 s. Por supuesto, el A1 es compatible con el sistema de control inalámbrico Air Remote de Profoto, y puede conectarse con otros flashes A1 así como flashes más grandes, como el B1X. Es también compatible con el modo de sincronización a alta velocidad HSS, y su rango de potencias es de 9 pasos.
El Profoto A1 estará disponible para Canon y Nikon bajo un precio de 900 € , el gel Kit rondará los 100 € y el Soft Bounce los 150 € , todos los precios IVA incluido. También está prevista una versión del Profoto A1 con TTL para Sony .