En el fondo, nadie está muy sorprendido que digamos. Netflix apuesta cada vez más a la flexibilidad y la versatilidad de la red, mientras que los servicios convencionales de televisión por cable no paran de perder suscripciones. El impacto de los «cortacable» es mucho mayor al otro lado del charco, y si tomamos como referencia a un estudio publicado por el Leichtman Research Group, Netflix acaba de perforar la barrera de los 50 millones de usuarios, superando por primera vez al cable. Si bien hay muchas personas que tienen ambas cosas a la vez, resulta imposible negar la tendencia en favor del servicio de streaming.
Todos aquellos que deciden cortar su suscripción de cable nombran razones muy similares: El servicio es caro, hay publicidad por todas partes, repiten películas hasta el aburrimiento, el material nuevo requiere pagos adicionales, y no hay posibilidad de elegir o personalizar el contenido. El gran punto a favor del cable sigue enfocado en los deportes, pero es cuestión de tiempo para que eso cambie. El consumo de televisión se transformó por completo, y la única forma de sobrevivir es girar hacia donde se encuentra la demanda. En estos días, la estrella del mercado es Netflix. La combinación exacta entre producciones internas, licencias externas y un precio razonable hace que su base de usuarios siga creciendo, un detalle que ya se ve reflejado en los números generales de la industria.
De acuerdo a un estudio publicado por el Leichtman Research Group, durante el primer trimestre de 2017 Netflix superó los 50 millones de usuarios en los Estados Unidos, mientras que el cable (combinando al llamado «Top 6») perdió medio millón de usuarios en un año. Si hacemos una pausa y sumamos a otras tecnologías como la televisión satelital y los servicios de fibra óptica, Netflix aún tiene mucho camino por recorrer, pero en su mano a mano con el cable tradicional, está al mando. Por supuesto, Netflix depende de esos proveedores porque en su mayoría se encargan de llevar Internet a los hogares, un detalle que provocó varios roces en el pasado, incluyendo violaciones a la neutralidad de la red (que en los Estados Unidos es básicamente un mito).
Otro aspecto para destacar es que los rivales directos de Netflix (Amazon, Hulu y YouTube) también están ganando tracción, y algunos accionistas han expresado su preocupación porque Netflix no crece lo suficientemente rápido (¿?). De un modo u otro, hoy el televisor es una ventana a los servicios de streaming. El cable en general lo sabe, y deberá encontrar la manera de adaptarse.
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