Lamentablemente, con el paso de los años se han instalado algunas prácticas de «medicina alternativa» que pueden enviar gente a la tumba en vez de ayudarla. Una de esas prácticas es la llamada limpieza de colon, adoptada casi de manera obsesiva por quienes buscan «eliminar toxinas» de sus cuerpos. En el año 2012, una mujer de 39 años ingresó al hospital de urgencia después de realizarse una supuesta limpieza de colon… bebiendo un litro de salsa de soja en dos horas. ¿Te gustaría saber qué es lo que le sucede al cuerpo humano, y en especial al cerebro, en ese intervalo?
Entiendo perfectamente la decepción, la frustración, e incluso la desesperación por no alcanzar un bienestar físico elemental. Muchas personas van de doctor en doctor y de clínica en clínica, gastando dinero en un intento por identificar una dolencia o una enfermedad que les permita llegar a un tratamiento adecuado. Pero a veces cometemos errores muy graves, comenzando por adoptar «prácticas saludables» con un valor médico cuestionable, o peor aún, creer lo primero que leemos en la Web. Eso nos lleva a la historia de una mujer identificada como «CG», de 39 años. CG ingresó al Distrito Médico de Illinois en ambulancia, con un estado mental en rápido deterioro, y un paro cardíaco a mitad de camino.
CG había perdido 11 kilogramos en 3 semanas, y sufría deficiencias de hierro y vitaminas. Su esposo Julio declaró que sólo había consumido pan blanco y pescado enlatado durante los últimos seis meses. CG fue internada en un hospital psiquiátrico cuando los doctores pensaron que sufría de esquizofrenia, pero nunca respondió a los medicamentos. CG llegó a la conclusión de que «el gobierno la había envenenado», y buscando soluciones en la Web, se encontró con la limpieza de colon basada en salsa de soja. La hipótesis era que el agua del cuerpo contaminada con toxinas se desplazaría hacia el sodio presente en la salsa, siempre y cuando bebiera un litro en dos horas. CG lo hizo, y empezó a sufrir un ritmo cardíaco muy acelerado. Sentía agujas en manos y piernas. La sed era casi incontrolable. Mientras regresaba a su hogar, CG se detuvo en el camino para llorar. En su casa comenzaron los mareos y la confusión. No podía encadenar una palabra tras otra, y su esposo la ayudó a acostarse. A los pocos minutos, Julio estaba llamando al 911: CG había caído al piso inconsciente, lo que nos trae de regreso a la ambulancia.
Lo primero que sufrió CG fue un cuadro agudo de hipernatremia, niveles elevados de sodio en la sangre. Se lo declara «agudo» porque no existían causas previas con la capacidad de causar ese problema… más allá del litro de salsa de soja. Para visualizarlo un poco mejor, apenas 15 mililitros de salsa poseen 2.5 gramos de sal. Los expertos no recomiendan superar los 5.5 gramos. La dosis letal es 40 gramos. El litro de salsa que bebió CG tenía 200 gramos de sal. Uno de los aspectos más perturbadores es que una parte pequeña de la información es correcta: El agua se desplaza hacia donde hay sodio. En cuanto al resto… es un desastre.
La información original decía que la salsa de soja se quedaría en el colon de CG, pero esto no funciona así. La salsa sembró el caos en su estómago, drenando el agua de la túnica muscular. La salsa luego continúo su camino al intestino delgado, dando lugar a su absorción. Eso significa que los 200 gramos de sal llegaron a la sangre, disparando un dramático proceso de deshidratación en cada órgano de su cuerpo. Aunque los médicos poseen diferentes recursos para contrarrestar los efectos iniciales, el daño más serio sucedió en el cerebro, debido a la reducción en su tamaño. La sangre dejó de circular, lo que se traduce en falta de oxígeno… y daño cerebral. La peor parte es que no fue algo inmediato. Recibió cinco litros de agua con dextrosa (glucosa), y agua con una concentración del 0.45 por ciento de sodio para diluir la sal en su cuerpo. 96 horas después, CG parecía estable…
… pero no era así. CG no podía hablar ni moverse. Los médicos detectaron en un principio disartria (una alteración en la articulación de palabras), disfagia (dificultad para tragar), y cuadriplejia flácida. Al realizar estudios de resonancia magnética, los resultados arrojaron mielinolisis central pontina, una desmielinización (pérdida de mielina) en la sustancia blanca cerebral, vinculada a correcciones bruscas en los niveles de sodio. Una particularidad del cerebro humano es que trata de compensar la reducción de su tamaño bombeando sodio en sus células, y usando otros químicos para impedir la pérdida adicional de agua. Pero si una cantidad significativa de agua ingresa al sistema para diluir la sal cuando el cerebro ya hizo su compensación con sodio, ese líquido ingresará al cerebro, causando un edema cerebral. Otro problema es que el resto de los químicos no pueden salir del cerebro con facilidad, provocando cambios en las células que llevan a una muerte en cascada, y a la mielinolisis antes mencionada.
Para finalizar, un último detalle. La deficiencia de hierro y vitaminas. La pérdida de 11 kilogramos en tres semanas sin desearlo. Esquizofrenia sin reacción a medicamentos. Los médicos descartaron cáncer y tumores, pero nos falta algo más: El pan blanco. Seis meses de pan blanco con gluten, para ser precisos. La teoría más fuerte (y respaldada por evidencia posterior) es que CG sufría celiaquía, intolerancia permanente al gluten que lesiona el intestino delgado, con manifestaciones extra-digestivas como psicosis («el gobierno me envenenó»), e impide la absorción de nutrientes.
Con el tratamiento correcto, atención especializada del equipo médico, el invaluable apoyo de su esposo, y una dieta absolutamente libre de gluten, CG logró recuperarse. En resumen: Todos los procesos de «desintoxicación mágica» en la Web son falsos, falsos, FALSOS. Y ante cualquier duda, habla con un profesional de la medicina moderna, y no con patéticos gurús que prometen curar el cáncer usando extracto de calabaza.
La entrada No intentes esto en casa: Lo que sucedería si bebes un litro de salsa de soja se publicó primero en NeoTeo.