Estoy convencido de que más de un cinéfilo sería capaz de decir que todas las comedias encabezadas por Adam Sandler son malas. Es una idea que hasta cierto punto se puede entender dado el nivel que han exhibido varios de sus trabajos -yo aún siento escalofríos cuando me acuerdo de ‘Jack y su gemela’ (‘Jack and Jill’)-, pero entre todos ellos tampoco son tan escasos los que sí que merecen la pena en mayor o menor medida.
Aprovechando que Netflix desveló recientemente que casi 100 millones de sus abonados habían dedicado ya más de 500 millones de horas a ver los largometrajes liderados por el actor, hemos querido realizar un repaso a su carrera. Más abajo encontraréis nueve comedias protagonizadas por Adam Sandler que no son malas películas. Sin más que añadir salvo recordaros que únicamente se trata de mi opinión personal, os dejo con ellas.
‘El chico ideal’ (‘The Wedding Singer’)
La película que terminó de poner en el mapa a Sandler para muchos espectadores. Ofreciendo una divertido giro a las típicas comedias románticas, ‘El chico ideal’ se ve muy beneficiada por la notable química entre el actor y Drew Barrymore y por un buen trabajo de ambientación, desde la banda sonora hasta otros guiños a ese aire ochentero que tiene. Eso sí, no tardan en aparecer unos cuantos tópicos y el desenlace vamos a dejarlo en mejorable.
‘Embriagado de amor’ (‘Punch Drunk Love’)
Aquí sería más adecuado hablar de una película de Paul Thomas Anderson en lugar de Sandler, pero sería un sacrilegio dejarla fuera incluso aunque no me apasione tanto como a otros. Podríamos describirla como un intento de desmontar los lugares comunes de la comedia romántica contando un romance entre dos personajes atípicos entre los que surge una conexión de lo más excéntrica. Eso sí, no esperéis que se parezca en nada a la típica comedia de Adam Sandler.
‘Spanglish’
Se queda muy lejos de los mejores trabajos de James L. Brooks, pero Sandler está bastante efectivo en un rol más amable sin renunciar a lo cómico y su química con Paz Vega ayuda a que su excesivo metraje sea un problema menor. De hecho, es la ya conocida habilidad de Brooks para crear buenos diálogos -aunque aquí haya alguna frase que chirría un poco- y manejar a los actores -ojo también a una muy inspirado Cloris Leachman– lo que hace que sus otras debilidades -ese final- molesten menos.
’50 primeras citas’ (’50 First Dates’)
Mi película favorita de todas aquellas en las que ha aparecido Sandler. Aquí se reencuentra con Barrymore para darnos un relato con un corte más romántico en el que precisamente hay ciertos excesos cómicos con una marcada tendencia a la escatología que ojalá no hubieran sido incluidos. Es una cinta muy agradable y, sobre todo, encantadora, transmitiendo una calidez que yo compararía a la de un abrazo de un ser querido cuando estás un poco alicaído.
‘Click’
Una magnífica premisa cuyo guion se queda muy pero que muy lejos de saber exprimir de forma adecuada. Si solamente te quedas con eso, la decepción va a ser mayúscula, pero la cosa se cambia si uno se fija en lo que realmente busca: Una curiosa comedia con toques dramáticos que se va balanceando con cierta soltura entre ambos géneros sin que algo huela a podrido. En definitiva, un agradable pasatiempo que daba para mucho más, pero lo que sí también merece la pena.
‘Zohan: Licencia para peinar’ (‘You Don’t Mess with the Zohan’)
La comedia excesiva de Sandler con la que más disfruté, con un estimulante toque de parodia y un ritmo más frenético del habitual que ayuda a que uno pase por alto los gags que no funcionan -que son unos cuantos-. Tiene además un punto de sátira bastante efectivo, aunque algunos simplemente se quedarán con su humor de trazo grueso, que, eso sí, también da pie a varias escenas hilarantes.
‘Hazme reír’ (‘Funny People’)
Una propuesta con dos mitades diferenciadas, la primera ofreciendo una estimulante visión dramática del oficio del cómico, capaz de que el resto se tronche pese a que él en sí mismo esté muy lejos de alcanzar la felicidad. Luego sigue por derroteros más obvios que estiran demasiado el metraje, poniendo a prueba la paciencia del espectador, quien es probable que acabe desconectando en un momento u otro. Esa es una de las cosas que delata la presencia de Judd Apatow, un realizador que casi siempre se excede de una forma u otra manejando propuestas que sonaban mejor sobre el papel.
‘Pixels’
Una puesta al día de ‘Los Cazafantasmas’ (‘Ghostbusters’) -si la comparáis con el remake femenino, os aseguro que encontraréis muchos puntos en común- en el que Sandler vuelve a meterse en el papel de inmaduro “encantador” -lo segundo queda a juicio de cada uno- que logra sobreponerse para intentar así recuperar a la chica que ama. La diferencia aquí es el contexto con la invasión de alienígenas con la imagen de famosos personajes de videojuego, pero lo que sigue igual es su sentido del humor. Aceptable.
‘Sandy Wexler’
Su último estreno para Netflix es una especie de declaración de amor tanto hacia su antiguo agente como a muchos de sus amigos. La trama central no es gran cosa y recurre a muchos puntos comunes en su carrera, pero todo lo que le rodea tiene un curioso encanto que hace que su visionado sea de lo más agradable. Tiene además alguna escena muy divertida -me quedo sobre todo con las de Terry Crews como luchador de wrestling-.