Linux es una alternativa fantástica a Windows. Ese mensaje que divulga todo el que conoce bien estos sistemas operativos tuvo su prueba más evidente en la ciudad alemana de Munich, donde se hace 15 años se llevó a cabo una migración masiva de sus puestos de trabajo a Linux y soluciones Open Source.
Ahora ese estandarte de las posibilidades que brindaban Linux y el Open Source deja de serlo, porque los gobernantes de la ciudad han decidido hacer que sus 29.000 PCs migren a Windows 10 desde LiMux, la distribución que hasta ahora había conquistado sus organismos públicos. Esta operación tendrá un coste de cerca de 50 millones de euros, y finalizará a principios de 2023.
En Munich quieren volver a Windows
Los rumores sobre el fin de LiMux y de las soluciones Open Source en la administración pública de Munich llevaban meses produciéndose, y aunque siempre ha habido voces críticas al respecto, seguía habiendo esperanzas de que tal migración no se llevara a cabo.
No todo el parque informático de los organismos públicos hacía uso de soluciones Open Source: seguía habiendo un número no determinado de equipos que seguían funcionando con Windows —las cifras bailan entre el 20 y el 40%— pero aún así la ciudad se había convertido en todo un ejemplo de cómo Linux y el Open Source podían ofrecer una alternativa eficaz al tradicional ecosistema Windows.
Para muchos gobernantes en Munich, no obstante, el éxito de ese ecosistema FLOSS (Free/Libre and Open Source Software) no era tan destacable. El alcalde Dieter Reiter indicó que al final siempre fue necesario mantener ambos ecosistemas en funcionamiento: «siempre hemos tenido sistemas mezclados y lo que tenemos aquí es la posibilidad de pasar a un solo sistema. Tener dos sistemas operativos no es económico. Nunca dije que fuera un experto en implantaciones TIC, pero me respaldan 6.000 trabajadores que no están satisfechos con el rendimiento de estos sistemas».
Nuevos (y distintos) riesgos de seguridad
Para otros esa vuelta a Microsoft puede tener consecuencias claramente negativas. El Dr. Florian Roth, líder del Green Party en Munich, se preguntaba «¿realmente necesitamos que tantos millones de euros, recursos y gente se dediquen a un proyecto innecesario?»
Para este dirigente, depender únicamente de Microsoft hace que aparezcan riesgos claros de seguridad, algo que entre otras cosas estaba motivado por los numerosos ataques que muchos cibercriminales realizan contra Windows, el sistema operativo más extendido en todo el mundo.
Los representantes de este partido recordaban por ejemplo los recientes problemas que varias empresas sufrieron con Wannacry, aunque ya hablamos en el pasado de cómo Linux no está tampoco a salvo de este tipo de ataques ransomware.
Los argumentos y excusas de los políticos, discutibles
Las críticas al uso de LiMux y otras soluciones Open Source en Munich siempre han existido, pero para muchos los problemas que afectaron a la migración original desde Windows se han ido solucionando y ahora las molestias eran mínimas. De hecho durante años los estudios económicos indicaban que Munich se había ahorrado del orden de 10 millones de euros en los años en que se habían usado soluciones FLOSS.
Esa migración a Windows 10 es parte de una inversiónde 89 millones de euros para reestructurar el área de las TIC en Munich, con un esfuerzo especial para incrementar el número de aplicaciones que se ejecutan en infraestructuras virtualizadas o en navegadores web.
La idea, dicen, es crear aplicaciones independientes de la plataforma, pero para Matthias Kirschner, presidente de la Free Software Foundation Europe, eso no tiene mucho sentido, y no entiende por qué el ayuntamiento está invirtiendo tanto dinero y recursos en el cambio a un nuevo sistema operativo de escritorio cuando el foco de atención es usar aplicaciones que pueden funcionar en cualquier plataforma.
«En Munich se ha hablado sobre ser independientes del sistema operativo, y por so no entiendo por qué están invirtiendo tanto tiempo en cambiar a otro sistema operativo», afirmaba Kirschner. Otros defensores de mantener estas soluciones Open Source como Thomas Ranft, del partido FP/HUT, explicaba que «no tiene sentido si lo que queremos aprovechar en Munich son soluciones en la nube. ¿Qué sentido tiene usar una solución intermedia que nos cuesta casi 100 millones de euros?«. Esa pregunta, desde luego, sí tiene sentido.
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Munich migrará sus sistemas a Windows 10, trágico fin para toda una era de Linux y Open Source
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por
Javier Pastor
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