Ya sabemos que ‘Crudo’ (‘Grave’), la película que tantos mareos ha provocado en festivales no es tan fuerte como dicen, pero que no tenga demasiado gore o que este no sea para tanto, no significa que la película no sea un drama de terror impactante, fresco y original. Una pequeña película de culto que se acerca al traumático período de paso a la edad adulta con sangre y canibalismo.
Os traemos un puñado de referentes y películas hermanas que tratan los mismos temas de formas similares o tangenciales al fenómeno de horror europeo de este año. Ocho títulos para ver antes o después de ‘Crudo’, y con los que podría juntarse en un programa doble o un maratón.
‘Blood of Dracula’ (1957)
Sin nada que ver con el conde transilvano, bajo este engañoso título se esconde la respuesta femenina a las películas de los cincuenta tipo con la fórmula “Yo fui un (ponga el monstruo que prefiera) adolescente”. Herbert L. Strock planteaba una sencilla estructura de drama juvenil de la época para desarrollar una especie de metáfora sexual primaria cuando la chica se convertía en vampiro. Un punto de partida sobre el que se erige ‘Crudo’ y un buen puñado de terrores menstruales adolescentes.
‘Martin’ (1977)
Una de las obras maestras menos conocidas de George A. Romero, un drama independiente, reflexivo y extraño que ha sido mucho más influyente de lo que se le quiere reconocer. Su historia de un joven obsesionado con el vampirismo, hasta tal punto que cree ser uno de ellos, es una desapacible mirada dentro de la mente de un enfermo mental, asesino casi adolescente, la influencia de la sangre y una dualidad de magia y realidad por la que surfea la película de Julia Ducournau.
‘Ginger Snaps’ (2000)
Una puesta al día femenina de ‘Yo fui un hombre lobo adolescente’ (I was a Teenage Werewolf, 1957) que sigue las pautas de la primera comentada, actualizando al adolescente marginal de aquellas películas en una pareja de hermanas post grunge. La protagonista, Ginger, sufre la metamorfosis lentamente, como obvia correlación de las trasformaciones del cuerpo femenino en la adolescencia para facilitar la actividad sexual. ‘Raw’ utiliza símiles parecidos y lo complementa con un discurso feminista más contemporáneo.
‘May’ (2002)
La revelación de Lucky McKee y Angela Davis, dos talentos del género en los 2000 que con ‘May’ allanaron el camino al nuevo terror independiente americano, transformado luego en mumblegore y movimientos similares. Su exploración de una personalidad psicopática femenina se adentraba en los terrenos del estudio de personajes trágicos y las consecuencias del rechazo. Feminidad herida, sangre y melancolía, en un cóctel inclasificable. Por si quedan dudas, es veterinaria, la misma carrera que estudia la protagonista de ‘Crudo’.
‘Jennifer’s Body’ (2009)
No, las cheerleaders poseídas por demonios no tienen nada que ver con la protagonista de ‘Crudo‘, pero sí la imagen de súcubo como metáfora del empoderamiento. Ponerle dientes y cara de monstruo a Megan Fox es una redundancia cuando lo que realmente quieres contar es que se transforma en una devorahombres. En esas circunstancias mira de igual a igual a Justine. En este caso, la novicia es su amiga, pero una relación entre ambas se deja entrever en la nueva sangría francesa.
‘The Moth Diaries’ (2011)
Otro instituto femenino que hace las veces de universidad del despertar sexual. Una versión moderna de Carmilla aderezada con inseguridades de chicas adolescentes, ataques de celos y trasfondos lésbicos con los que tampoco se entretiene más de lo necesario (quizá porque la dirige, como ‘Raw’, una mujer) son la base de esta cinta adolescente perversa con un ángulo vampírico que la conecta con el canibalismo juvenil que nos ocupa. Buen programa doble con la igualmente equiparable ‘The Falling’ (2014).
‘Somos lo que somos’ (We Are What We Are, 2013)
Este superior remake de Jim Mickle plantea una familia caníbal que ha normalizado su dieta como algo habitual y natural. Tratado en forma de drama, se aleja de los mismos tropos que podíamos encontrar en la divertida ‘Parents’ (1989) y se acerca al tono oscuro de ‘Ravenous’ (1999), que también trataba el canibalismo dentro de un proto American Gothic de época. El carácter familiar del canibalismo y el protagonismo de dos hermanas le dan un nexo con ‘Crudo’ difícil de pasar por alto.
‘Der Nachtmahr’ (2015)
Otra película de iniciación con protagonista femenina europea, esta vez desde Alemania, que ha pasado bastante desapercibida pese a que su retrato de la chavalería actual es más perturbadora que la de la obra francesa. No tiene gore pero sí una extraña y grimosa criatura que representa un auténtico viaje psicotrópico. Imaginen una película de adolescencia dirigida a tres manos por Jodorowsky, Chris Cunningham y David Lynch. Una especie de anuncio sobre las drogas y la anorexia de dos horas en el que nada tiene sentido pero que consigue evocar la angustia adolescente de forma tan brutal como lo hace ‘Crudo’.