Ahora que por fin se acabó el «misterio» y, definitivamente, los tradicionales líderes del mercado fotográfico han lanzado sus cámaras mirrorless con sensor de formato completo (Canon la EOS R y Nikon las Z6 y Z7), y hasta uno que apostó por el Micro 4/3 ahora lo hace también por el full frame (hablo de Panasonic, claro), creo que he llegado del momento de plantearse si merece la pena comprar uno de esos modelos.
Pero antes de seguir debo advertir que este artículo (de opinión, ojo) es una especie de segunda parte del que titulé ¿Merece la pena comprarse una cámara réflex full frame?, publicado hace año y pico. Así que os pediría que por favor lo revisarais, aunque vaya a recordar aquí lo más básico que decía. Básicamente que siempre pensé que acabaría comprándome una réflex FF y años más tarde me quedó claro que no, que sería una sin espejo.
¿Las razones? Pues básicamente dos: Tamaño y precio. De lo primero, os contaba que con los años cada vez ha cobrado mayor importancia llevar un equipo lo más ligero posible. Y sobre el precio, decía que el coste de las réflex de formato completo seguía siendo elevado para (salvo excepciones) quien no las vaya a usar profesionalmente.
Y, bueno, sobre las sin espejo, en dicho artículo comentaba yo esto que no tiene desperdicio:
Ciertamente la idea de comprarme una sin espejo de formato completo es tentadora, pero como sabéis de momento sólo Sony ha apostado por esa vía y, cómo no, su precio sólo está al alcance de los más pudientes o los profesionales (así que volveríamos al principio). Constantemente hay rumores sobre la posibilidad de que Nikon se pase a este campo (más después de las habladurías sobre su viabilidad de los últimos tiempos), pero son sólo rumores y otras marcas tampoco parecen muy interesadas en el tema
El caso es que con los recientes movimientos del mercado ha quedado claro que la cosa ha cambiado. Y aunque tanto Canon como Nikon repitan hasta el infinito y más allá que las réflex no han muerto (normal, quieren seguir vendiéndolas), estoy convencido de que las sin espejo son el futuro inmediato, ya sean de formato completo o con sensor más pequeño (al menos las APS-C, porque el Micro 4/3 no está tan claro).
Pero el caso es que, después de haber quedado encantado con las posibilidades de una cámara como la Sony A7 III, y ver que hoy mismo (aprovechando que es Black Friday) se puede comprar una A7 por 799 euros o una A7 II por menos de mil euros no niego que me entra como una cosilla que me dice “comprátela”.
Claro que el otro obstáculo, el del tamaño, sigue estando ahí. Y aunque es indudable que una full frame sin espejo es bastante más pequeña que una réflex, sigue siendo más grande de lo que gustaría (y los objetivos también). Sobre todo teniendo en cuenta que sigo utilizando la cámara sobre todo cuando viajo, ya sea por placer o para cubrir algún evento a los que nos invitan en Xataka Foto.
Luego, siendo sincero conmigo mismo, mi situación no ha cambiado mucho y creo que para mí lo más apropiado sigue siendo una sin espejo con sensor recortado que dé una calidad de imagen suficiente pero en un tamaño contenido (osea que pese y abulte poco).
Lo que pasa es que, entre tú y yo, sigo sin encontrar la que me convenza. Desventajas de dedicarme a esto, como ya os contaba en el primer artículo. Al conocer tantos modelos y tener la oportunidad de probar muchos de ellos, uno se vuelve especialmente crítico y puntilloso a la hora de decidirse a “soltar la pasta”.
Ahora que, si tuviera unos cuantos años menos, más tiempo para dedicarme a hacer fotos por afición, y menos recibos que pagar al mes, confieso que lo mismo ya habría caído una sin espejo full frame de éstas rebajadas… ¿Y tú? ¿Cuál es tu caso?
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La noticia
¿Merece la pena comprarse una cámara sin espejo full frame?
fue publicada originalmente en
Xataka Foto
por
Óscar Condés
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